Banco Azteca es la primer institución que entregó recursos sociales en la administración del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en busca de ganarse su lugar entre las instituciones con mayor peso en la distribución de programas sociales, aseguró Luis Niño de Rivera, vicepresidente del organismo, en entrevista con El Sol de México.
El gobierno federal entregará pensiones a personas con discapacidad y adultos mayores, así como una beca para que los jóvenes que no estudian ni trabajan se capaciten para obtener un empleo. Las iniciativas llegarán a 25 millones de personas, lo que representa un presupuesto de 250 mil millones de pesos.
¿Están inmersos en todos los programas sociales de dispersión o participarán sólo en algunos?
En inicio, sólo es en algunos en particular. Estos programas ya existen y existían en los gobiernos anteriores. Hay cuatro instituciones bancarias que ya participan con montos relevantes de este esquema de dispersiones que ya existían, y tres de ellas son bancos comerciales (BBVA Bancomer, Banorte y Santander) y una es banca de desarrollo (Bansefi, que se convertirá en el Banco del Bienestar).
Con los nuevos programas, el gobierno está buscando proveedores adicionales. Está tratando de ampliar el esquema, y ahí se abre una oportunidad para Banco Azteca, y estamos iniciando con programas específicos. Ya hicimos las primeras dispersiones para personas discapacitadas en Tlapa, Guerrero, y después hicimos para adultos mayores, aquí en la zona metropolitana (capitalina).
Apenas estamos empezando a trabajar en estos programas de dispersión.
¿Cómo quedan parados en relación con los demás bancos en la entrega de recursos sociales?
Nos pone en directa competencia con quienes están ya en la dispersión de recursos. No es un tema fácil hacer esto, porque se necesita gran capacidad operativa, gran capacidad tecnológica y presencia física.
Las redes más grandes de sucursales en el país son las que más ventajas dan a quienes necesitamos acercarles los recursos, lo cual nos hace un buen competidor.
Ningún banco por sí solo puede con estos programas, porque se trata de 25 millones de personas a las que el gobierno quiere que lleguen estos recursos por toda la República Mexicana, es un esfuerzo monumental. Entonces, entre más proveedores tenga el gobierno, mejor le va a ir a los proveedores de este programa.
¿Qué ventajas ofrece Banco Azteca en relación con otros bancos en la dispersión de recursos?
Somos el banco con más presencia geográfica en el país. Tenemos mil 771 sucursales y estamos en 785 municipios. De esos, en 170 somos el único banco. Nuestra vocación desde que nacimos, hace más de 16 años, ha sido atender al sector de ingresos medios y bajos. Todos nuestros productos y servicios de captación, de medios y de pago, están diseñados para ese segmento de la población.
Nuestra capacidad, nuestra presencia y sobre todo la inversión que hemos hecho en tecnología, en prevención de lavado de dinero y en cuidado de las bases de datos y la información personal, nos da enormes ventajas para brindar un servicio adecuado, eficiente y de bajo costo.
Aparte, no cobramos y nunca hemos cobrado un sólo peso de comisión a nuestros ahorradores, como nunca pretendemos cobrarle a estos programas un sólo peso de comisión.
Recientemente lanzaron una alianza con Multiva en cajeros automáticos, ¿en qué les va a apoyar esa alianza?
Hacer una alianza con Multiva nos permite crecer la red de Banco Azteca, que nos lleve cerca de los mil cajeros para ampliar la base de servicios que podemos dar y el acceso que pueden tener a esos servicios nuestros clientes a cualquier hora del día. Eso es complementario a la banca digital que hemos echado a andar en Banco Azteca, donde ya tenemos casi 3.5 millones de personas que usan la app de Banco Azteca.
CANDIDATO A LA ABM
Antes de que concluya esta semana, la Asociación de Bancos de México (ABM) definirá a su nuevo dirigente, quien sucederá en el cargo por los próximos dos años a Marcos Martínez Gavica, también presidente del Consejo de Administración de Santander.
Viene la elección del nuevo presidente de la ABM, ¿cómo va el proceso?
Hasta este momento, y desde el inicio, somos sólo dos contendientes, que somos Enrique Zorrilla, (presidente) de Scotiabank, y un servidor. Entonces, allí andamos compitiendo.
¿Cómo se siente con la nominación?
Estos procesos son muy importantes, porque la obligación que tiene uno al aspirar a la presidencia es dialogar con los 50 bancos o con los 49, es importante dialogar, cosa que he hecho, y siempre escuchar al gremio, ver sus aspiraciones, sus preocupaciones, sus intenciones en el negocio bancario y en la industria en su conjunto es un gran aprendizaje.
¿Después de un inicio de sexenio complicado, cómo es el trabajo actual con el gobierno federal?
Tenemos un diálogo como gremio muy favorable con la Secretaría de Hacienda, con el Banco de México, con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, con el IPAB, con la Condusef, que son los cinco reguladores de la industria, y eso sólo denota la importancia que tiene el gremio para la economía nacional y la buena disposición que siempre ha habido entre los reguladores, el gobierno federal y las instituciones bancarias.
¿Qué espera para la próxima Convención Bancaria que se realizará el 20 y 21 de marzo?
Espero que sea un espacio de diálogo con los reguladores y entre los miembros de la asociación, que sea un espacio para escuchar distintos ponentes y distintas personas que vienen de fuera y de México, que hablen sobre los temas que afectan a la industria bancaria en México y en el mundo y, desde luego, una enorme oportunidad de escuchar al Presidente.
