Desafiar las reglas del diseño para romper con lo convencional, es una de las mayores virtudes del diseñador japonés Issey Miyake, que lo ha llevado a la cima del éxito. Así lo demostró una vez más en la presentación de su colección otoño-invierno, en la Semana de la Moda de París, donde los colores inusuales y formas orgánicas fueron la esencia de su más reciente creación.
Su colaborador, el diseñador japonés Satoshi Kondo, a cargo de la línea femenina de la marca, indicó en sus notas del desfile, que buscaba "liberarse del tiempo y del espacio… de la historia y de las culturas".
El resultado es una colección visualmente heterogénea confeccionada con materiales innovadores, arriesgados estilos y llamativos colores. Sin embargo lo que más sorprendió a los expertos, fue el juego de volúmenes, con vestidos plisados, envolventes y drapeados, túnicas y la combinación de conjuntos con accesorios como gorros, pasamontañas, capas y tejidos.
Kondo, quien ocupa el cargo desde 2019, ha trabajado en el "mix and match", este arte de crear su propio estilo, su propia personalidad, fusionando la estética y el ingenio.
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Bajo la supervisión de Miyake, Kondo creó un atuendo que combina con elegancia colores que normalmente no se pueden combinar: negro y ciruela o negro y azul marino.
El desfile se llevó a cabo en un lugar inusual, el Museo de la Inmigración de París, un edificio de estilo art deco sede donde el público se da cita en la semana más importante de la industria de la confección internacional.
Nacido en 1984, Satoshi Kondo comenzó como miembro del equipo de diseño de la casa Miyake, antes de ser bendecido por el propio maestro (fallecido en 2022) para tomar las riendas.