En medio de las preocupaciones generadas por los resultados de la evaluación PISA 2022, que revela desafíos educativos significativos en México, surge la propuesta de regresar a una práctica lúdica que no solo fortalece los lazos familiares, sino que también podría ser la clave para mejorar las habilidades matemáticas de los niños: los juegos de mesa.
El informe PISA 2022, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ha levantado banderas rojas al mostrar un aumento en el porcentaje de estudiantes ubicados en el nivel más bajo en matemáticas, lectura y ciencias. Ante esta realidad, es crucial buscar enfoques innovadores que estimulen el aprendizaje y, al mismo tiempo, promuevan la interacción familiar.
Elige Connect 4, ideal para jugar en familia y formar equipos, un juego bastante rápido.
Asimismo, un estudio publicado por la revista Early Years señala que jugar juegos de mesa puede ser la respuesta a esta problemática. El análisis de 19 estudios, que examinaron 25 juegos diferentes, reveló que alrededor del 32 por ciento de los juegos contribuyeron a una mejora significativa en las habilidades matemáticas de los niños. Entre los juegos destacados se encuentran clásicos como Dominó, Chutes and Ladders y The Great Race.
Matemáticas y diversión, juega Rummy que es multijugador y permite realizar estrategias.
Jaime Andrés Balladares Hernández, profesor asistente de educación en la Pontificia Universidad Católica de Chile y autor principal del estudio, destaca que incluso intervenciones breves, con sesiones de juego de aproximadamente 20 minutos por día, dos veces por semana durante un mes y medio, mostraron resultados prometedores.
Elige un clásico como el UNO stacko, combinado con Jenga para tener más dificultad.
"Podría parecer un hallazgo modesto en comparación con los resultados en otras áreas, sin embargo, estas intervenciones fueron generalmente breves, lo que es un resultado prometedor", afirmó Balladares.
Prueba Pictionary Board, también es multijugador y se trata de pistas como trabajo en equipo.
La propuesta de incorporar juegos de mesa en las escuelas como una herramienta pedagógica también se hace eco en el estudio. Invertir en este enfoque podría no solo mejorar los resultados académicos sino también hacer que el aprendizaje sea más atractivo y divertido para los estudiantes.
Otro clásico es el Dominó para jugarlo en familia para después de las cenas decembrinas.
Doug Clements, distinguido profesor y presidente del departamento de aprendizaje en la primera infancia de la Universidad de Denver, destaca que los juegos de mesa ofrecen a los niños múltiples representaciones de números, ayudándoles a comprender conceptos matemáticos de manera práctica y lúdica.
Aunque la tecnología también se encuentra en la ecuación educativa, se sugiere que el uso excesivo de dispositivos electrónicos en niños pequeños puede ser potencialmente perjudicial. Balladares enfatiza la necesidad de desarrollar juegos de mesa contextualizados, divertidos y asociados con objetivos de aprendizaje, en colaboración entre empresas y responsables políticos.
Es importante subrayar que la elección del juego adecuado y la adaptación al nivel de cada niño son elementos cruciales para maximizar los beneficios educativos. Además, la repetición y la progresión gradual de la complejidad del juego son fundamentales para el desarrollo conceptual de los niños.
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