/ viernes 19 de marzo de 2021

Tercer rebrote

Hay pocas cosas más peligrosas que las grandes esperanzas. Estamos en un momento lleno de optimismo, con noticias alentadoras como la disminución de contagios en el país, el proceso de vacunación avanza de forma sostenida y la llegada de lotes de vacunas en grandes cantidades. Sin embargo, tenemos la gran oportunidad de aprender de otros países que enfrentaron la pandemia primero que México y tienen un ciclo más adelantado. Esta oportunidad de ver la ruta por la que han avanzado otros, nos permite visualizar que existe un riesgo casi inminente de una tercera ola de contagios.

Esta semana la OMS declaró un aumento del 10% de casos COVID en el mundo. Países europeos como Italia y Francia han declarado nuevamente un confinamiento a un año de la declaración de pandemia. En las últimas semanas han visto aumentar considerablemente contagios, decesos y las alarmas persisten por el incremento de nuevas cepas del virus que algunos científicos declaran más contagiosas y mortales. El relajamiento de las medidas de prevención y la apertura apresurada, sin control de escuelas, negocios y oficinas, han provocado que algunos países se encuentren una vez más al borde del colapso en sus hospitales.

América no es la excepción. Brasil recientemente declaró su número más alto en contagios de 90 mil en un solo día, provocando que se ubique en una nueva ola. Sus hospitales ya se encuentran en colapso y la vacunación no es ni del 5% en todo el país. En estos momentos la nación sudamericana es el epicentro de COVID en el mundo, así como el origen de las cepas más peligrosas de las que se tiene registro. La causa fue similar a los países europeos: el relajamiento de medidas. El optimismo en Estados Unidos por el gran avance en vacunación ha provocado que estados como Texas hayan declarado que se pueden relajar las medidas de prevención, aun cuando se sigue teniendo un número significativo de contagios y defunciones. Estamos lejos de declarar un fin de la pandemia.

Así como se advirtió un rebrote por las fiestas decembrinas y de año nuevo, es muy posible que se dé una nueva combinación peligrosa para el desarrollo y la salud en México. En primer lugar, la falsa sensación de seguridad derivada de la vacunación y la disminución hospitalaria ha causado que se relajen las medidas sanitarias y preventivas. Para México, las vacaciones de Semana Santa serán una prueba de fuego, que determinarán si aprendimos de nuestros errores de diciembre, o nuestra falta de cuidado y prevención, nos provocarán más daño y dolor.

@LuisH_Fernandez

Hay pocas cosas más peligrosas que las grandes esperanzas. Estamos en un momento lleno de optimismo, con noticias alentadoras como la disminución de contagios en el país, el proceso de vacunación avanza de forma sostenida y la llegada de lotes de vacunas en grandes cantidades. Sin embargo, tenemos la gran oportunidad de aprender de otros países que enfrentaron la pandemia primero que México y tienen un ciclo más adelantado. Esta oportunidad de ver la ruta por la que han avanzado otros, nos permite visualizar que existe un riesgo casi inminente de una tercera ola de contagios.

Esta semana la OMS declaró un aumento del 10% de casos COVID en el mundo. Países europeos como Italia y Francia han declarado nuevamente un confinamiento a un año de la declaración de pandemia. En las últimas semanas han visto aumentar considerablemente contagios, decesos y las alarmas persisten por el incremento de nuevas cepas del virus que algunos científicos declaran más contagiosas y mortales. El relajamiento de las medidas de prevención y la apertura apresurada, sin control de escuelas, negocios y oficinas, han provocado que algunos países se encuentren una vez más al borde del colapso en sus hospitales.

América no es la excepción. Brasil recientemente declaró su número más alto en contagios de 90 mil en un solo día, provocando que se ubique en una nueva ola. Sus hospitales ya se encuentran en colapso y la vacunación no es ni del 5% en todo el país. En estos momentos la nación sudamericana es el epicentro de COVID en el mundo, así como el origen de las cepas más peligrosas de las que se tiene registro. La causa fue similar a los países europeos: el relajamiento de medidas. El optimismo en Estados Unidos por el gran avance en vacunación ha provocado que estados como Texas hayan declarado que se pueden relajar las medidas de prevención, aun cuando se sigue teniendo un número significativo de contagios y defunciones. Estamos lejos de declarar un fin de la pandemia.

Así como se advirtió un rebrote por las fiestas decembrinas y de año nuevo, es muy posible que se dé una nueva combinación peligrosa para el desarrollo y la salud en México. En primer lugar, la falsa sensación de seguridad derivada de la vacunación y la disminución hospitalaria ha causado que se relajen las medidas sanitarias y preventivas. Para México, las vacaciones de Semana Santa serán una prueba de fuego, que determinarán si aprendimos de nuestros errores de diciembre, o nuestra falta de cuidado y prevención, nos provocarán más daño y dolor.

@LuisH_Fernandez