Sin duda alguna, un hogar no es el mismo sin la presencia de una mascota, también conocidos animales de compañía. Y es que llegar a casa después de una larga jornada de trabajo, o de la escuela, y ser recibido por un animalito que muestra afecto incondicional, es una de las más gratificantes experiencias.
Así es el día a día del doctor Juan Carlos Morfín Hernández, médico veterinario zootecnista, egresado de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), ya que por las mañanas atiende una veterinaria y tienda de mascotas ubicada al norte de la ciudad, y por la tarde, llega a su casa para cuidar los seres vivos que ha adoptado como mascotas, entre los que se encuentran varios perros, pero también posee otras especies no convencionales como un gecko crestado, gecko leopardo, un varano de la sabana y varios peces tetra.
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Sobre éstos últimos, el doctor Morfín señala que desde hace algunas décadas, han cobrado relevancia las mascotas también conocidas como exóticas, en las que también se cuentan monos, serpientes, arañas, aves y roedores.
En este sentido, destacó la necesidad de que, quienes deseen adquirir alguno de estos ejemplares, conozcan las normas que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), ha establecido para garantizar el bienestar y preservación de los animales.
Como mascotas exóticas, se entienden aquellas especies que no son nativas del país donde se adquieren; o bien, que corresponde a una especie protegida, cuya captura, tenencia, compra y venta, esté regulado por el organismo antes mencionado. Por otro lado, como mascota no convencional, se comprenden aquellas que no se encuentran propiamente en riesgo o son protegidas, pero que son comunes en los hogares, como cerditos y patos, por mencionar algunos.
La del médico veterinario Juan Carlos, es una vida auténticamente rodeada de animales, y desde su experiencia como dueño de mascotas, asegura que también con este tipo de animales llega a establecerse un vínculo afectivo como con los perros o los gatos, al punto de ver a colegas suyos besar a un búho o a un lagarto.
Asegura que es una experiencia inigualable, y que la satisfacción que se puede experimentar al cuidar y lograr el bienestar de una especie no convencional, es proporcional a la responsabilidad que representa tenerlos en casa, ya que se debe considerar el espacio, ambiente y atenciones particularmente específicas para el animal que se adquiere.
Agregó que en muchas ocasiones, la compraventa legal de estos seres, ha contribuido a la conservación de algunas especies que se encuentran en peligro, ya que al establecerse criaderos con fines de comercialización, que operen bajo legalidad, se reproducen ejemplares y se trabaja para preservarlas. Como ejemplo de lo anterior, se presentan casos como el del ajolote, la tortuga kinosternon.
Es importante, también, considerar el cuidado de estos especímenes representa en la mayoría de los casos, altos costos; pues desde su adquisición, no es módica, la alimentación y acondicionamiento del hábitat, así como los gastos médicos, resultan costosas.
El precio de estos animalitos, pueden ir desde los 250 pesos, para un cuyo o un conejo de importación, hasta dos mil quinientos pesos por un gecko, o los siete mil pesos por una pitón bola.
“Más allá del sentido de posesión de un animal exótico, para lucimiento o por originalidad, es importante considerar que la tenencia del mismo, representa un compromiso con su bienestar y con la preservación de su especie”, finalizó.
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