Es la temporada perfecta para sacar a relucir las sandalias y dejar que los pies respiren después de estar encerrados. Sin embargo, el uso constante puede causar algunos problemas si no los cuidas adecuadamente.
Mantén una buena higiene
Los pies sudan más durante el verano, lo que puede aumentar las posibilidades de desarrollar infecciones por hongos y mal olor. Lávalos a diario con agua tibia y jabón suave, prestando especial atención a los espacios entre los dedos. Después, asegúrate de secarlos completamente antes de ponerte las sandalias.
Prueba este SEASKY masajeador de baño para pies con calor, burbujas y vibración.
Exfoliación y cuidado de la piel
El uso constante de sandalias puede causar sequedad y callosidades en los pies. Para mantener la piel suave y libre de durezas, exfolia tus pies regularmente utilizando una piedra pómez o un exfoliante suave. Después, aplica una crema hidratante para mantenerlos hidratados y evitar la formación de grietas.
Utiliza este kit de dos pares de mascarillas exfoliantes de pies que elimina piel muerta.
Protección solar
Aplica un protector solar de amplio espectro en la parte superior de los pies, especialmente si vas a pasar mucho tiempo al aire libre. Recuerda volver a aplicarlo cada cuatro horas, especialmente después de nadar o sudar.
Prueba el ISDIN Fotoprotector Fusion Gel Sport SPF 50+, eficaz también sobre piel mojada gracias a la tecnología Wet Skin.
Uso de plantillas y almohadillas
Si tus sandalias no proporcionan suficiente soporte o amortiguación, considera el uso de plantillas o almohadillas para proteger tus pies. Estos accesorios pueden ayudar a reducir el impacto al caminar y prevenir el dolor en los pies y los talones.
Prueba estos 2 pares de almohadillas para los pies, con parche elástico.
Cambia tus sandalias
Es tentador usar el mismo par de sandalias todo el verano, pero es importante alternar entre diferentes pares para permitir que tus pies descansen y evitar la fricción excesiva en determinadas áreas. Además, asegúrate de que se ajusten correctamente y no te provoquen ampollas o rozaduras.
Utilizas las DREAM PAIRS sandalias de senderismo con soporte de arco.
Trata las ampollas y las rozaduras
Si desarrollas ampollas o rozaduras en tus pies, es importante tratarlas adecuadamente para prevenir infecciones y acelerar la curación. Limpia el área afectada con agua y jabón, y cubre la ampolla o la rozadura con un apósito protector. Si la ampolla se rompe, evita arrancar la piel suelta y cubre la herida con un vendaje estéril.
- Te recomendamos seguir la rutina de la doctora Cynthia Bailey, del blog de salud y bienestar de la piel.
- Remoja tus pies en agua tibia o toma una ducha caliente durante 10-15 minutos.
- Frota la piel áspera de tus pies utilizando una la lima mientras están mojados. Elimina toda la piel áspera posible sin lastimarte.
- Aplica loción corporal de ácido glicólico mientras tus pies aún están húmedos. Seca tus pies con una toalla, pero debes aplicar la crema mientras aún estén húmedos. Aplica generosamente la loción en las áreas gruesas, incluyendo los dedos de los pies y las uñas si es necesario.
- Ponte un par de calcetines de algodón limpios y déjalos puestos durante al menos 8 horas.
Dependiendo de qué tan gruesa sea la piel de tus pies, este proceso puede tomar entre una semana y varios meses para eliminar toda la piel gruesa y áspera de tus pies.
Nuestros periodistas recomiendan de manera independiente productos y servicios que puedes comprar o adquirir en Internet. Cada vez que compras a través de algunos enlaces añadidos en nuestros textos, El Sol de México puede recibir una comisión.
Te recomendamos este podcast ⬇️
Disponible en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcast, Deezer y Amazon Music
