El 2 de enero de este año Alberto Reyes Pérez peleó su último round. El hasta entonces director general y heredero de la legendaria marca de guantes de box, Cleto Reyes, falleció a los 66 años de edad.
Ha pasado medio año desde aquel día y por primera vez sus hijos, Elizabeth y Alberto Reyes Alemán, abren literalmente la puerta de su casa para platicar en dónde está la empresa y hacia dónde va.
El panorama no es sencillo. Sin el liderazgo de don Alberto, estos hermanos están en los controles de una marca bien querida por el mundo del boxeo, pero que también se enfrenta a un mercado globalizado de competencia cruel y audiencias cambiantes.
Sin tiempo para el duelo, la encrucijada a la que se enfrenta esta empresa familiar es la de cómo mantenerse como un artesano en un mundo más competido y automatizado, mucho más complejo del que conocieron su abuelo y su padre.
"Ante su partida mucha gente nos preguntaba y estaban un poco inquietos sobre qué sigue, '¿ahora que no está tu papá qué va a pasar?'. Mi papá era nuestro jefe, nuestro director, nuestros mentor, pero al final del día acabábamos haciendo un trabajo en equipo con el consejo de administración, con nuestros asesores, con nuestros colaboradores, consensuando qué íbamos a hacer en los siguientes meses y años.
"Lo que hicimos fue decir 'chicos, todo sigue igual, los proyectos van a continuar'. Les dijimos, 'si ustedes ven cambios no crean que nos los estamos sacando de la manga porque ya no está mi papá, fueron estrategias y son acciones que se planearon desde el año pasado y que tuvieron su visto bueno'", dice Elizabeth.
Según platican los hermanos, antes del fallecimiento de don Alberto, éste ya había construido junto a ellos una hoja de ruta para Cleto Reyes para los próximos dos años. Ese cronograma cruza por tres ejes: diversificar su oferta, modernizarse y terminar de institucionalizarse.
En el mundo del boxeo, uno pequeño pero de honda tradición, desde 1945 Cleto Reyes ha sido referente por la artesanía que imprime a guantes, caretas, peras, pelotas, costales y protectores. La cartera de campeones y figuras que adornan el cinturón de Cleto Reyes son de la talla de Muhammad Ali, Manny Pacquiao, Juan Manuel Márquez, Raúl "El Ratón" Macías, o el mismísimo Rocky.
Don Alberto, generoso con el tiempo que dedicó a la prensa, dejó tras de sí múltiples entrevistas en las que resumió su visión de negocios. Según él, no hacía falta ponerle dinero a la difusión cuando tienes calidad, servicio y precio.
La fama y crecimiento de la marca siempre vino aparejada de un boca en boca y la tradición en el mundo del boxeo, sin necesidad de grandes campañas publicitarias, haciendo uso de influencers y líderes de opinión como embajadores aún antes de que se acuñaran esos términos en la era de la información.
Cuando un par de guantes aparecen en un campeonato, vistiendo las manos de un campeón, Cleto Reyes se convierte en un objeto de deseo, de poder, de estatus boxístico.
Sin embargo, según explican Elizabeth y Alberto, esto por sí sólo ya no basta. Para que Cleto Reyes siga en expansión, la empresa debe abrirse a nuevos mercados.
"Una de las cosas que vimos es que teníamos que actualizar la misión y visión, porque la que traíamos tenía ya un poco más de 10 años, entonces él fue poniendo cómo quería ver a la empresa dentro de los siguientes 10.
"La misión y visión anteriores estaban enfocados a la parte de boxeador, guante, boxeo. Eso ya se ha ido logrando, tenemos ahora que ver hacia otro rumbo y ver una nueva línea, nos vamos a ir al deporte en general", dice Alberto.
Desde hace dos años, Cleto Reyes comenzó con una nueva línea de ropa deportiva enfocada a un espectro mucho más amplio que sólo el boxeo, mientras que se están preparando para comenzar a producir equipo para otros deportes.
Según explican los hermanos, el surgimiento del fitness y un estilo de vida más saludable como patrones de consumo empujan al box y a la actividad física en general a niveles no vistos.
Por eso hace sentido que Cleto Reyes busque pelear dentro de un mercado más amplio que sólo el del boxeo.
"Hoy, 90 por ciento de la gente del box, si no es que 100 por ciento, conocen quién es Cleto Reyes, pero a nivel deportivo no porque no tenemos productos diferenciados, no estamos en el acceso de todos. Uno de los objetivos a 5 años es que nuestra marca sea conocida fuera del box en el ámbito deportivo.
"Lo que nosotros buscamos es que Cleto Reyes sea reconocido en el medio del deporte, que si corres, haces crossfit, eres miembro del club, cualquier disciplina que practiques, que conozcas que haya una marca que se llama Cleto Reyes que nació del box y que ofrece muy alta calidad que puedes alcanzar", explica Elizabeth Reyes.
