/ jueves 2 de mayo de 2024

Reviviendo la “Danza de las Mentiras” 

La enorme desesperación de la oposición del PRI, PAN y PRD ante la contundencia de los resultados de las encuestas presidenciales, que desde el año pasado le dan a la candidata de Morena Claudia Sheinbaum un triunfo de más de dos a uno, los ha llevado a creer que al repetir la estrategia principal de la campaña negra del “peligro para México” (ahora con diversas variables y nuevos aliados), podrían obtener algún resultado parecido a lo que ocurrió en anteriores sexenios.

La brutal desinformación con la que los medios de comunicación corporativos castigaron a la población durante tantos años, junto con la acrecentada embestida mediática de los años 2000 y 2006 contra el presidente (antes candidato) López Obrador, vuelve a repetirse casi como una calca. Los mismos actores de entonces y algunos nuevos se unen a la estrategia de ataque artero contra esta Cuarta transformación.

Entre las cabezas más visibles de esta revivida estrategia de la danza de las mentiras están Claudio X. González, Aguilar Camín y el grupo de pseudo intelectuales y comunicadores orgánicos del salinato , que incluyen decenas de comunicadores y periodistas de Televisa y Televisión Azteca, principalmente. Gente como el güero Castañeda, Javier Alatorre, el autodenominado neoliberal Leo Zucherman, Denis Dresser y el payaso más tenebroso y hasta al especialista en montajes Loret con todo y su jefe, el tabasqueño Madrazo, son sólo algunos de los nombres de quienes, unidos al grupo de políticos que personas como Alejandro Moreno, Vicente Fox, los chuchos, Calderón, Marko Cortez y hasta Peña Nieto, atacan de nueva cuenta a nuestro presidente y al proyecto que él encabeza.

El problema es que ahora, como fue antes, se encuentran fortalecidos por la madrota de la impunidad: una suprema corte de injusticia que, aliada con gente como exministros y abogados, han sido capaces de poner en peligro a nuestra autoridad gubernamental, al grado dejar sin castigo hasta a los delincuentes más rapaces de este país. Se agrega el INE de Lorenzo Córdoba y sus monaguillos, que son la mayoría de los consejeros que todavía trabajan en ese instituto. En los medios de comunicación también se encuentran personas como Aristegui y Alazraki, hoy hermanados en esa causa común de hacer lo que sea para golpear al presidente y su candidata.

La oposición corrupta cree que con esa estrategia de decir mentiras a diestra y siniestra también podría mejorar las expectativas de ese bloque opositor a que sus cifras electorales mejoren un poco. Ya hasta Massive Caller les ha dicho que están empatados. Y aunque ello es no sólo inaudito sino increíble, lo cierto es que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y sus aliados en el gobierno y los congresos y los estados en donde gobierna Morena, muy poco han hecho para tener más herramientas de contraataque frente a tan siniestra embestida.

Mi impresión es que muchos miembros del gobierno y de Morena se confiaron de más. Que no entendieron con claridad que la popularidad del presidente podría no alcanzar para ganar los congresos, tal cual quedó demostrado en las elecciones intermedias del 2021. La presidencia de Claudia sin un poder legislativo con mayoría absoluta haría muy difícil una gobernabilidad más fluida. Y la sociedad sabe que hay responsables de esto que tienen nombre y apellido. Nombres que ojalá empiecen a salir antes de que algunos quieran voltear a ver al presidente Obrador como responsable de un desastre de ese tamaño.

Si algo sabe muy bien hoy el pueblo, es que al mejor presidente de México no se le podía pedir tampoco la hazaña de ganar prácticamente solo frente a poderosísimas inercias internas y externas. Hubo alrededor ineptos, irresponsables, traidores y corruptos que son culpables de no haber fortalecido con suficiencia al presidente y sus estrategias. Sabremos y diremos con fuerza los nombre de cada uno de ellos en cuanto llegue el momento.

La enorme desesperación de la oposición del PRI, PAN y PRD ante la contundencia de los resultados de las encuestas presidenciales, que desde el año pasado le dan a la candidata de Morena Claudia Sheinbaum un triunfo de más de dos a uno, los ha llevado a creer que al repetir la estrategia principal de la campaña negra del “peligro para México” (ahora con diversas variables y nuevos aliados), podrían obtener algún resultado parecido a lo que ocurrió en anteriores sexenios.

La brutal desinformación con la que los medios de comunicación corporativos castigaron a la población durante tantos años, junto con la acrecentada embestida mediática de los años 2000 y 2006 contra el presidente (antes candidato) López Obrador, vuelve a repetirse casi como una calca. Los mismos actores de entonces y algunos nuevos se unen a la estrategia de ataque artero contra esta Cuarta transformación.

Entre las cabezas más visibles de esta revivida estrategia de la danza de las mentiras están Claudio X. González, Aguilar Camín y el grupo de pseudo intelectuales y comunicadores orgánicos del salinato , que incluyen decenas de comunicadores y periodistas de Televisa y Televisión Azteca, principalmente. Gente como el güero Castañeda, Javier Alatorre, el autodenominado neoliberal Leo Zucherman, Denis Dresser y el payaso más tenebroso y hasta al especialista en montajes Loret con todo y su jefe, el tabasqueño Madrazo, son sólo algunos de los nombres de quienes, unidos al grupo de políticos que personas como Alejandro Moreno, Vicente Fox, los chuchos, Calderón, Marko Cortez y hasta Peña Nieto, atacan de nueva cuenta a nuestro presidente y al proyecto que él encabeza.

El problema es que ahora, como fue antes, se encuentran fortalecidos por la madrota de la impunidad: una suprema corte de injusticia que, aliada con gente como exministros y abogados, han sido capaces de poner en peligro a nuestra autoridad gubernamental, al grado dejar sin castigo hasta a los delincuentes más rapaces de este país. Se agrega el INE de Lorenzo Córdoba y sus monaguillos, que son la mayoría de los consejeros que todavía trabajan en ese instituto. En los medios de comunicación también se encuentran personas como Aristegui y Alazraki, hoy hermanados en esa causa común de hacer lo que sea para golpear al presidente y su candidata.

La oposición corrupta cree que con esa estrategia de decir mentiras a diestra y siniestra también podría mejorar las expectativas de ese bloque opositor a que sus cifras electorales mejoren un poco. Ya hasta Massive Caller les ha dicho que están empatados. Y aunque ello es no sólo inaudito sino increíble, lo cierto es que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y sus aliados en el gobierno y los congresos y los estados en donde gobierna Morena, muy poco han hecho para tener más herramientas de contraataque frente a tan siniestra embestida.

Mi impresión es que muchos miembros del gobierno y de Morena se confiaron de más. Que no entendieron con claridad que la popularidad del presidente podría no alcanzar para ganar los congresos, tal cual quedó demostrado en las elecciones intermedias del 2021. La presidencia de Claudia sin un poder legislativo con mayoría absoluta haría muy difícil una gobernabilidad más fluida. Y la sociedad sabe que hay responsables de esto que tienen nombre y apellido. Nombres que ojalá empiecen a salir antes de que algunos quieran voltear a ver al presidente Obrador como responsable de un desastre de ese tamaño.

Si algo sabe muy bien hoy el pueblo, es que al mejor presidente de México no se le podía pedir tampoco la hazaña de ganar prácticamente solo frente a poderosísimas inercias internas y externas. Hubo alrededor ineptos, irresponsables, traidores y corruptos que son culpables de no haber fortalecido con suficiencia al presidente y sus estrategias. Sabremos y diremos con fuerza los nombre de cada uno de ellos en cuanto llegue el momento.