/ sábado 24 de agosto de 2019

Notimex: Imagen de México en el mundo (IV)

A 51 años de distancia


Durante 1969 la agencia siguió trabajando y creciendo, tanto en entusiasmo como en personal. Nuestros patrocinadores nos permitían esas posibilidades. En octubre fue lanzada la candidatura de Luis Echeverría a la Presidencia de México, y se inició la gira electoral que ha sido la más extensa hasta ahora, ya que prácticamente abarcó todo el territorio nacional y la que requirió más de los recursos modernos de la comunicación. Participar en esa gira fue una de las inolvidables experiencias de mi vida; primero, por recorrer y conocer mi país, sus habitantes, sus costumbres, sus paisajes, sus misterios; segundo, por sumergirnos en el mundo intrincado de la política partidista, que tiene como principal vitrina la campaña presidencial cada seis años; tercero, por sentirnos parte del aparato informativo más importante del país en esos momentos; y cuarto, por el orgullo de ser mexicanos.

Notimex participó con su equipo de reporteros y camarógrafos. También dos unidades móviles, una grande con un laboratorio de revelado de películas de 16 milímetros a color, y otra pequeña con una planta portátil de energía eléctrica. En aquel año solo había, en el mundo, otro laboratorio portable de revelado, que estaba posicionado en Vietnam transmitiendo, vía satélite, las barbaries de la guerra.

Todos los días de la campaña, los avezados camarógrafos Alberto Rodríguez y Alfonso Alvarado se turnaban para levantar imágenes de los actos de campaña del candidato. Los rollos de película de 1,400 pies se introducían en el laboratorio portátil de revelado.

Entre otras labores, al final del día debía acercarme al candidato y preguntarle si quería ver lo filmado ese día; iba yo provisto de proyector, bobinas, pantalla y 2 ó 3 focos. Fueron muchos los días que se le proyectaron las imágenes en los vestíbulos de los hoteles de alojamiento.

Nuestra pequeña unidad móvil con planta de luz sirvió en incontables ocasiones para que los habitantes de comunidades lejanas sin energía eléctrica tuviesen la oportunidad de participar en actos comunitarios con el candidato y con sus asistentes. Esa unidad era solicitada permanentemente por los periodistas de varios medios de comunicación para llevar a cabo sus entrevistas en cualquier lugar de la campaña. Notimex siempre participó con gusto en servir a los compañeros de la prensa.

El primero de nuestros objetivos, según el primer reglamento de la Agencia era coadyuvar al ejercicio del derecho a la información mediante la prestación de servicios profesionales en materia de noticias al Estado mexicano y a cualquier otra persona, entidad u organismo público o privado, nacional o extranjero, con auténtica independencia editorial. Y eso es lo que hicimos desde los inicios.

Ese año de 1969 fui requerido para abandonar momentáneamente la campaña y acudir a República Dominicana a una reunión de medios citada por el entonces presidente Joaquín Balaguer. Su personalidad era enigmática y llena del secretismo heredado de la Era de Trujillo, así como su afán de perpetuarse en el poder por medio de elecciones ilegales y mediante el empleo de terrorismo de Estado, que le ganó el mote de caudillo. Recuerdo que Balaguer siguió la ominosa dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, de infausta memoria. También tengo la honra de haber sido el primer reportero de la Agencia en salir del país para cubrir un evento.

Una semana después volví a integrarme a la campaña presidencial con algo más de experiencia obtenida en el trabajo diario.

Debo agregar que la profesión de periodista es probablemente la única en el mundo occidental que se puede ejercer sin haber cursado estudios de ninguna clase. El médico, el abogado, el ingeniero, el arquitecto no pueden ejercer su profesión sin tener un título universitario, o un diploma que garantice que están capacitados, y por ello autorizados, a desempeñar las tareas que les corresponden. Hoy en día, casi todas las universidades cuentan con las carreras de la comunicación, para capacitar al educando. Y es muy loable que así sea.

Si comparamos al periodista con cualquiera de los profesionales antes citados, es una rara avis que puede aprender los secretos de su trabajo sin pasar por las aulas de universidad alguna. Jamás recomendaré que sea así, pero he trabajado con excelentes periodistas que jamás habían estudiado periodismo.

Los periodistas de hoy están muchísimo más calificados que los de hace, simplemente, 20 años. Imaginemos nuestra poca experiencia de quienes iniciamos en Notimex hace 51 años. Algo aprendimos en la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales, pero no hay nada como la experiencia diaria y la labor persistente en las oficinas de redacción de los medios de comunicación. Solo en las redacciones, de impreso o digital, dará el joven aspirante el trascendental paso que lo convertirá en periodista.

