A pocos días de cumplir tres años, el príncipe Jorge cumplióel sueño de miles de niños al instalarse ayer a los mandos de unavión de caza bajo la atenta y orgullosa mirada de su padre, elpríncipe Guillermo.
El duque de Cambridge ayudó su hijo a instalarse en la cabinade un “Hawk”, un avión emblemático de los “Red Arrows”,la patrulla acrobática de la Royal Air Force británica, duranteun evento aéreo en Fairford en el suroeste de Inglaterra.
Dotado de auriculares antiruido, Jorge, que cumplirá tres añosel 22 de julio, también pudo tomar asiento a bordo de unhelicóptero “Squirrel”, acompañado de su madre Catalina,mientras que Guillermo se instalaba en el asiento del piloto.
“Como me esperaba, al príncipe Jorge le impresionó un pocoel ruido y el hecho de encontrarse en el interior de unhelicóptero”, informó el teniente Jim Hobkirk, que acompañó ala familia real durante la visita.
Jorge se mostró “muy interesado en el rotor de cola. Imaginoque el duque ya le había hablado de ello, porque no paraba dedecir: ‘rotor de cola’”, añadió el teniente.
El príncipe Guillermo conoce bien el helicóptero en cuestión,porque con este mismo aparato consiguió su licencia de piloto, unoficio que ejerce actualmente a tiempo parcial en un servicio deambulancia aérea.