/ jueves 1 de abril de 2021

Protocolo policial asesino y discriminación

El pasado sábado 27 de marzo de 2021, un lugar al que hemos calificado de paraíso, terminó por convertirse en un infierno, con el asesinato de la salvadoreña Victoria Salazar, a manos de policías del municipio de Tulum, en el estado de Quintana Roo, en un hecho que, además de hacernos ver una criminal brutalidad policial, nos presentó violencia hacia la mujer, discriminación por origen y una total falla de los protocolos de actuación por parte de fuerzas de seguridad, tanto en México, como en otras naciones.

Quizá se pregunten el por qué les estoy planteando los protocolos de la policía en México y en otros países.

Esto es porque básicamente, el protocolo que los “efectivos” policiales utilizaron en Tulum, para someter a la salvadoreña Victoria Salazar, quitándole la vida, fueron los mismos que el agente de Minnesota, Derek Chauvin, usó para detener al afroamericano George Floyd, en el verano del 2020, desatando uno de los conflictos raciales más fuertes de que se tenga memoria en Estados Unidos y que entre otras cosas, llevó al surgimiento del movimiento ‘Black Lives Matter” (Las vidas de los negros importan).

En los dos casos, vimos que se utilizó exactamente un mismo protocolo para inmovilizar a un detenido, en el caso de Minneapolis y a una detenida, en el caso de Tulum. Este, consiste en aprisionar el cuello de la persona con la rodilla, a fin de dejarle sin alternativa alguna para desplazarse.

De tal forma, en ambos casos, la persona detenida terminó muriendo. En el caso de George Floyd, por obstruir totalmente su respiración durante nueve minutos; en cuanto a la salvadoreña, la presión ejercida fue tal, que llevó a la fractura de la primera y segunda vértebras de la columna vertebral, lo que le costó la vida en el lugar de los hechos.

De tal forma, un mismo protocolo policial aplicado sin pericia y de forma completamente criminal, le costó la vida a dos detenidos, de los que también se debe señalar que eran objeto de discriminación. En el caso de George Floyd, fue por motivos raciales a manos de policías blancos, en una ciudad del norte de Estados Unidos, gestando un conflicto racial.

En cuanto a lo ocurrido en México, la discriminación bien puede señalarse, tanto por ser mujer, como por tratarse de una inmigrante procedente de El Salvador, en el sureño estado de Quintana Roo, donde hay graves problemas de discriminación a quienes llegan desde Centroamérica, por generarles un estereotipo de delincuentes. Hay que añadir, el hecho de ser mujer en un país como el nuestro, en el que la violencia de género ha crecido de forma exponencial en los años recientes.

Lo primero que nos arroja esta situación, es la urgencia de cambiar los protocolos policiales y trabajar a fondo en materia de derechos humanos y contra la discriminación, teniendo como prioridad, el respeto de las garantías individuales y con ellas la más importante de todas, que es la vida, con el fin de que no volvamos a ver casos como los de George Floyd o el de Victoria Salazar, ni en nuestro país, ni en algún otro.

FB: YolandaDeLaTorreV

@yoladelatorre

El pasado sábado 27 de marzo de 2021, un lugar al que hemos calificado de paraíso, terminó por convertirse en un infierno, con el asesinato de la salvadoreña Victoria Salazar, a manos de policías del municipio de Tulum, en el estado de Quintana Roo, en un hecho que, además de hacernos ver una criminal brutalidad policial, nos presentó violencia hacia la mujer, discriminación por origen y una total falla de los protocolos de actuación por parte de fuerzas de seguridad, tanto en México, como en otras naciones.

Quizá se pregunten el por qué les estoy planteando los protocolos de la policía en México y en otros países.

Esto es porque básicamente, el protocolo que los “efectivos” policiales utilizaron en Tulum, para someter a la salvadoreña Victoria Salazar, quitándole la vida, fueron los mismos que el agente de Minnesota, Derek Chauvin, usó para detener al afroamericano George Floyd, en el verano del 2020, desatando uno de los conflictos raciales más fuertes de que se tenga memoria en Estados Unidos y que entre otras cosas, llevó al surgimiento del movimiento ‘Black Lives Matter” (Las vidas de los negros importan).

En los dos casos, vimos que se utilizó exactamente un mismo protocolo para inmovilizar a un detenido, en el caso de Minneapolis y a una detenida, en el caso de Tulum. Este, consiste en aprisionar el cuello de la persona con la rodilla, a fin de dejarle sin alternativa alguna para desplazarse.

De tal forma, en ambos casos, la persona detenida terminó muriendo. En el caso de George Floyd, por obstruir totalmente su respiración durante nueve minutos; en cuanto a la salvadoreña, la presión ejercida fue tal, que llevó a la fractura de la primera y segunda vértebras de la columna vertebral, lo que le costó la vida en el lugar de los hechos.

De tal forma, un mismo protocolo policial aplicado sin pericia y de forma completamente criminal, le costó la vida a dos detenidos, de los que también se debe señalar que eran objeto de discriminación. En el caso de George Floyd, fue por motivos raciales a manos de policías blancos, en una ciudad del norte de Estados Unidos, gestando un conflicto racial.

En cuanto a lo ocurrido en México, la discriminación bien puede señalarse, tanto por ser mujer, como por tratarse de una inmigrante procedente de El Salvador, en el sureño estado de Quintana Roo, donde hay graves problemas de discriminación a quienes llegan desde Centroamérica, por generarles un estereotipo de delincuentes. Hay que añadir, el hecho de ser mujer en un país como el nuestro, en el que la violencia de género ha crecido de forma exponencial en los años recientes.

Lo primero que nos arroja esta situación, es la urgencia de cambiar los protocolos policiales y trabajar a fondo en materia de derechos humanos y contra la discriminación, teniendo como prioridad, el respeto de las garantías individuales y con ellas la más importante de todas, que es la vida, con el fin de que no volvamos a ver casos como los de George Floyd o el de Victoria Salazar, ni en nuestro país, ni en algún otro.

FB: YolandaDeLaTorreV

@yoladelatorre