Algunas veces es más fácil darse cuenta que otras, sin embargo, decimos que alguien miente si señala o afirma lo contrario a la realidad, lo que debe ser, cree o piensa.
Mentir o faltar a la verdad, aparta de principios morales y valores, pero eso no es obstáculo para quienes ven en ello la oportunidad de influir en la opinión y decisiones de las personas.
Seguramente hemos escuchado que repetir muchas veces una mentira, la volverá realidad, quienes están convencidos de eso, lo hacen una disciplina.
Diariamente estamos expuestos a la manipulación de hechos ciertos, que son disfrazados o adecuados según la conveniencia de la llamada 4T, para muestra, una mañanera…
Mucho tiempo antes de asumir la presidencia de la República, el siempre “buen candidato” Andrés Manuel López Obrador, se dedicó a señalar y criticar lo que él consideraba error del gobernante en turno.
Probablemente al momento de asumir el poder, recordó que ser candidato por muchos años, no es lo mismo que tener en sus manos la responsabilidad y el futuro del país, por eso se dedicó a culpar de todo a los gobiernos anteriores.
Hoy, en el ocaso de su administración y a escasos 7 meses de concluir su sexenio, ya no puede excusar el mal resultado de su gestión en los gobiernos anteriores.
Empecinado en concretar lo que prometió durante más de 10 años de campaña, se convenció de su “verdadera transformación para el país”, y se dedicó a destruir y atacar lo que considera hecho por “el viejo régimen”, “los conservadores” o “la mafia en el poder”.
Así los últimos 5 años hemos visto ataques contra instituciones que defienden y garantizan nuestros derechos, resultado de la democracia que se consolidó a costa de años en el país.
Varios ejemplos saltan de inmediato, como la lucha férrea en contra del INE, la Suprema Corte de Justicia, los Tribunales electorales, o incluso en modelos de salud, como el seguro popular.
El intento más reciente de engañar e influir en la opinión pública, justamente se da en el contexto de una contienda electoral, pues pretende sacar nuevamente un beneficio para su movimiento:
El presidente presentó una serie de propuestas para reformar la Constitución, y tiempo antes de anunciarlas formalmente, intentó -como es costumbre en la 4T- generar especulación, diciendo que los demás partidos políticos a quienes llama conservadores, estaban en contra.
Sin embargo, al revisar sus propuestas encontramos fraseo de cosas que hoy son una realidad, como garantizar programas sociales, derecho a la vivienda, entre otros, poniendo en evidencia el manejo a modo y en el discurso de los derechos que ya reconocen nuestras leyes.
Y estos derechos, no son mérito de la 4T, son gracias a las generaciones que durante años, lucharon por conquistar, mantener e incrementar los derechos que nos permite una sociedad democrática.