Da igual ser de Derechas que de Izquierdas. Da igual cambiar de partido. Da igual, que los precandidatos digan estulticia y media, que sus seguidores siguen aplaudiéndolos. Parece que ya todo da igual.
Los “políticos” sólo tienen una idea en la mente: conseguir el Poder, a costa de lo que sea y, ¿para qué?, pues sólo para tener el Poder por el Poder.
Se lapidaron las ideologías, los principios, los valores y el pragmatismo se convierte en el centro de cualquier corriente de pensamiento. ¿Que hay que aliarse con la oposición rabiosa, a la que se criticó hasta el agotamiento? se alían.
¿Qué hay que ponerle gran sonrisa a quien fue el peor de los enemigos? Se le pone. ¿Que hay que tragarse el tratar con aquellos a quienes se consideró “pelusa, nacos” o viceversa, “pirrurris y sangrones”? se trata con ellos.
Sin límites, sin cortapisas, sin un resabio ético se cambia de “chip” y se adapta a las nuevas fórmulas, que en última instancia resultan igual de huecas, que las que se tenían. En el amor y en la grilla, todo se vale.
Desde que tengo memoria, jamás había visto tanta incongruencia. Para López Obrador, hasta la “mafia en el poder” tiene perdón. Como en una vieja foto que circula por internet, volverá a ser el gran compinche de Carlos Salinas de Gortari. Él no quiere venganza ni tiene rencores. ¿Tampoco sangre en las venas, de acuerdo a su reiterativo discurso de años?
Hay quien ve su nueva actitud como ejemplo de madurez, de aprendizaje después de sus dos descalabros para llegar a Los Pinos. Hay que convencer de que gobernará para todos y hará a un lado radicalismos de otras épocas. ¡Que se lo crea Rita!
Las tres fuerzas contendientes –los demás sirven para completar el voto necesario y hacer ruido-, están conscientes de la necesidad de atraer a los indecisos y el sufragio de jóvenes, que supone una millonada.
Les urge cooptar a quienes, decepcionados porque les negaron una candidatura, emigran a la búsqueda del único acicate: el Poder. Les ofrecen pluris –como Gabriela Cuevas-, así les reduzcan las posibilidades a quienes son auténticos militantes.
Acción Nacional está entre la espada y la pared. Al constituirse el Frente por México, tuvo que aceptar el sacrificio de cientos de posiciones. Tanto el PRD, como Movimiento Ciudadano, le entraron al juego a sabiendas de que era su tabla de salvación y la de muchos de sus miembros, que podrán acceder al Congreso o a una Presidencia Municipal.
Al destape de las listas definitivas, vendrá el crujir de dientes, los enconos y la amenaza de apoyar al contrario. Un número, cada día mayor, anteponiéndose al peligro, puso y pone pies en polvorosa.
En serios aprietos está el PRI. Con su agenda maquiavélica, López Obrador organiza un encuentro SNTE y CNTE en Oaxaca, en el que repetirá su rollo de acabar con la Reforma Educativa y logrará jalar un alto porcentaje del voto magisterial. Cuenta ya con el apoyo de quien fue líder del SNTE, Ochoa y del yerno y el nieto de Elba Esther Gordillo. A la maestra en reclusión domiciliaria, le viene bien aquello de que, la venganza es el más dulce de los manjares.
En Chiapas sigue la rencilla, por la imposición de Albores, pleito casado con un fuerte sector del Verde. El Estado de México y Zacatecas, tampoco son peras en dulce, lo que implica que la maquinaria tiene problemas graves.
Si parecía complicado el proceso electoral, el término se queda corto. Aunque a tantos, ¡les dé igual!
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