A unos cuantos meses de que termine lo que fue la administración de Miguel Ángel Mancera, ahora al mando de José Ramón Amieva, uno de los temas que seguirá pendiente para lo que todo indica será la nueva administración bajo el mando de Claudia Sheinbaum, es el tema de la publicidad exterior, negocio que supera los mil 200 millones de dólares anuales, y que se ha convertido en una lucha de David vs Goliat.
Esto se debe a que gente poderosa o bien que hace uso del posible tráfico de influencias bajo la cachucha de alguna ONG, se le ve muy seguido en la oficina del secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI), Felipe de Jesús Gutiérrez.
Nos cuentan que tal es el caso de la activista María Isabel Miranda de Wallace, presidenta de Alto al Secuestro, ligada a la empresa de publicidad Showcase, quien a decir de diversos funcionarios que han tenido algún trato con ella, se presenta de manera no tan cortés para exigir privilegios hacia su empresa. Por cierto, sigue sorprendiendo que sea consejera con voto en el Consejo de Publicidad Exterior en la CdMx.
Entre otras cosas, la Sra. Wallace solicita que nadie más en el negocio tenga las mismas condiciones que ella, y generalmente lleva por lo menos dos docenas de denuncias de anuncios de su competencia, por lo que aplicaría muy bien el conocido refrán de “aplíquese la ley en los bueyes de mi compadre”.
Ante este escenario, se sabe que hay mucha molestia al interior del sector de la publicidad que opera en la capital, pues deja mucho que desear el trabajo de la SEDUVI en cuanto a decidir o no si cumple con lo que dice la Ley de Publicidad Exterior, y dar ahora sí luz verde al Reordenamiento de anuncios; o bien continuar con este desorden y permitir que en pocas manos exista el grueso de los anuncios.
Asimismo, el sector tiene preguntas sin responder, como ¿por qué tanto el actual jefe de gobierno como el titular de la SEDUVI, le otorgan tantos privilegios? y ¿por qué Showcase es la única que tiene permisos para anuncios en muros, al tiempo de mantener anuncios prohibidos en las azoteas?
Líos financieros en Tabasco
Nos cuentan que quien ya se arrepiente de haberle dado la espalda a los empleados del Ayuntamiento en Centla, Tabasco, es la alcaldesa con licencia, Gabriela López San Lucas. Pues resulta que la priísta hizo y deshizo a su antojo durante su mandato y ahora se le ocurrió volver a pedir el voto.
Todo parece indicar que la ahora candidata canceló sin más ni más los convenios que se habían establecido entre trabajadores y empresas crediticias, con lo que violó los contratos y ya se prepara una denuncia penal en su contra.
Además, quienes se habían animado a participar, ahora terminaron subrayados en rojo en el buró de crédito, además de ser buscados por los departamentos judiciales y extrajudiciales de cobranza, por lo que ninguno de ellos piensa tacharla en las boletas. Bien dicen que uno cosecha lo que siembra o ¿cómo era?.
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