Ante la pandemia del coronavirus lanzan el ataúd modelo Covid

Las ventas de féretros cayeron 90%, por lo que la empresa Platinum Casket Company elaboró un producto que evita contagios

Claudia Mendoza | El Sol de México

  · domingo 31 de mayo de 2020

Una bolsa de poliéster viene integrada para colocar el cadáver / Daniel Galeana | El Sol de México

La emergencia sanitaria provocada por el coronavirus ha dejado a muchas empresas a la deriva, incluso a las que se dedican a la construcción de féretros y, como en todo, hay que buscar alternativas, echar andar la creatividad para sobrevivir a la ruina.

Es el caso de la empresa Platinum Casket Company, que ante la caída de un 90% de sus ventas debió idear el llamado ataúd Covid-19, que evita cualquier derrame de líquidos y queda sellado totalmente para dar seguridad a los trabajadores funerarios y la familia de los deudos de que no habrá mayores contagios.

Eduardo López, encargado de la comercialización de ataúdes de esta empresa 100% mexicana, en entrevista con El Sol de México comenta que en el mes de marzo las ventas se les cayeron hasta en 90%. Dice que lograron sobrevivir con 34 trabajadores gracias a que ya tenían un pedido de exportar 130 féretros a Puerto Rico, después sólo vendieron lo que tenían en bodega, pues en esos días había la creencia de que las autoridades únicamente permitían las cremaciones.

Y no sólo esta empresa, ubicada en Barranca del Muerto 14, colonia Carlos Hank González, Los Reyes La Paz, Estado de México, enfrentó la baja en sus ventas, sino que los insumos con los que producen los ataúdes incrementaron sus costos por lo que debieron ofrecer sus productos a un mayor precio.

El encargado de comercialización expone que una vez que se declaró la emergencia sanitaria las mismas empresas funerarias se vieron sorprendidas debido a que antes de la pandemia se utilizaban féretros para velar a los difuntos y después los llevaban a los hornos crematorios o a sepultarlos en los panteones.

Ahora las reglas cambiaron y la cremación es directa. El cuerpo va a una bolsa y de ahí al horno crematorio. Sin embargo, la saturación en los crematorios fue tal que, como lo informó El Sol de México, estaban tardando hasta tres días en entregar las cenizas a los deudos.

Es por ello que las autoridades de salud anunciaron que también se permitía la inhumación. Ya con el modelo Covid-19 esta empresa está retomando sus actividades, esperan irse recuperando poco a poco, pues tienen capacidad para fabricar 150 ataúdes diarios, pero por lo pronto sólo hacen 70.

Este diario realizó un recorrido por las instalaciones de la fábrica y conoció su proceso de producción.

“Tenemos la primera área, que es de corte troquelado, que es donde se cortan las piezas para posteriormente ensamblar, aquí a mis espaldas tenemos el área de ensamblado que la mayor parte se ha hace por soldadura.

“En el área de pintura le damos los diferentes tonos o colores al acero, prácticamente aquí todo es automatizado y tenemos cuarta área que es la de herrajes, donde se ponen todas las agarraderas a los ataúdes.

“Por último, tenemos el área de tapicería, que es donde se hace todo el tapizado interior de los ataúdes por medio de tela, cartón, todo lo necesario para que se dé su terminado”, explica Eduardo López.

En la zona de tapicería, que es la que le da vista y confort a los ataúdes, hay ocho mujeres y al hablar de ellas, el señor López menciona con orgullo: “La mujer trabaja bien, no reniega, no repela y hace más cosas que un hombre… ellas a lo que están, todo el día están así, se saben organizar”.

Yesenia Cabrera Padilla, quien lleva un año trabajando en la fábrica, señala sonriendo que no le dan miedo los féretros y ya acostumbró a sus dos hijas (una de 19 y otra de 16) a su trabajo, pues como vive a dos calles de ahí ya han entrado a ver qué es lo que hace. “Al principio mis hijas me preguntaban cosas sobre mi trabajo, pero ahora ya se acostumbraron”, comenta.

Eduardo López no quiso dar el precio del costo del ataúd Covid por lealtad a las funerarias que le compran sus productos, pues deja que ellas sean las que ofrezcan el producto a los compradores y pongan el precio final.

"Me preguntan por qué no ofrezco directamente los ataúdes para que la gente los adquiera y así vender más, les digo que prefiero venderlo a los funerarios, porque una vez terminado esto (la pandemia) continuaré con mis clientes de siempre y si los ofrezco de otra manera perderé mis clientes".

Eduardo López manifiesta que esperan recuperarse de la falta de ventas de los meses de marzo y abril. Por ahora, tienen pedidos de Culiacán, Sinaloa, y Villahermosa, Tabasco. También esperan que en Estados Unidos y Puerto Rico les soliciten más pedidos, ya que su modelo Covid-19, que se puede pintar al gusto del comprador, ha sido bien recibido.


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