/ sábado 24 de julio de 2021

Mi posición sobre Cuba

Por una #SociedadHorizontal


Las movilizaciones que se han presentado en Cuba están fundadas en hechos complejos. Desde el enojo provocado por las largas filas debidas al desabasto de alimentos y medicinas, los cortes continuos al suministro de energía eléctrica y la exigencia de que se acelere el plan de vacunación contra el COVID-19. Diversos analistas identifican como principal catalizador, el proceso de unificación monetaria desarrollado el presente año, que al provocar una fuerte inflación, incrementó el desabasto de productos de primera necesidad

En este caldo de cultivo, las marchas también evidenciaron críticas al sistema político imperante en la isla desde hace décadas. Con consignas como “¡Libertad!” y “¡Abajo la dictadura!”, el mundo observó a través de los teléfonos celulares a cientos, tal vez miles de cubanos que levantaron la voz, tomaron las calles y rompieron el silencio que habían guardado durante años. Las manifestaciones fueron nutridas, pero también la presencia policiaca que buscó disuadirlas. Al día de hoy no se sabe el número de detenidos, pues el gobierno no ha dado cifras exactas.

Muchas fueron las posiciones públicas de apoyo y rechazo. Mientras que en diversos espacios internacionales, se celebró la irrupción ciudadana, otros medios de izquierda criticaron los acontecimientos. Algunos de estos últimos subrayaron que “en Cuba las movilizaciones populares por el agravamiento de las penurias sociales a partir del COVID, quieren ser utilizadas por la derecha proimperialista”. El propio presidente caribeño, Miguel Díaz-Canel, declaró que las protestas masivas buscaban "fracturar la unidad" del pueblo cubano y que en ellas participaron "delincuentes".

Más allá de posiciones ideológicas, preocupa que en los hechos, se ha presentado un “apagón informativo” por el corte de internet y de los datos móviles. Esto es trascendente pues, al igual que en otras latitudes del mundo, las redes sociales han sido claves para la convocatoria y organización de este tipo de manifestaciones.

La posición del gobierno mexicano en voz del canciller Marcelo Ebrard se ha circunscrito ha criticar el bloqueo a Cuba que “está provocando impactos graves en el sufrimiento de la población”, esto refiriéndose a que “hoy en día las autoridades cubanas no pueden conseguir jeringas o medicamentos a causa del bloqueo”. También ha reiterado los principios de nuestra política internacional sobre el respeto a la autodeterminación de los pueblos.

Frente a esta situación vale la pena compartir algunas reflexiones. En un mundo hiperconectado, es indispensable que se generen condiciones inmediatas para que el pueblo cubano tenga acceso amplio y libre a internet. Las nuevas condiciones globales, definen que una sociedad, se trate del país del que se trate, cuente con herramientas suficientes de información para lograr una amplia discusión social respecto a los procesos que vive.

El acceso a internet no solo amplifica exponencialmente el universo de información, sino que a través de los nuevos mecanismos de comunicación que aportan las redes sociales, posibilita que una sociedad tome consciencia y se organice, para labrar su propio destino. Es equivocado que un gobierno rechace conducir un proceso emancipatorio de esta naturaleza. En paralelo, es indispensable convocar a las naciones a terminar el bloqueo que desde hace décadas afecta a Cuba, de una vez por todas.

La #SociedadHorizontal puede encontrar en la situación actual de la isla, una gran oportunidad para luchar por las libertades, respetando la autodeterminación de un pueblo cubano mejor informado y mejor organizado.

Por una #SociedadHorizontal


Las movilizaciones que se han presentado en Cuba están fundadas en hechos complejos. Desde el enojo provocado por las largas filas debidas al desabasto de alimentos y medicinas, los cortes continuos al suministro de energía eléctrica y la exigencia de que se acelere el plan de vacunación contra el COVID-19. Diversos analistas identifican como principal catalizador, el proceso de unificación monetaria desarrollado el presente año, que al provocar una fuerte inflación, incrementó el desabasto de productos de primera necesidad

En este caldo de cultivo, las marchas también evidenciaron críticas al sistema político imperante en la isla desde hace décadas. Con consignas como “¡Libertad!” y “¡Abajo la dictadura!”, el mundo observó a través de los teléfonos celulares a cientos, tal vez miles de cubanos que levantaron la voz, tomaron las calles y rompieron el silencio que habían guardado durante años. Las manifestaciones fueron nutridas, pero también la presencia policiaca que buscó disuadirlas. Al día de hoy no se sabe el número de detenidos, pues el gobierno no ha dado cifras exactas.

Muchas fueron las posiciones públicas de apoyo y rechazo. Mientras que en diversos espacios internacionales, se celebró la irrupción ciudadana, otros medios de izquierda criticaron los acontecimientos. Algunos de estos últimos subrayaron que “en Cuba las movilizaciones populares por el agravamiento de las penurias sociales a partir del COVID, quieren ser utilizadas por la derecha proimperialista”. El propio presidente caribeño, Miguel Díaz-Canel, declaró que las protestas masivas buscaban "fracturar la unidad" del pueblo cubano y que en ellas participaron "delincuentes".

Más allá de posiciones ideológicas, preocupa que en los hechos, se ha presentado un “apagón informativo” por el corte de internet y de los datos móviles. Esto es trascendente pues, al igual que en otras latitudes del mundo, las redes sociales han sido claves para la convocatoria y organización de este tipo de manifestaciones.

La posición del gobierno mexicano en voz del canciller Marcelo Ebrard se ha circunscrito ha criticar el bloqueo a Cuba que “está provocando impactos graves en el sufrimiento de la población”, esto refiriéndose a que “hoy en día las autoridades cubanas no pueden conseguir jeringas o medicamentos a causa del bloqueo”. También ha reiterado los principios de nuestra política internacional sobre el respeto a la autodeterminación de los pueblos.

Frente a esta situación vale la pena compartir algunas reflexiones. En un mundo hiperconectado, es indispensable que se generen condiciones inmediatas para que el pueblo cubano tenga acceso amplio y libre a internet. Las nuevas condiciones globales, definen que una sociedad, se trate del país del que se trate, cuente con herramientas suficientes de información para lograr una amplia discusión social respecto a los procesos que vive.

El acceso a internet no solo amplifica exponencialmente el universo de información, sino que a través de los nuevos mecanismos de comunicación que aportan las redes sociales, posibilita que una sociedad tome consciencia y se organice, para labrar su propio destino. Es equivocado que un gobierno rechace conducir un proceso emancipatorio de esta naturaleza. En paralelo, es indispensable convocar a las naciones a terminar el bloqueo que desde hace décadas afecta a Cuba, de una vez por todas.

La #SociedadHorizontal puede encontrar en la situación actual de la isla, una gran oportunidad para luchar por las libertades, respetando la autodeterminación de un pueblo cubano mejor informado y mejor organizado.