/ jueves 22 de diciembre de 2022

Las batallas | El hombre “oscuro” de la 4T

En Hidalgo se cierra el círculo de una investigación criminal de casi 9 años que pudiera detonar un escándalo de grandes dimensiones y pegar a ex gobernadores, ex funcionarios, políticos, empresarios y raspar severamente a la actual administración del morenista Julio Menchaca y a la 4T.

El hilo conductor de este trama –que se encuentra bajo la lupa del ex titular de la UIF, Santiago Nieto, hoy en su calidad de encargado de la procuraduría hidalguense- es un personaje que se ha enquistado durante 15 años en las más altas esferas de la clase política local y que ha brincado a Campeche con el mismo objetivo: crear cercanía al poder y hacer negocios.

Se trata del empresario Juan Carlos Martínez Domínguez quien ha operado en Hidalgo –incluso haciendo negocios que ameritaron carpetas de investigación de autoridades locales y federales- desde el gobierno de Francisco Olvera, con Omar Fayad (con quienes realizó a transición de gobierno) y hoy más cerca con la administración del gobernador Menchaca.

Empresarios y políticos del estado han dicho a este columnista que ha sido tan grande el poder que ha acumulado tras bambalinas que para conceder contratos o participar licitaciones el propio Martínez debe dar su visto bueno y palomear. Incluso se refieren a él como “el gobernadorcito”.

Durante una cena con un grupo de empresarios y políticos morenistas de Hidalgo se referían a Martínez Domínguez como un hombre inmerso en sospechas, acusaciones y escándalos que giran en torno a sus actividades inmobiliarias, de contratos gubernamentales y de posibles desvío de recursos públicos. Definen al dueño de la compañía Celular Milenium como “un tiburón” para los negocios pero también como “un personaje oscuro” y manipulador.

Lo han señalado por haber recibido de manera acelerada los permisos para el desarrollo inmobiliario, en una de las zonas más caras de Pachuca, de dos torres con 120 departamentos en las inmediaciones del parque David Ben Gurión, y que vendió a precios millonarios incluso antes de ser terminadas. La obra fue presumida por Fayad en un acto público.

A Martínez Domínguez, ha reportado la prensa local, el gobierno federal lo ha seguido de cerca desde que en 2014 se detectó la venta, a sobreprecio, de tabletas electrónicas al gobierno del estado para implementar un programa de digitalización de pequeños comercios afiliados a la Concanaco local.

Su empresa vendió 15 mil tabletas electrónicas por 87 millones de pesos pero una investigación de la UIF reveló que los aparatos tenían un costo real de casi 36 millones de pesos. El daño al erario hidalguense por esta transacción fue de unos 51 millones de pesos.

Me comentan que esta vivo en la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), que había entrado en pausa y que retomó la Unidad con Santiago Nieto durante su gestión, incluso que ha puesto lupa a los contratos que recibió este personaje durante el gobierno de Omar Fayad. Fue pues apenas la punta del iceberg (dirían los clásicos) para algo que después se conoció como la “estafa siniestra”.

Con la entrada de Menchaca al gobierno y el trabajo de Santiago Nieto a partir de seguirle la pista a empresarios, se detectó una red de corrupción, desde donde se habrían desviado cerca de 500 millones de pesos antes de concluir el gobierno de Fayad y que involucra además a 13 alcaldes, dos secretarías del estado, y el nombre de Martínez Domínguez.

Hace unas semanas le comenté en este espacio que en el gobierno de Hidalgo levantó sospechas la operación política y permanencia de Juan Carlos Martínez, durante los últimos tres gobiernos en la entidad, cerca de las más altas esferas del poder hidalguense.

Así pues, ante esta realidad, que ya es un escándalo entre empresarios y clase política tanto de Hidalgo como de Campeche, y que en breve podría saltar a la esfera penal, los gobernadores Julio Menchaca y Layda Sansores, deberán poner orden antes de que este personaje lleve a sus gobiernos a la oscuridad.

