/ miércoles 22 de noviembre de 2017

X Aniversario Patrimonio Cultural de CU

Este año se cumplió el X aniversario de que la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, declarara al campus de Ciudad Universitaria (CU) Patrimonio Mundial.

En seguimiento a ese acontecimiento, la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, ha llevado a cabo varias actividades para la celebración que sin duda es un motivo para destacar la importancia del campus que ha sido icónico desde su arquitectura y la obra plástica, pero sobre todo de los miles y miles de estudiantes que se han formado desde que se construyó entre los años de 1950 y 1954; y ofrece sus espacios como una forma de recreación a la que prácticamente todos tenemos acceso. En estos días como casi en todo el año, se pueden apreciar las magníficas obras que enriquecen el campus de CU y que a la vez son una gran lección de la historia mexicana y mundial

Este tipo de actos son una importante manifestación viva y activa que nos mueve a todos los universitarios a seguir impulsando las funciones intrínsecas de toda institución que tiene bajo su responsabilidad gran parte de la educación superior nacional en todas sus vertientes: la docencia, la investigación y la extensión de la cultura.

En paralelo tenemos que hacer una seria reflexión sobre los niveles académicos en que se encuentran en general las universidades del país, la educación superior, y qué esperamos que suceda con los cambios que se aproximan el siguiente año. Es por eso que preocupa que varias de las instituciones de educación superior públicas del país están atravesando por serios problemas financieros, de supervivencia, de movimientos y actos ajenos a su naturaleza y hasta de corrupción.

Las universidades no pueden seguir deteniendo su camino o dependiendo sus avances en el conocimiento, en función de los cambios políticos del país; entre pugnas con los gobiernos locales y para servir a diferentes intereses, como lamentablemente sucede en varias entidades federativas de México. Como en muchos otros países deberían quedar al margen y blindarse ante toda la serie de embates y dejar de ser la arena de confrontaciones partidarias y partidistas.

Es de lamentar que por una parte nos congratulamos del valor cultural de la gran mayoría de los recintos universitarios del país y por la otra, no tengan sus comunidades en general un clima de tranquilidad y seguridad para que tanto estudiantes como docentes acudan con la certeza de que sus clases no se interrumpirán y de que conseguirán sus objetivos.

Si bien hemos avanzado en muchos aspectos de convivencia y civilidad en varios aspectos de la vida, nos falta aún mucho por valorar y revalorar y darnos cuenta de que si las universidades no avanzan a la excelencia, seguiremos andando en la mediocridad. En mucho de ello tienen que ver quienes manejan la política y sus vínculos que los unen a los grupos de poder.

Este año se cumplió el X aniversario de que la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, declarara al campus de Ciudad Universitaria (CU) Patrimonio Mundial.

En seguimiento a ese acontecimiento, la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, ha llevado a cabo varias actividades para la celebración que sin duda es un motivo para destacar la importancia del campus que ha sido icónico desde su arquitectura y la obra plástica, pero sobre todo de los miles y miles de estudiantes que se han formado desde que se construyó entre los años de 1950 y 1954; y ofrece sus espacios como una forma de recreación a la que prácticamente todos tenemos acceso. En estos días como casi en todo el año, se pueden apreciar las magníficas obras que enriquecen el campus de CU y que a la vez son una gran lección de la historia mexicana y mundial

Este tipo de actos son una importante manifestación viva y activa que nos mueve a todos los universitarios a seguir impulsando las funciones intrínsecas de toda institución que tiene bajo su responsabilidad gran parte de la educación superior nacional en todas sus vertientes: la docencia, la investigación y la extensión de la cultura.

En paralelo tenemos que hacer una seria reflexión sobre los niveles académicos en que se encuentran en general las universidades del país, la educación superior, y qué esperamos que suceda con los cambios que se aproximan el siguiente año. Es por eso que preocupa que varias de las instituciones de educación superior públicas del país están atravesando por serios problemas financieros, de supervivencia, de movimientos y actos ajenos a su naturaleza y hasta de corrupción.

Las universidades no pueden seguir deteniendo su camino o dependiendo sus avances en el conocimiento, en función de los cambios políticos del país; entre pugnas con los gobiernos locales y para servir a diferentes intereses, como lamentablemente sucede en varias entidades federativas de México. Como en muchos otros países deberían quedar al margen y blindarse ante toda la serie de embates y dejar de ser la arena de confrontaciones partidarias y partidistas.

Es de lamentar que por una parte nos congratulamos del valor cultural de la gran mayoría de los recintos universitarios del país y por la otra, no tengan sus comunidades en general un clima de tranquilidad y seguridad para que tanto estudiantes como docentes acudan con la certeza de que sus clases no se interrumpirán y de que conseguirán sus objetivos.

Si bien hemos avanzado en muchos aspectos de convivencia y civilidad en varios aspectos de la vida, nos falta aún mucho por valorar y revalorar y darnos cuenta de que si las universidades no avanzan a la excelencia, seguiremos andando en la mediocridad. En mucho de ello tienen que ver quienes manejan la política y sus vínculos que los unen a los grupos de poder.