Con la pandemia el uso de dispositivos electrónicos, como tabletas o celulares, creció exponencialmente. Esto se debe a que los estudiantes tenían que tomar sus clases mediante videolllamadas, los padres tenían que mantener contacto con los profesores mediante redes sociales como WhatsApp o los trabajadores laboraban home office.
Cifras del INEGI señalan que la población de seis años o más usuaria del internet, pasó de 70.1 por ciento en el 2019 a un 72 por ciento para el 2020, lo que significa que la cifra de usuarios de celulares con acceso a internet creció en un 1.9 por ciento.
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Básicamente, antes de la pandemia había 86.5 millones de usuarios de teléfono celular, pero en tan solo unos meses de confinamiento la cifra pasó a 88.2 millones de usuarios.
¿Qué servicio utilizan más los mexicanos?
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) señala que hay dos modalidades de pago: prepago y postpago.
En la primera el usuario paga lo que está a su alcance, mediante recargas que todos conocemos de 20, 50 o 100 pesos.
El postpago son los planes que te venden las compañías y se paga una vez consumido el saldo. Se tiene contemplado que en México hay 81.8 por ciento de personas con celular que tiene el servicio en la modalidad de prepago, el otro 18.2 está en el servicio de postpago.
¿En qué consiste la propuesta?
La diputada del Partido Verde, María Rocío Corona está impulsando una iniciativa para eliminar la vigencia de las recargas de tiempo aire.
Para la diputada, la mayoría de la población acude al servicio de prepago ya que es lo más accesible:
“La recarga que se hace para contar con servicios de telefonía celular le representa un gasto oneroso en su economía. Si no fuese así, lo haría en los montos disponibles más altos, o bien, bajo un esquema más cómodo como lo es la renta mensual”.
Corona considera que las compañías abusan y perjudican a la economía familiar debido a que hay vigencias que condicionan el uso del saldo:
“Dicho de otro modo, si al final de este plazo no se consumió el total del saldo disponible, éste queda congelado, está almacenado, pero no lo podemos usar y solo se reactiva hasta que se haga una nueva recarga”.
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Por tanto la propuesta está pensada para que el saldo no esté sujeto a vigencia alguna y tampoco se condicione su uso a una nueva recarga para poder seguir usando algo que ya pagamos,ya que, según la diputada del Partido Verde, “es una forma engañosa y disimulada para forzar y atar a la población a estar haciendo de manera permanente recargas de saldo”.
