Más que una moda, la camiseta es una rebelde con causa

La prenda se convirtió en una prenda fresca y ligera que, con el paso del tiempo, confirma su lado rebelde y contestatario

EFE

  · lunes 5 de agosto de 2019

Las franelas muestran mensajes para sembrar semillas, asegura la diseñadora Katharine Hamnett / Foto: EFE

De manga corta, sin botones y cuello a la caja, así de sencillo es el patrón de la camiseta que se utiliza para andar por casa, para dormir, hacer deporte, ir a la oficina, salir a cenar y también para bailar.

Hoy se presenta en infinidad de formas y colores, además de mostrar su lado contestatario con potentes mensajes sociales, medioambientales o políticos.

En los años 80 del siglo XX, la diseñadora Katharine Hamnett inventó la camiseta con mensaje, una idea copiada hasta la saciedad que nunca pensó que alcanzaría cotas de éxito tan altas. "Pero está bien que sea así, eso demuestra que a todos nos interesan las mismas cosas", dice en una entrevista la británica nacida en Kent.

Antes de ser ícono de moda, la camiseta tuvo otros cometidos. En la Edad Media, los soldados la utilizaban como parapeto a las rozaduras de las armaduras y los nobles para evitar que el sudor manchara sus telas adamascadas.

Sin embargo, tal y como la conocemos hoy nació en Europa en 1913 con la función de ser ropa interior. Años después, Coco Chanel la mostró al exterior y la decoró con rayas marineras. Tras la II Guerra Mundial, la camiseta pasó a ser una prenda de exterior.

En 1948 aparece el primer modelo con un mensaje impreso como una importante herramienta para apoyar la candidatura del que fuera gobernador de Nueva York, Thomas E. Denwey.

El cine también se fijó en ella. Actores como Marlon Brando en A Streetcar Named Desire (1951), o James Dean en Rebeld Without a Cause (1955) se convirtieron en hombres deseados.

En 1962, el diseñador francés Christian Dior la elevó a la máxima categoría y la combinó con prendas de alta costura.

Fueron años en los que las feminista también lucían camisetas que hacían referencia a la igualdad de género.

En la década de 1970, Yves Saint Lauren la subió a la pasarela y la mostró con su logotipo, las míticas "YSL".

En los 80, Adolfo Domínguez vistió con ellas al detective James Sonny Crockett, papel que encarnaba Don Johnson, en la serie Miami Vice.

El look era traje de chaqueta y camiseta, combinación que aligeró el traje sin perder elegancia.

En esta década, la prenda también se utilizó para manifestar un estilo de vida de grupos de rock o tribus urbanas y se convierte, junto a los pantalones vaqueros, en uniforme habitual para ir a conciertos y vivir la calle.

A finales del siglo XX, la camiseta vive un "boom" y se empiezan a hacer diseños personalizados. Jean Paul Gaultier las vuelve a poner de moda con diseños marineros y Giorgio Armani la convierte en su prenda fetiche.

Míticos resultan también los modelos de algodón con letras en mayúsculas y mensajes claros y directos como "CHOOSE LIFE" (Elige la vida); mensajes antibélicos o como el que lució George Michael en uno de los videos de "Wham!".

Otros de los más conocidos en su momento fueron "USE CONDOM" (Usa condón), que lució Naomi Campbell o el del mensaje "PEACE" (paz), ideados por Katharine Hamnett, que también centró sus mensajes en la política antimisiles, en la dramática situación de África y sobre la sostenibilidad medioambiental.

"Los mensajes siembran semillas de ideas en el cerebro. No puedes no leerlas, pero no logran nada a menos que haya un compromiso político", concluye la diseñadora británica.