El fin de semana el mundo vió como en una acción militar, concertada entre Estados Unidos América (EUA), Francia y Reino Unido, fueron atacadas instalaciones del régimen sirio de Bachar el Asad, en represalia por el uso de armas químicas contra los grupos rebeldes de su país. Recordemos que Siria mantiene una sangrienta guerra civil que lleva más de 10 años. Pero también es cierto que la utilización de sustancias químicas como arma de guerra es algo que ha sido condenado y que está prohibido desde principios del siglo pasado (1925) y que, de acuerdo con el gobierno de EUA, el régimen sirio ha realizado 50 ataques a su población con armas químicas.
Las armas químicas son consideradas sumamente letales y crueles debido a que por su naturaleza e impacto es generalizado y mata o desfigura a cualquier ser vivo, a cualquier persona, sin importar si forma parte del conflicto o no. Además deja consecuencias pues si se sobrevive a los químicos pueden quedar heridas y secuelas de por vida. Actualmente la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) es la organización internacional que los Estados Partes adherentes a la Convención sobre las Armas Químicas crearon en 1997 para asegurar la eficacia de la Convención y el logro de sus fines como son: Verificar y confirmar la destrucción de las armas químicas existentes; mantener la vigilancia sobre ciertas actividades de la industria química para aminorar el riesgo de que sustancias químicas comerciales se utilicen con fines de armas químicas; prestar asistencia y protección a los estados miembros que fuesen atacados o amenazados con armas químicas, inclusive por terroristas; y promover la cooperación internacional para el empleo de la química con fines pacíficos. México firmó su adhesión a esta organización desde 1993.
Esta situación de ataques militares tiene otros condicionantes relacionados con la geopolítica al enfrentar indirectamente a EUA con Rusia, quien es aliado del régimen sirio. Se trata de una especie de retorno a las décadas de la Guerra Fría, cuando la Unión Soviética y EUA se enfrentaban a través de apoyar, armar o intervenir militarmente a países en conflicito o que comenzaban a tomar partido hacia uno u otro bando. Así este conflicto amenaza con adquirir una dimensión mundial en función de la reacción que tenga el gobierno ruso o, inclusive Irán, otro aliado del gobierno de Siria. Por otra parte, como la ubicación de Siria en Oriente Medio (Zona de constantes tensiones y conflictos bélicos) con fronteras con Turquía, Irak, Israel, Jordania y Líbano, afecta a una región de producción y/o tránsito petrolero, de inmediato hubo un impacto en el precio del hidrocarburo.
Esto llama a la reflexión de los riesgos latentes que trae consigo el contexto internacional que siempre de alguna manera llega a afectar a economías como la mexicana, primero por su vecindad con EUA y, en segundo lugar, por el efecto en la oferta, la demanda y el precio de materias primas estratégicas como en este caso lo es el petróleo. Finalmente, ante los hechos recientes, el gobierno de México adoptó una posición acorde con los principios constitucionales y los acuerdos internacionales firmados por lo que condenó el uso de armas químicas.
Esta situación es un ejemplo del complicado entorno internacional y de los retos que debe enfrentar México para evitar efectos negativos que alteren su economía y sus relaciones internacionales. De ahí que sea relevante que el país siga siendo un referente internacional con capacidad de interlocución y de presentar propuestas a favor de un clima de paz y distensión mundial.
