La reforma en materia de subcontratación originó cambios en la composición del mercado laboral en México. Agosto representó el lapso final para que las empresas hicieran las adecuaciones. La creación de empleo temporal es donde hay que poner atención, ya que es el tipo de ocupación que más se modificó con los cambios y no siempre se quedan como empleo formal.
“Hay un alto riesgo que se transforme en informalidad”, advirtió Héctor Márquez Pitol, director de Relaciones Institucionales de ManpowerGroup, quien recordó que esta reforma en materia de subcontratación no significó el abandono del mercado de las empresas de outsourcing, sino su adecuación.
“Pero a nivel panorama laboral, sí significó un gran cambio e impacto en las vías de generación de empleo formal, sobre todo eventual subcontratado”.
Explicó que, a diferencia de la subcontratación de personal, los servicios especializados se enfocan en apoyar y maximizar el potencial de las empresas a través de la gestión de procesos y actividades complementarias al negocio de las compañías.
Refirió que en agosto reciente se reportó un aumento de 128 mil 900 puestos de trabajo en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Detalló que en el contexto actual es un panorama laboral atípico. De este total, cerca de 126 mil fueron empleos formales permanentes y cerca de 3 mil formales eventuales. "Se trata de las mejores cifras en una década para el trabajo permanente y la peor en 10 años para el trabajo temporal".
E hizo esta observación: “Con las cifras de agosto se ve una leve tendencia de recuperación de empleos eventuales muy lejana a los perdidos en julio. El mes pasado se registró una pérdida de 228 mil 891 trabajos temporales y solo una creación de 2 mil 904 oportunidades de ese tipo”.
Sostuvo que la prioridad en materia de empleo este 2021 es recuperar los trabajos perdidos por la pandemia del Covid-19. Y esta recuperación debe ser de empleos formales. De lo contrario, se agravaría el problema histórico de la informalidad. “Aún faltan 192 mil trabajadores registrados para llegar al número que se tenía en febrero de 2020, previo a la pandemia”, subrayó.
Márquez Pitol señaló que el empleo temporal corre el riesgo de moverse hacia la informalidad o esquemas de contratación evasores de responsabilidades laborales, como honorarios, asimilados a salarios, por lo complicado que sería para las empresas dar de alta estos puestos ante la falta de flexibilidad que se requiere para contratar personal únicamente durante los picos de producción.
Comentó que de acuerdo a análisis de ManpowerGroup, este fenómeno puede mitigarse por los servicios especializados, sobre todo en el sector Comercio, con el reconocimiento de la promotoría como parte de estos servicios.
Recordó que en este sector, a partir de septiembre y hasta enero, genera alta demanda de trabajadores eventuales, impulsado por los picos de producción de las celebraciones que hay: Fiestas Patrias, Día de Muertos, Navidad, Año Nuevo y Reyes.
Y el directivo insistió en que para monitorear los efectos de la reforma en materia de subcontratación, se requerirá analizar los datos de empleo formal, el nivel salarial de los trabajadores, los datos de informalidad que dé a conocer el INEGI y el número de empresas registradas en el REPSE.