¿Te has puesto a pensar en un mundo donde las mujeres puedan reproducirse sin necesidad de un hombre? Tal vez sea una realidad en los próximos años, ya que científicos liderados por Karim Nayernia, especialista en biología celular, han descubierto un ruta para que las mujeres no requieran de un hombre para tener hijo.
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El origen del experimento
Hay que mencionar que dicha idea surgió mientras se experimentaba sobre como dar solución a los problemas de infertilidad de los hombres.
El experimento fue pionero al analizar el problema de la infertilidad en relación al hombre, ya que este estudio siempre se había realizado en mujeres.
Una de los respuestas a la infertilidad es la famosa inseminación artificial, esto fue un gran avance para que las familias pudieran planificar cuantos hijos querían tener. Hay que mencionar que, derivado de esto, se percibió que las células masculinas podrían no ser necesarias en un futuro para la reproducción humana.
Fue cuando el equipo de Karim Nayernia, desarrolló células de esperma a partir de células madre de médula ósea de hombres, aunque estas no daban los resultados esperados.
En el experimento, tomaron un grupo ratones y se les inyectaron espermas en sus úteros; se realizaron 210 intentos que produjeron siete nacimientos de ratones con enfermedades y cinco de ellos murieron al poco tiempo.
El objetivo de esa investigación era restaurar la fertilidad en hombres que habían sido sometidos a tratamientos contra el cáncer; no todo fue un fracaso ya que este experimento abrió la oportunidad a crear espermatozoides sin células masculinas.
La creación de espermas: una posible respuesta
Es sabido que las hembras de muchas especies animales grandes pueden reproducirse sin necesidad del macho. Este proceso se le conoce como partenogénesis y ocurre con mayor frecuencia de lo que creemos.
Sin embargo, esto sólo ocurre en situación extremas, por ejemplo, si un grupo de hembras de dragones de Komodo están aisladas de los machos, estas pueden dar a luz, tanto hembras como machos, y comenzar una nueva colonia. También se ha visto que los hembras de tiburón pueden quedar embarazadas estando solas mientras están dentro de los acuarios.
Si bien esto ocurre con regularidad, también es consecuencia de situaciones difíciles para los animales. Señalan los expertos que como consecuencia negativa los animales pierden la diversidad genética que ayuda a mantener saludable a la población.
Teniendo esto en cuenta, los científicos se dieron a la tarea de conseguir que el proceso de embarazo para humanas no conlleve riesgo. Por tanto, comenzaron a crear espermas a partir de células madres.
Uno de los procesos a los que se enfrentó el equipo de Nayernia, fue que el espermatozoide que creaban al principio estaba incompleto. El espermatozoide fue creado combinando una tipo de vitamina A con células madre de la médula ósea de hombres, sin embargo, el esperma resultó en un estado inmaduro.
Aquí es donde viene la clave del experimento, para que el esperma pase de inmaduro a maduro, se tiene que lograr el proceso de meiosis; este es un proceso donde la célula se divide para formar el espermatozoide maduro.
Se cree que en el proceso biológico, los testículos nutren con alguna célula al espermatozoide y así este madura. Nayernia no se dio por vencido, el consideraba que podría obtener el mismo resultado a partir de células madre. Fue así que en el 2009, Nayernio logró desarrollar la meiosis y, como consecuencia, espermas maduros.
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Cabe decir que aún no es posible crear humanos en un laboratorio, aún falta más avances, sin embargo, cada vez está más cercana la posibilidad de que los mujeres no necesiten a los hombres para reproducirse, o incluso se podrán tener hijos tan sólo escogiendo los genes que queremos.
