En 1972, con la publicación de la Ley Federal para el Fomento de la Pesca que contemplaba al marlin, pez vela, sábalo, pez gallo y dorado como especies destinadas para la pesca deportiva, iniciaron en México los trabajos legislativos para regular la práctica de esta actividad en aguas nacionales, con el fin de organizar a este pujante mercado con tantas promesas de proyección turística.
Por su amplia extensión en litorales y la mega diversidad marítima con que cuenta, Baja California Sur (BCS) es un punto clave a nivel nacional para la práctica de la pesca deportiva. Por ejemplo, en 2022, arribaron al estado casi cinco millones de visitantes vía aérea y por crucero, dejando una derrama económica de 24 mil 397 millones de pesos; vale la pena destacar que cada año incrementa considerablemente la aportación generada por el turismo especializado en la pesca deportiva.
Te Recomendamos: Ecoturismo, ¿un camino hacia la preservación o una bomba de tiempo?
Para impulso de este sector, el Gobierno del Estado (BCS) cuenta con un fideicomiso denominado Fondo para la Protección de los Recursos Marinos (FONMAR) que tiene como propósito administrar los recursos captados por la venta de permisos de pesca deportiva y destinarlos a la promoción de esta actividad a nivel nacional y en el extranjero, al igual que trabajar de manera colaborativa en inspección y vigilancia con las autoridades marítimas.
Durante este año y medio al frente del FONMAR, he podido constatar el gran desafío que representa crear una conciencia colectiva del aprovechamiento sustentable de las especies marinas. Especialmente en una entidad donde conviven el sector productivo primario y el mercado turístico de la pesca recreativa, y deben coexistir los intereses de ambos para asegurar el mayor bienestar posible de toda la población involucrada.
Según el análisis del Instituto Nacional de Acuacultura y Pesca (INAPESCA), hay una tendencia generalizada de caída durante los últimos cinco años de estudio (2014-2018) en las poblaciones de marlin, pez vela y dorado de Cabo San Lucas, Mazatlán y Buenavista. Esto debe despertar alertas sobre el impacto irreversible que podría ocasionarse en la diversidad marina, con la consecuente afectación en el mercado de la pesca deportiva.
En la realización de los torneos de pesca que cuentan con el apoyo del FONMAR, se ha incentivado la práctica del catch and release (pesca y suelta), así como el establecimiento de tallas mínimas para las especies presentadas en báscula, acorde con lo que indica la Asociación Internacional de Pesca Deportiva (IGFA, por sus siglas en inglés).
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Más allá de un ejercicio único emprendido por alguna dependencia o un conjunto de actores, lo que debemos procurar es el despertar de una conciencia que permita abrir los ojos a la gran oportunidad que se nos presenta de crear un ciclo sostenible y responsable donde se maximicen los ingresos obtenidos por la pesca deportiva y, al mismo tiempo, se conviva de una manera armónica y duradera con la mega diversidad marina que nos ofrece de manera generosa nuestro planeta Tierra, y de manera específica este paraíso que llamamos hogar: Baja California Sur.
Director General del FONMAR @Fonmar BCS