Las inmediaciones del que sería el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) lucen desoladas. De los 40 mil trabajadores que hasta hace unos meses salían y entraban del lugar durante todo el día, hoy sólo quedan algunos, varios de ellos optaron por migrar al sureste para probar suerte y buscar trabajo en el desarrollo de obras de la nueva administración como el Tren Maya o a la refinería de Dos Bocas, en Tabasco.
Personal que labora en el montaje de los foniles, las columnas en forma de embudo que soportarían la cubierta del edificio terminal, contó a El Sol de México que desde el anuncio de que se cancelaría la obra a esta semana, la plantilla se redujo alrededor de 70 por ciento, muchos trabajadores se fueron a buscar trabajo a otras regiones.
“Algunos se fueron de tajo, en cuanto supieron de la decisión de parar la obra. De esta área, unos 20 se fueron al sureste para integrarse a la construcción del Tren Maya o de la refinería en Tabasco, querían asegurar su trabajo”, contaron.
Los trabajos en el área del que sería el edificio terminal, cuya licitación la ganó el consorcio Constructora Terminal Valle de México (CTVM) a principios de enero de 2017, con una oferta económica por 84 mil 828 millones de pesos, continúa, sobre todo el montaje de los foniles.
Los empleados consultados relataron que el personal que queda en el lugar está enfocado en terminar estas columnas: "Tenemos hasta el 15 de abril, pero la instrucción del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) es terminarlos", precisan.
El montaje de estos pilares, que comenzó en febrero del año pasado, está a cargo de CTVM, grupo formado por Operadora CICSA, GIA, Prodemex, Hermes Infraestructura, ICA, Acciona Infraestructuras y FCC.
Afuera de la obra, sobre la autopista Peñón – Texcoco, la desolación es evidente. De los seis mil camiones que se movían a diario en la zona, al inicio de las obras, hoy apenas puede verse un puñado que entra y sale por la Puerta 8, justo frente al lago Nabor Carrillo.
A poco más de un kilómetro hacia Texcoco, en la Puerta 7, son pocos los trabajadores que esperan el transporte a casa.
"Más de la mitad de los obreros dejó de venir desde principio de año para acá", comentan dos empleados del comedor.
Este domingo, el GACM encabezado por Gerardo Ferrando, informó que han sido liquidados 10 de 450 contratos que se tenían en la construcción, los cuales representaban 85 por ciento de la obra.
"Esto está muerto", dicen los empleados del comedor del grupo aeroportuario. En comparación con unos meses atrás "había mucho movimiento. A toda hora se veían aquí filas de trabajadores que esperaban el transporte para regresar o que iban llegando en grupo para empezar su turno", rememoran.
Hoy, apenas siete u ocho personas se pararon por la Puerta 7, para esperar a un ingeniero o para irse a sus casas, como los jóvenes del comedor del GACM.
Los empleados, que prefirieron omitir sus nombres, serán de los últimos en irse de esta obra.
"Nosotros esperamos quedarnos aquí hasta el final. Mientras haya personal del GACM, debemos quedarnos, pero sí el trabajo es más relajado", dijeron.
El grupo aeroportuario dio a conocer que esta semana se cancelarán otros dos contratos, los cuales no significaban mayor trabajo adicional, y que en el caso de empresas como ICA, La Peninsular, Prodemex, Sacir, entre otras, mantienen reuniones para que disminuyan el ritmo de construcción, por lo que los trabajadores esperan más recortes.
El anuncio de la cancelación del NAIM se dio de manera no oficial el pasado 28 de octubre, cuando se anunció el resultado de la Consulta Ciudadana sobre el tema.