Este martes Carlos Urzúa renunció a su cargo como secretario de Hacienda y Crédito Público, acusando conflictos de interés, dicha decisión se da en medio de las presiones por la política de austeridad de la 4T.
En los seis meses frente a la dependencia federal Urzúa enfrentó diversos conflictos, tal es el caso del IMSS.
El pasado 21 de mayo Germán Martínez en su renuncia como titular del Instituto Mexicano del Seguro Social, acusó a la SHCP de una injerencia perniciosa, por lo que Urzúa fue llamado a comparecer ante el Senado.
Sin embargo Morena se opuso a que Carlos Urzúa rindiera cuentas por las acusaciones que lanzó Germán Martínez al renunciar a su cargo.
Otro tema en el que se vio envuelto Urzúa fue en el económico, el pasado mes de mayo huyó de media docena de reporteros que lo esperaban afuera de un hotel de la Ciudad de México para preguntarle, entre otras cosas, la razón por la que el país experimentó un débil crecimiento económico durante el primer trimestre del año.
El jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo Garza, opinó que en enero-marzo la economía "nos dio una cachetadita", aunque descartó que la nación se aproxime a una recesión.
Recientemente La Comisión Nacional de Cultura Física y Deportes (Conade) se declaró en "quiebra", debido al manejo de malos recursos en la administración pasada y el recorte a su presupuesto por parte de Hacienda.
En su renuncia de este martes y a través del oficio difundido en sus redes sociales, el funcionario manifestó su desacuerdo con las decisiones de la política económica.
“Discrepancias en materia económica hubo muchas. Algunas de ellas porque en esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento. Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que ésta pueda tener y libre de todo extremismo, sea éste de derecha o izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco”, dijo.