Alonso Ancira Elizondo, presidente del Consejo de Administración de Altos Hornos de México (AHMSA) y conocido como el rey del acero en el país, está inmiscuido en una demanda contra gobierno mexicano ante un panel binacional por tres mil 540 millones de dólares.
En este sentido, AHMSA contestó a este diario que la demanda de indemnización es iniciativa de los accionistas estadounidenses, y que la participación de Alonso Ancira en el proyecto tiene carácter “meramente técnico”.
El lunes, El Sol de México publicó que la empresa estadounidense Odyssey Marine Exploration planea reclamar al gobierno una indemnización por esta cantidad debido a una negativa de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) al proyecto de minería Dragado de arenas fosfáticas negras del yacimiento Don Diego.
Dicho proyecto, que busca dragar fósforo en las costas de Baja California Sur los próximos 50 años, fue presentado en 2014 por Exploraciones Oceánicas, subsidiaria de la empresa estadounidense, es decir, un año antes de anunciarse una inyección de 15 millones de dólares por parte de Minera del Norte (Minosa), que se convirtió en accionista mayoritario de la compañía.
Minosa, que es subsidiaria de AHMSA, informó entonces que la operación fue parte de una opción de inversión para participar mayoritariamente en diversos proyectos de minas. No obstante, el proyecto no prosperó.
En 2015, la Semarnat negó la autorización del proyecto, debido a que afectaba a especies protegidas y al considerar que las medidas de mitigación propuestas por la empresa no garantizaban el cuidado del medio ambiente.
Un año después, la empresa emitió una nueva Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), la cual fue rechazada nuevamente por la dependencia federal, y pese a que Exploraciones Oceánicas promovió un juicio de nulidad ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA), mismo que les fue concedido, la dependencia federal ratificó la negativa en octubre pasado.
“Esta actividad podría haber generado graves impactos ambientales negativos, sinérgicos y acumulativos sobre la fauna y el hábitat de especies que se encuentran en peligro de extinción”, indicó la Secretaría de Medio Ambiente.
En diciembre, la Comisión de Medio Ambiente del Senado, emitió un punto de acuerdo para exhortar a la Semarnat que rechace cualquier autorización para el proyecto de minería submarina en el Golfo de Ulloa, conocido como Don Diego.
CERCANO A LOZOYA
En 2015, cuando AHMSA se convirtió en socio mayoritario de Odyssey Marine Exploration, el entonces director general de Pemex, Emilio Lozoya, visitó las oficinas de la acerera en la ciudad de México al menos 54 veces, según dio cuenta la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Dos años antes, en 2013, la empresa petrolera hizo negocios con la compañía encabezada por Alonso Ancira, a la que le compró una planta de fertilizantes, que tenía 14 años sin operar, por 275 millones de dólares y se comprometió a invertir otros 200 millones para su rehabilitación.
Con el proyecto Don Diego, Ancira volvería al negocio de los fertilizantes. En el aviso de intención de presentar una reclamación de arbitraje contra el gobierno mexicano, Odyssey Marine señala que con la puesta en marcha de la mina marina, será capaz de satisfacer sustancialmente las necesidades de fertilizantes en América del Norte durante los próximos 100 años o más.
Tan sólo en México, advierte que los suministros de fosfato del país no pueden satisfacer las necesidades de fertilizantes, que son de 2.4 millones de toneladas de roca fosfática cada año, por lo que la nación debe importar alrededor de un millón de toneladas de este producto de Marruecos, Ucrania y Perú.
El documento señala que el depósito ubicado en las costas de Baja California Sur comprende un recurso de hasta mil millones de toneladas de mineral de fosforita, elemental para la creación de fertilizantes, lo que lo convierte en uno de los mayores yacimientos en el mundo.