/ sábado 8 de agosto de 2020

La moviola | Yalitza, Lorena y Gael

Una poesía visual que va de la mano del fotógrafo Hatuey Viveros Lavielle, un melancólico silencio que rodea a Guachochi en el estado de Chihuahua, que se rompe sólo para dar paso al rítmico sonido de la voz de María Lorena Ramírez que en tarahumara cuenta su historia en el corto documental Lorena, la de los pies ligeros (Juan Carlos Rulfo, 2019), son elementos que componen un relato de dignidad y resistencia.

Porque en lo anecdótico la hazaña no tiene desperdicio: Lorena, nacida en el municipio de Guachochi, estado de Chihuahua el 1 de enero de 1995, compite en maratones de importancia mundial que la han llevado incluso hasta Europa. Siempre con sus huaraches puestos.

Y vemos en el corto documental, que está disponible en Netflix, a la joven tomarse fotos con turistas de todos los países. Se lo solicitan con curiosidad, algunos con simpatía. Lorena atenta pero indiferente ante el fenómeno accede.

La joven pertenece a la etnia tarahumara, su vida no es tan distinta a la de muchas chicas que sobreviven en medio de la pobreza. Pero Lorena corre y así continúa una tradición familiar. Su padre, su hermano y su abuelo han hecho lo mismo. Sin mayor estridencia. Ya en el camino aparecen las revistas Vogue y los documentales, algunas entrevistas, miembros de la vida pública con voz mediática que se suben a cualquier causa políticamente correcta que les haga promoción. La corredora, que además cuida a los animales de su familia, los deja pasar, permite ser vista y sigue en los suyo.

No será la primera vez que hazañas de triunfo y en algunos casos melodramas de la vida real son tomados por miembros relevantes de la vida pública. Las historias no tienen desperdicio. Ahí está Las glorias del gran Púas (Roberto G. Rivera, 1984), con un guion de Ricardo Garibay y que se basa en la crónica, reportaje que le hizo el mismo escritor al boxeador.

Pero los protagonistas en los que se basan los relatos, están por encima de esos proyectos que gozarán quienes olvidan el melodrama de fondo: la dignidad, la resistencia, la lucha contra la adversidad. Lorena, la de los pies ligeros, es vista por aquellos que gustan voltear a ver su pasado indígena, pero no se atreven a verlo de frente.

El documental lo recomienda en su nuevo canal de YouTube Yalitza Aparicio, que parece encontrar su camino y producido por Gael García Bernal, que cuando no hace chistes sobre críticos de cine, guarda silencio sobre las condiciones difíciles que enfrenta la industria. Por cierto, algunos de esos críticos sí alzaron la voz ante los recortes presupuestales al cine nacional.

Y ya viene Shorts México, que presenta cada año documentales de todos los géneros y países. Será del 2 al 9 de septiembre. Y siempre es un escaparate para los cineastas.

Una poesía visual que va de la mano del fotógrafo Hatuey Viveros Lavielle, un melancólico silencio que rodea a Guachochi en el estado de Chihuahua, que se rompe sólo para dar paso al rítmico sonido de la voz de María Lorena Ramírez que en tarahumara cuenta su historia en el corto documental Lorena, la de los pies ligeros (Juan Carlos Rulfo, 2019), son elementos que componen un relato de dignidad y resistencia.

Porque en lo anecdótico la hazaña no tiene desperdicio: Lorena, nacida en el municipio de Guachochi, estado de Chihuahua el 1 de enero de 1995, compite en maratones de importancia mundial que la han llevado incluso hasta Europa. Siempre con sus huaraches puestos.

Y vemos en el corto documental, que está disponible en Netflix, a la joven tomarse fotos con turistas de todos los países. Se lo solicitan con curiosidad, algunos con simpatía. Lorena atenta pero indiferente ante el fenómeno accede.

La joven pertenece a la etnia tarahumara, su vida no es tan distinta a la de muchas chicas que sobreviven en medio de la pobreza. Pero Lorena corre y así continúa una tradición familiar. Su padre, su hermano y su abuelo han hecho lo mismo. Sin mayor estridencia. Ya en el camino aparecen las revistas Vogue y los documentales, algunas entrevistas, miembros de la vida pública con voz mediática que se suben a cualquier causa políticamente correcta que les haga promoción. La corredora, que además cuida a los animales de su familia, los deja pasar, permite ser vista y sigue en los suyo.

No será la primera vez que hazañas de triunfo y en algunos casos melodramas de la vida real son tomados por miembros relevantes de la vida pública. Las historias no tienen desperdicio. Ahí está Las glorias del gran Púas (Roberto G. Rivera, 1984), con un guion de Ricardo Garibay y que se basa en la crónica, reportaje que le hizo el mismo escritor al boxeador.

Pero los protagonistas en los que se basan los relatos, están por encima de esos proyectos que gozarán quienes olvidan el melodrama de fondo: la dignidad, la resistencia, la lucha contra la adversidad. Lorena, la de los pies ligeros, es vista por aquellos que gustan voltear a ver su pasado indígena, pero no se atreven a verlo de frente.

El documental lo recomienda en su nuevo canal de YouTube Yalitza Aparicio, que parece encontrar su camino y producido por Gael García Bernal, que cuando no hace chistes sobre críticos de cine, guarda silencio sobre las condiciones difíciles que enfrenta la industria. Por cierto, algunos de esos críticos sí alzaron la voz ante los recortes presupuestales al cine nacional.

Y ya viene Shorts México, que presenta cada año documentales de todos los géneros y países. Será del 2 al 9 de septiembre. Y siempre es un escaparate para los cineastas.

ÚLTIMASCOLUMNAS