JUEGO DE PIES
A 74 años de ser fundada, Cleto Reyes aún arrastra un problema natural de su forma de hacer las cosas, y ese es que la demanda siempre ha superado su capacidad productiva.
Cada par de guantes en Cleto Reyes pasa por al menos cinco pares de manos en sus distintas etapas de confección, desde el equipo de corte, pasando por el de costura, de terminado, de relleno y terminando con el de empaque.
Ese proceso, en esencia artesanal, limita la posibilidad de una producción masiva que facilite a la marca llegar a nuevos mercados.
"En conjunto con mi papá, planeamos automatizar lo automatizable sin comprometer la calidad. Obviamente, genera mucho ruido en nuestras plantas porque les estamos cambiando a nuestros artesanos algunos procesos.
"Es una de las cosas que hoy nos preocupan mucho, necesitamos hacer cambios en las líneas de producción y sí nos está costando trabajo", platica Elizabeth.
Según explican los hermanos reyes, la empresa analiza qué partes del proceso productivo puede ser automatizado, como por ejemplo sucedió hace algunos años con el proceso de corte del cuero, antes hecho a mano.
La estrategia es dejar que las máquinas tomen las partes del proceso productivo donde los humanos no aportan valor, y dejar a los artesanos en las etapas que sí, donde el ojo y la creatividad humana son necesarios y deseables.
Esto no es sólo de sentido común, sino que es un diferenciador de marca, pues coinciden los hermanos Reyes, el mercado aprecia cada vez más el trabajo artesanal y el cuidado en los detalles.
"Desde el año pasado empezamos proyectos de cómo traer la tecnología al proceso artesanal.
"Estamos obligados a seguir innovando en nuestro proceso y buscar que la maquinaria estandarice el proceso, mejore la calidad y nos permita generar un incremento en la producción.
"La realidad es que China antes no hacía calidad, hoy ya la aprendió a hacer, India no está atrás, entonces o nos reinventamos o vamos a entregar el mercado. No existe la posibilidad de quedarnos estáticos", dice Alberto Reyes.
CAMPANADA
La etapa de don Alberto Reyes Pérez al frente de Cleto Reyes, desde la década de los 70, estuvo caracterizada por la cimentación y expansión global de la empresa que su padre, Cleto Reyes Castro, talabartero de oficio, había comenzado unas décadas antes.
Su temprano fallecimiento este año puso en relieve la necesidad de que Cleto Reyes termine de ser una empresa familiar para convertirse en una organización institucionalizada, independiente de los humores y salud de una sola persona.
"Estamos convencidos que dar ese paso fue un parteaguas en la empresa. Cuando empezamos a presentar los planes de institucionalización sí nos generaba mucho conflicto, sabíamos que podíamos incluso tener problemas familiares, pero dijimos 'si no lo hacemos, estamos destinados a permanecer y morir", dice Elizabeth.
Según explican los hermanos, este proceso ya tiene dos años en marcha y ha consistido en la delegación de responsabilidades vitales a nuevo talento, sin el apellido Reyes, dictaminado toda la vida de la empresa. Asimismo, con la ayuda de asesores, Cleto Reyes ha ido construyendo manuales de procesos y memorias institucionales para la estandarización de procesos.
"Gente clave ya no es familia, luego los roles en las organizaciones son muy peculiares, porque agarras y contratas al primo, al sobrino, al yerno, al cuñado, jalas a toda la familia, y la institucionalización es contratar al capital humano correcto para el puesto que se requiere. Afectas toda la organización al ir poniendo los puestos clave. Es un ajedrez al final del día.", dice Alberto. "Ya hay un proceso y entonces los gerentes ya tienen un libro de trabajo y ahorita estamos en ese proceso, en el que nuestros gerentes están soltándose. No dejan de tener la dirección y el consejo de la familia, porque somos los que tenemos más años, pero finalmente ellos pueden operar solos", añade Elizabeth.
Los Reyes son celosos de dar cifras sobre su negocio, pero Alberto se permite una confianza sobre sus expectativas de crecimiento: Actualmente Cleto Reyes está presente en una de cada cuatro peleas de campeonato de box; el objetivo con todo estos cambios organizacionales es llegar dentro de cinco años a que sean tres de cada cuatro.
"Tenemos la gran fortuna de tener al mercado internacional, la mitad de las ventas se van al extranjero, y no siempre en la misma proporción, entonces tenemos la posibilidad de jugar con los mercados y si alguno entra en crisis, bueno, hay otros que nos rescatan y así es como hemos sobrevivido toda la vida.
"Siempre estuvimos muy agradecidos con mi papá, muy orgullosos de su confianza, de que nos dijo, 'sí vamos'. Es lo que nos permitió dar continuidad, lo extrañamos mucho. De repente decimos cómo no está para consultarle, para preguntarle. Sí se siente su ausencia pero la empresa, al final del día, sigue operando, y la gente sigue trabajando, y los proyectos siguen", finalizan los hermanos Reyes, confiados y con los guantes puestos.