El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó que su Gobierno esté tratando de tomar el control del enorme yacimiento de crudo Zama, luego de un reporte de Reuters sobre la posibilidad de que la petrolera estatal Pemex está buscando hacerlo.
Pemex quiere hacerse cargo del campo en aguas someras del Golfo de México, en el que se estima existen cerca de mil millones de barriles de crudo, que un consorcio encabezado por la estadounidense Talos Energy descubrió hace casi dos años, reveló Reuters esta semana.
"(Zama) Es un yacimiento que se comparte con Pemex y no hay ningún problema", dijo López Obrador a periodistas al responder una pregunta sobre su opinión al reporte y declaraciones de un funcionario de Washington sobre el tema.
El subsecretario adjunto del Departamento de Estado, Kurt Donnelly, dijo que era "perturbador" que Pemex pudiera tomar el control de Zama y consideró la posibilidad como algo "potencialmente problemático".
Señaló, en entrevista conun diario de circulación nacional, que el Gobierno de Donald Trump está dispuesto a defender las inversiones estadounidenses en el sector energético en México.
"Nosotros no estamos revisando ningún contrato de exploración y de perforación de petróleo que se ha otorgado a partir de la reforma energética", dijo López Obrador.
Zama está justo en el límite de un bloque vecino de Pemex y es probable que el yacimiento se extienda dentro del área de la petrolera mexicana, pero la empresa debe aún perforar pozos para comprobarlo.
El año pasado, las empresas involucradas firmaron un acuerdo preliminar de unificación para evaluar la posible extensión de Zama, que establece también los procedimientos para un Acuerdo de Operación Conjunta (AOC), en caso de confirmarse la existencia del campo en ambos bloques.
Pero en caso de que las conversaciones se estanquen, la secretaría de Energía de México tendrá que resolver las disputas y nombrar a una compañía para que supervise las perforaciones, lo que la convertiría en el operador del proyecto unificado, dijeron dos exfuncionarios de la dependencia a Reuters.
El empuje de la estatal sobre el proyecto se da en medio de la política del nuevo gobierno mexicano para devolverle a Pemex un mayor control sobre el sector tras la reforma energética del 2013-2014 y tras la cual se han subastado áreas petroleras a empresas privadas.