Para las mujeres que deciden seguir una carrera vinculada a la ciencia, la tecnología, ingeniería y matemáticas la desigualdad laboral no es diferente a otras profesiones, en el empleo obtienen sólo 82 por ciento del salario que obtienen los hombres, mientras si permanecen sin hijos y sin pareja ello garantiza mejores oportunidades, concluye un análisis de Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
En ¿Dónde están las científicas? Brechas de género en carreras de STEM, ese organismo asegura que esa brecha empieza en la infancia y crece hasta que participan en el mercado laboral.
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Los egresados de esas carreras de la ciencia están mejor pagados que los de otras áreas al obtener en promedio 13 mil 336 promedio al mes en comparación con los 12 mil 380 para el resto de las profesiones, sin embargo, los ingresos salariales entre hombres y mujeres no es igual, para ellas es menor “por cada 100 pesos que gana un hombre en STEM, una mujer gana 82, a diferencia de 78 que gana en otras áreas”.
La diferencia es el tipo de puestos dado que las mujeres probabilidad de ser oficinistas o trabajadoras de la educación, mientras que los hombres se desempeñan como trabajadores industriales con mayor frecuencia (24 por ciento versus 11 por ciento de las mujeres).
Una de las brechas de género más trascendentales en STEM es la diferencia entre cuántos empleadores y empleadoras hay, es decir, entre aquellas personas que dan trabajo a otros individuos. “De los hombres en STEM 187 mil 896 (7 por ciento) son empleadores, mientras entre las mujeres 25 mil 534 (3 por ciento) lo son. Esto significa que de los profesionales en las áreas científicas que son empleadores, solo 12 por ciento son mujeres, apenas una por cada siete hombres”.
Para el IMCO “esta falta de representación en las posiciones de liderazgo contribuye a que las niñas y jóvenes tengan poca exposición a líderes femeninas en STEM que representen modelos a seguir”.
Otros rasgos que encontró el estudio para que las mujeres se puedan desarrollar en México en condiciones semejantes en el mercado laboral a lo que lo hacen los hombres está relacionado con el estado civil y la maternidad. “De las profesionistas STEM que no tienen hijos 78 por ciento se encuentran económicamente activas frente a sólo 64 por ciento de las quienes sí tienen hijos”.
También entre las mujeres STEM con pareja se observa una menor participación en el mercado laboral (62 por ciento) que entre aquellas sin pareja (79 por ciento).
Ante este panorama el IMCO propone añadir enfoque de género en los contenidos de ciencia y tecnología en los programas de educación básica. Por ejemplo, hacer énfasis en la historia de científicas destacadas o pláticas con mujeres que trabajan en dichos sectores.
Implementar programas de orientación vocacional desde secundaria para que estudiantes tomen decisiones sobre su educación superior más informadas y basadas en datos. En ellos se pueden incluir mentorías y actividades que rompan con los estereotipos.
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También desarrollar las capacidades de los gobiernos estatales y federal, instituciones de educación superior y centros de trabajo para recabar datos sobre STEM con perspectiva de género que sirvan para diseñar acciones más precisas.
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