/ sábado 7 de abril de 2018

La moviola

La culturización de El Negro

Gerardo Gil Ballesteros

Resulta interesante como un mismo fenómeno puede ser visto desde ópticas diferentes. Cada generación tiene su propia lectura. Y esto se ve de manera muy clara en La 4ta compañía (Mitzi Vanessa Arreola, Amir Galván Cervera, 2016) ganadora por ciertode 10 premios Ariel.

Porque el filme que aborda un caso de la riquísima tradición narrativa de la nota roja mexicana, aunque no de manera exclusiva ya que el tematambién tiene ramificaciones políticas, encuentra su valor cinematográfico en la culturización de un hecho con tufo de escándalo.

Un grupo de internos en un penalmexicano salen a delinquir auspiciados por el jefe de la policía, además de formar al interior de la cárcel un equipo de futbolamericano que se convierte de manera mediática en ejemplo de reinserción social. Es la tan de moda década de los ochenta, atrás de todo este asunto está el tristemente célebre Arturo Durazo. La anécdota de la que parte el film, no tiene desperdicio.

Entre los internos está un joven Zambrano (Adrián Ladrón), quien se ve obligado a adentrarse en el submundo criminal. En ese universo veremos desfilar a una suerte de personajes, todos de color y de fácil identificaciónpor su idiosincrasia. Entre estos destaca el mandamás de la policía, El Negro (Josepho Rodríguez), quien a veces aparece acompañado poruna mujer vestida a la Olga Breeskin.

Completan el cuadro de referentes para un público mayor de treinta años un reportero televisivoquele hace una entrevista al Negro sobre su equipo, el torvo ayudante del jefe de la policía y una suerte de personajes que hacen las delicias para los avezados en la nota policiaca.

Más allá de la denuncia política sobre la corrupción, La 4ta compañía le apuesta a una visión estética y de épica narrativa sobre hechos que de algún modo marcaron a la generación de niños y jóvenes ochenteros pero desde la culturización cinematográfica.

Y para muestra de esta inquietud generacional dos ejemplos: Mexican Gangster (José Manuel Cravioto, 2013) sobre Alfredo Ríos Galeana y Museo (Alonso Ruizpalacios, 2018) de próximo estreno y que aborda el robo en el Museo de Antropología.

La 4ta compañía a pesar del adecentamiento cinematográfico de la anécdota, en suhabilidad y afortunado desarrollo, encuentra un referente más claro en filmes como Lo negro del Negro (Ángel Rodríguez, Benjamín Escamilla, 1984) y Masacre en el Río Tula (Ismael Rodríguez Vega,1985) que en El apando (Felipe Cazals,1975).

El referente y épica generacional pues, el Ready player one de directores y público que navega en la treintena o los prematuros cuarenta, es la página roja o el escándalo político. La película es indispensable.

@lamoviola

La culturización de El Negro

Gerardo Gil Ballesteros

Resulta interesante como un mismo fenómeno puede ser visto desde ópticas diferentes. Cada generación tiene su propia lectura. Y esto se ve de manera muy clara en La 4ta compañía (Mitzi Vanessa Arreola, Amir Galván Cervera, 2016) ganadora por ciertode 10 premios Ariel.

Porque el filme que aborda un caso de la riquísima tradición narrativa de la nota roja mexicana, aunque no de manera exclusiva ya que el tematambién tiene ramificaciones políticas, encuentra su valor cinematográfico en la culturización de un hecho con tufo de escándalo.

Un grupo de internos en un penalmexicano salen a delinquir auspiciados por el jefe de la policía, además de formar al interior de la cárcel un equipo de futbolamericano que se convierte de manera mediática en ejemplo de reinserción social. Es la tan de moda década de los ochenta, atrás de todo este asunto está el tristemente célebre Arturo Durazo. La anécdota de la que parte el film, no tiene desperdicio.

Entre los internos está un joven Zambrano (Adrián Ladrón), quien se ve obligado a adentrarse en el submundo criminal. En ese universo veremos desfilar a una suerte de personajes, todos de color y de fácil identificaciónpor su idiosincrasia. Entre estos destaca el mandamás de la policía, El Negro (Josepho Rodríguez), quien a veces aparece acompañado poruna mujer vestida a la Olga Breeskin.

Completan el cuadro de referentes para un público mayor de treinta años un reportero televisivoquele hace una entrevista al Negro sobre su equipo, el torvo ayudante del jefe de la policía y una suerte de personajes que hacen las delicias para los avezados en la nota policiaca.

Más allá de la denuncia política sobre la corrupción, La 4ta compañía le apuesta a una visión estética y de épica narrativa sobre hechos que de algún modo marcaron a la generación de niños y jóvenes ochenteros pero desde la culturización cinematográfica.

Y para muestra de esta inquietud generacional dos ejemplos: Mexican Gangster (José Manuel Cravioto, 2013) sobre Alfredo Ríos Galeana y Museo (Alonso Ruizpalacios, 2018) de próximo estreno y que aborda el robo en el Museo de Antropología.

La 4ta compañía a pesar del adecentamiento cinematográfico de la anécdota, en suhabilidad y afortunado desarrollo, encuentra un referente más claro en filmes como Lo negro del Negro (Ángel Rodríguez, Benjamín Escamilla, 1984) y Masacre en el Río Tula (Ismael Rodríguez Vega,1985) que en El apando (Felipe Cazals,1975).

El referente y épica generacional pues, el Ready player one de directores y público que navega en la treintena o los prematuros cuarenta, es la página roja o el escándalo político. La película es indispensable.

@lamoviola

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