La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) por sus siglas en francés, revalidó el trabajo preventivo de México como país con ausencia de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB). Esto representa beneficios para la ganadería nacional como el facilitar el intercambio comercial nacional e internacional.
Y esto se manifiesta en las exportaciones a mercados tan exigentes como Estados Unidos, Japón, Unión Europea, Canadá, China, Hong Kong y Corea del Sur con más de 300 mil toneladas de carne con valor de mil 600 millones de dólares.
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Además, esta condición sanitaria permite que los productores exporten más de 1.5 millones de cabezas de ganado bovino en pie.
Informa la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), que el estatus sanitario es producto del trabajo coordinado de esta dependencia federal y el sector productivo nacional, que aplican medidas preventivas de vigilancia epidemiológica para verificar la ausencia en el territorio nacional de esta enfermedad que también se le conoce como “mal de las vacas locas”.
La encefalopatía espongiforme bovina es una enfermedad crónico-degenerativa que afecta el sistema nervioso de los bovinos.
Se detectó por vez primera en el Reino Unido en 1986. Se han presentado casos en diversos países del mundo, principalmente en Europa.
Esta enfermedad, nunca ha estado presente en México. Por su importancia cuarentenaria forma parte de la lista de enfermedades y plagas de los animales exóticas y endémicas de notificación obligatoria ante la autoridad sanitaria.
En materia de prevención, Sader informa que desde hace más de 30 años, México suspendió la importación de productos cárnicos de res y materiales específicos de riesgo, de países en donde se notifica la enfermedad y no existe reconocimiento de bajo riesgo de la OIE.
Además, la aplicación de medidas precautorias en las zonas ganaderas productoras, personal técnico del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), evalúa los riesgos de introducción del patógeno en mercancías de importación como cárnicos frescos, harinas de carne y huesos así como en alimentos balanceados para animales.
En beneficio de la ganadería nacional, como medida adicional en este 2022, la autoridad sanitaria mantiene su campaña de certificación en buenas prácticas de manufactura y la inspección de plantas de rendimiento y fábricas de alimentos para mantener el estatus sanitario.
Y se incrementarán las campañas de difusión con el fin de concientizar a un mayor número de productores sobre la importancia de la notificación oportuna en caso de detectar animales con signología nerviosa.
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Precisa la Sader que el Estatus Sanitario de Riesgo Insignificante que se obtuvo por primera vez en 2016, coadyuva a potenciar la producción de cárnicos bovinos, rubro en el que México tiene la posición sexta a nivel mundial con más de 2 millones de toneladas anuales.
Actualmente, el máximo organismo mundial de salud animal, reconoce el trabajo preventivo de 52 países, entre ellos Alemania, Australia, Brasil, Canadá, España, Estados Unidos, Dinamarca, Países Bajos y Japón.
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