/ lunes 20 de mayo de 2024

La marcha de la simulación

Desde 2018, la Cuarta Transformación de la República llegó para quedarse y desde ese momento se vislumbraron dos proyectos de Nación. El encabezado por Andrés Manuel López Obrador, donde las instituciones se transformaron y hoy tienen la vocación de servir a la población. Se combaten los elitismos y se privilegia el bien colectivo sobre lo individual. Por otra parte, está la oposición reaccionaria que privilegia a los poderes fácticos y a las clases adineradas amparados por la corrupción y donde se argumenta de manera dolosa que los programas sociales son para flojos. Este último proyecto se dice ciudadano, pero nada más alejado de la realidad.

Desde 2022, cuando se presentó una reforma integral en materia electoral cuyos principales objetivos eran sustituir al INE por un auténtico órgano electoral que fuera garante de una democracia sin simulaciones, las élites partidistas de la derecha alzaron la voz bajo el lema “El INE no se toca”. Este movimiento se autodenominó ‘ciudadano’. En días recientes salió a la luz pública que las marchas no han sido espontáneas. Han sido organizadas desde las altas esferas de la militancia del PAN, e incluso se trabajaron durante horas para definir el papel y la influencia electoral de este partido. No sorprende su burda estrategia política donde se engaña al pueblo de México.

Este domingo, se llevó a cabo una nueva marcha, la cual encabezará nuevamente Claudio X Gonzales, sinónimo de la élite de este país, y su candidata presidencial, que escudados en el “origen ciudadano” y la pretendida defensa de la democracia, han estructurado un discurso manipulador para tratar burdamente de engañar a la gente. Se les olvida que durante años el INE se comportó como opositor de la democracia, donde incluso su presidente, Lorenzo Córdova tachó de autoritario a Andrés Manuel y en cada oportunidad que se le presentaba atacaba directamente al movimiento transformador. En el INE de Lorenzo la neutralidad simplemente estuvo simulada.

La marcha solo es reflejo de la fallida estrategia de la derecha por atacar a Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo ante su inminente y anunciada derrota. Las encuestas muestran una ventaja irreversible. Gracias a las reformas presidenciales hoy siete de cada 10 hogares mexicanos reciben un programa social para su bienestar, se ha logrado incrementar el salario mínimo, hoy tenemos un país de derechos donde las brechas de desigualdad se van cerrando y donde la esperanza es una realidad. Las marchas son legítimas, siempre y cuando procedan de la sociedad, no de partidos ni de élites.

Entonces, las instituciones sí se tocan y se transforman, pero siempre en beneficio del pueblo de México.


Desde 2018, la Cuarta Transformación de la República llegó para quedarse y desde ese momento se vislumbraron dos proyectos de Nación. El encabezado por Andrés Manuel López Obrador, donde las instituciones se transformaron y hoy tienen la vocación de servir a la población. Se combaten los elitismos y se privilegia el bien colectivo sobre lo individual. Por otra parte, está la oposición reaccionaria que privilegia a los poderes fácticos y a las clases adineradas amparados por la corrupción y donde se argumenta de manera dolosa que los programas sociales son para flojos. Este último proyecto se dice ciudadano, pero nada más alejado de la realidad.

Desde 2022, cuando se presentó una reforma integral en materia electoral cuyos principales objetivos eran sustituir al INE por un auténtico órgano electoral que fuera garante de una democracia sin simulaciones, las élites partidistas de la derecha alzaron la voz bajo el lema “El INE no se toca”. Este movimiento se autodenominó ‘ciudadano’. En días recientes salió a la luz pública que las marchas no han sido espontáneas. Han sido organizadas desde las altas esferas de la militancia del PAN, e incluso se trabajaron durante horas para definir el papel y la influencia electoral de este partido. No sorprende su burda estrategia política donde se engaña al pueblo de México.

Este domingo, se llevó a cabo una nueva marcha, la cual encabezará nuevamente Claudio X Gonzales, sinónimo de la élite de este país, y su candidata presidencial, que escudados en el “origen ciudadano” y la pretendida defensa de la democracia, han estructurado un discurso manipulador para tratar burdamente de engañar a la gente. Se les olvida que durante años el INE se comportó como opositor de la democracia, donde incluso su presidente, Lorenzo Córdova tachó de autoritario a Andrés Manuel y en cada oportunidad que se le presentaba atacaba directamente al movimiento transformador. En el INE de Lorenzo la neutralidad simplemente estuvo simulada.

La marcha solo es reflejo de la fallida estrategia de la derecha por atacar a Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum Pardo ante su inminente y anunciada derrota. Las encuestas muestran una ventaja irreversible. Gracias a las reformas presidenciales hoy siete de cada 10 hogares mexicanos reciben un programa social para su bienestar, se ha logrado incrementar el salario mínimo, hoy tenemos un país de derechos donde las brechas de desigualdad se van cerrando y donde la esperanza es una realidad. Las marchas son legítimas, siempre y cuando procedan de la sociedad, no de partidos ni de élites.

Entonces, las instituciones sí se tocan y se transforman, pero siempre en beneficio del pueblo de México.