AVISO PARROQUAIL

Muchas gracias a El Sol de México y a la Organización Editorial Mexicana por su apoyo y acogerme en momentos oscuros. Muchas gracias querido lector por darle vida a esta columna que, compromiso cumplido, siempre presentará información corroborada con fuentes del más alto nivel. Tomaremos un descanso para reiniciar la primera s


En Hidalgo se cierra el círculo de una investigación criminal de casi 9 años que pudiera detonar un escándalo de grandes dimensiones y pegar a ex gobernadores, ex funcionarios, políticos, empresarios y raspar severamente a la actual administración del morenista Julio Menchaca y a la 4T.

El hilo conductor de este trama –que se encuentra bajo la lupa del ex titular de la UIF, Santiago Nieto, hoy en su calidad de encargado de la procuraduría hidalguense- es un personaje que se ha enquistado durante 15 años en las más altas esferas de la clase política local y que ha brincado a Campeche con el mismo objetivo: crear cercanía al poder y hacer negocios.

Se trata del empresario Juan Carlos Martínez Domínguez quien ha operado en Hidalgo –incluso haciendo negocios que ameritaron carpetas de investigación de autoridades locales y federales- desde el gobierno de Francisco Olvera, con Omar Fayad (con quienes realizó a transición de gobierno) y hoy más cerca con la administración del gobernador Menchaca.

Empresarios y políticos del estado han dicho a este columnista que ha sido tan grande el poder que ha acumulado tras bambalinas que para conceder contratos o participar licitaciones el propio Martínez debe dar su visto bueno y palomear. Incluso se refieren a él como “el gobernadorcito”.

Durante una cena con un grupo de empresarios y políticos morenistas de Hidalgo se referían a Martínez Domínguez como un hombre inmerso en sospechas, acusaciones y escándalos que giran en torno a sus actividades inmobiliarias, de contratos gubernamentales y de posibles desvío de recursos públicos. Definen al dueño de la compañía Celular Milenium como “un tiburón” para los negocios pero también como “un personaje oscuro” y manipulador.

Lo han señalado por haber recibido de manera acelerada los permisos para el desarrollo inmobiliario, en una de las zonas más caras de Pachuca, de dos torres con 120 departamentos en las inmediaciones del parque David Ben Gurión, y que vendió a precios millonarios incluso antes de ser terminadas. La obra fue presumida por Fayad en un acto público.

A Martínez Domínguez, ha reportado la prensa local, el gobierno federal lo ha seguido de cerca desde que en 2014 se detectó la venta, a sobreprecio, de tabletas electrónicas al gobierno del estado para implementar un programa de digitalización de pequeños comercios afiliados a la Concanaco local.

Su empresa vendió 15 mil tabletas electrónicas por 87 millones de pesos pero una investigación de la UIF reveló que los aparatos tenían un costo real de casi 36 millones de pesos. El daño al erario hidalguense por esta transacción fue de unos 51 millones de pesos.

Me comentan que esta vivo en la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), que había entrado en pausa y que retomó la Unidad con Santiago Nieto durante su gestión, incluso que ha puesto lupa a los contratos que recibió este personaje durante el gobierno de Omar Fayad. Fue pues apenas la punta del iceberg (dirían los clásicos) para algo que después se conoció como la “estafa siniestra”.

Con la entrada de Menchaca al gobierno y el trabajo de Santiago Nieto a partir de seguirle la pista a empresarios, se detectó una red de corrupción, desde donde se habrían desviado cerca de 500 millones de pesos antes de concluir el gobierno de Fayad y que involucra además a 13 alcaldes, dos secretarías del estado, y el nombre de Martínez Domínguez.

Hace unas semanas le comenté en este espacio que en el gobierno de Hidalgo levantó sospechas la operación política y permanencia de Juan Carlos Martínez, durante los últimos tres gobiernos en la entidad, cerca de las más altas esferas del poder hidalguense.

Así pues, ante esta realidad, que ya es un escándalo entre empresarios y clase política tanto de Hidalgo como de Campeche, y que en breve podría saltar a la esfera penal, los gobernadores Julio Menchaca y Layda Sansores, deberán poner orden antes de que este personaje lleve a sus gobiernos a la oscuridad.

AVISO PARROQUAIL

Muchas gracias a El Sol de México y a la Organización Editorial Mexicana por su apoyo y acogerme en momentos oscuros. Muchas gracias querido lector por darle vida a esta columna que, compromiso cumplido, siempre presentará información corroborada con fuentes del más alto nivel. Tomaremos un descanso para reiniciar la primera s