Premio Nacional de Periodismo

pacofonn@yahoo.com.mx




A 51 años de distancia


Durante 1969 la agencia siguió trabajando y creciendo, tanto en entusiasmo como en personal. Nuestros patrocinadores nos permitían esas posibilidades. En octubre fue lanzada la candidatura de Luis Echeverría a la Presidencia de México, y se inició la gira electoral que ha sido la más extensa hasta ahora, ya que prácticamente abarcó todo el territorio nacional y la que requirió más de los recursos modernos de la comunicación. Participar en esa gira fue una de las inolvidables experiencias de mi vida; primero, por recorrer y conocer mi país, sus habitantes, sus costumbres, sus paisajes, sus misterios; segundo, por sumergirnos en el mundo intrincado de la política partidista, que tiene como principal vitrina la campaña presidencial cada seis años; tercero, por sentirnos parte del aparato informativo más importante del país en esos momentos; y cuarto, por el orgullo de ser mexicanos.

Notimex participó con su equipo de reporteros y camarógrafos. También dos unidades móviles, una grande con un laboratorio de revelado de películas de 16 milímetros a color, y otra pequeña con una planta portátil de energía eléctrica. En aquel año solo había, en el mundo, otro laboratorio portable de revelado, que estaba posicionado en Vietnam transmitiendo, vía satélite, las barbaries de la guerra.

Todos los días de la campaña, los avezados camarógrafos Alberto Rodríguez y Alfonso Alvarado se turnaban para levantar imágenes de los actos de campaña del candidato. Los rollos de película de 1,400 pies se introducían en el laboratorio portátil de revelado.

Entre otras labores, al final del día debía acercarme al candidato y preguntarle si quería ver lo filmado ese día; iba yo provisto de proyector, bobinas, pantalla y 2 ó 3 focos. Fueron muchos los días que se le proyectaron las imágenes en los vestíbulos de los hoteles de alojamiento.

Nuestra pequeña unidad móvil con planta de luz sirvió en incontables ocasiones para que los habitantes de comunidades lejanas sin energía eléctrica tuviesen la oportunidad de participar en actos comunitarios con el candidato y con sus asistentes. Esa unidad era solicitada permanentemente por los periodistas de varios medios de comunicación para llevar a cabo sus entrevistas en cualquier lugar de la campaña. Notimex siempre participó con gusto en servir a los compañeros de la prensa.

El primero de nuestros objetivos, según el primer reglamento de la Agencia era coadyuvar al ejercicio del derecho a la información mediante la prestación de servicios profesionales en materia de noticias al Estado mexicano y a cualquier otra persona, entidad u organismo público o privado, nacional o extranjero, con auténtica independencia editorial. Y eso es lo que hicimos desde los inicios.

Ese año de 1969 fui requerido para abandonar momentáneamente la campaña y acudir a República Dominicana a una reunión de medios citada por el entonces presidente Joaquín Balaguer. Su personalidad era enigmática y llena del secretismo heredado de la Era de Trujillo, así como su afán de perpetuarse en el poder por medio de elecciones ilegales y mediante el empleo de terrorismo de Estado, que le ganó el mote de caudillo. Recuerdo que Balaguer siguió la ominosa dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, de infausta memoria. También tengo la honra de haber sido el primer reportero de la Agencia en salir del país para cubrir un evento.

Una semana después volví a integrarme a la campaña presidencial con algo más de experiencia obtenida en el trabajo diario.

Debo agregar que la profesión de periodista es probablemente la única en el mundo occidental que se puede ejercer sin haber cursado estudios de ninguna clase. El médico, el abogado, el ingeniero, el arquitecto no pueden ejercer su profesión sin tener un título universitario, o un diploma que garantice que están capacitados, y por ello autorizados, a desempeñar las tareas que les corresponden. Hoy en día, casi todas las universidades cuentan con las carreras de la comunicación, para capacitar al educando. Y es muy loable que así sea.

Si comparamos al periodista con cualquiera de los profesionales antes citados, es una rara avis que puede aprender los secretos de su trabajo sin pasar por las aulas de universidad alguna. Jamás recomendaré que sea así, pero he trabajado con excelentes periodistas que jamás habían estudiado periodismo.

Los periodistas de hoy están muchísimo más calificados que los de hace, simplemente, 20 años. Imaginemos nuestra poca experiencia de quienes iniciamos en Notimex hace 51 años. Algo aprendimos en la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales, pero no hay nada como la experiencia diaria y la labor persistente en las oficinas de redacción de los medios de comunicación. Solo en las redacciones, de impreso o digital, dará el joven aspirante el trascendental paso que lo convertirá en periodista.

Premio Nacional de Periodismo

pacofonn@yahoo.com.mx