Graciela, tía de una persona privada de su libertad en el reclusorio sur de la Ciudad de México corre porque ya es tarde para ingresar a la visita semanal. Debe alcanzar acceso para dejarle alimento y dinero a su sobrino.
Con dos o hasta cuatro bolsas de lo que contiene una canasta básica como huevos, salchichas, jamón, carne, aceite y hasta dinero, las familias están obligadas a llevar cada semana insumos a sus internos pues a veces no alcanza en cantidad y no hay calidad en los alimentos que dan en los centros penitenciarios en México, contrario a lo que dictan los Derechos Humanos Universales y la Ley Nacional de Ejecución Penal.
El abasto alimenticio, calzado y vestimenta corren a cargo de las familias, incluso les dicen el color de ropa que deben llevarles a sus internos. Esto para Graciela es un ejemplo de que no pueden abandonar las medidas al exterior para prevenir la enfermedad del Covid-19 en los penales pues si no hay garantías para el alimento, menos para la salud.
Desde adentro del Centro Femenil Tepepan, El Sol de México atendió dos entrevistas vía telefónica, gracias a su equipo jurídico.
“Realmente estoy muy preocupada sobre todo porque aquí ya contamos con un caso que se encuentra en la Torre Médica de aquí de Tepepan, es un hombre, viene llegando del Norte, bueno llegó el día miércoles (hace dos semanas) y obviamente pues toda la población estamos muy preocupadas porque finalmente ese es un foco de infección para nosotros”, dijo Judith, nombre ficticio utilizado para resguardar su identidad ante el temor de alguna represalia.
La Secretaría de Gobierno local a cargo de los 13 reclusorios informó en abril sobre las medidas para atender los casos de Covid-19, como la instalación de carpas con camas para brindar atención a enfermos y que la atención de posibles contagios que ameriten hospitalización estarán en el Hospital Torre Médica Tepepan y la Clínica contra las Adicciones.
El uso de la Torre Médica llegó a oídos de Judith. Después de tres días de que ingresaron al presunto enfermo, no sanitizaron el centro, pero sí lo hicieron en dos dormitorios y no en la totalidad de ellos como pidieron las mismas internas.
En recorrido por el reclusorio sur encontramos a María quien acudió a llevar alimentos y 200 pesos a su interno. Al salir de este espacio, dijo de forma desesperada, que tiene temor de que existan contagios y que su pareja muera ahí. “Aquí de verdad como viven ellos adentro es algo desesperante, no hay limpieza, no hay sanitización, o sea, viven en una situación muy mal. Si había epidemia de piojos, de chinches, imagínese usted esta enfermedad, ¿qué es para ellos lo que va a pasar?", cuestionó.
La Asociación Civil AsiLegal, dirigida por José Luis Gutiérrez, informó en su corte del 30 de abril que en México ya hay dos defunciones de personas privadas de su libertad y 73 contagios por coronavirus.
Flor, otra interna del penal de Tepepan y de la cual reservamos su verdadera identidad, aseguró que no les proporcionan ni cubrebocas, ni guantes y nada para que se puedan proteger. “Nosotras con nuestros propios medios, de hecho yo no tengo visita desde que empezó la contingencia entonces yo tengo que trabajar para subsistir para pagar mis gastos y todo. Y si tengo que comprar un cubrebocas o un medicamento yo lo tengo que hacer porque aquí no te brindan nada, absolutamente nada”.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos en su revisión penitenciaria publicada en 2018 encontró que el Centro Femenil de Reinserción Social de Tepepan tenía inexistencia o deficiencia en condiciones materiales.
Ella indicó que no hay un protocolo distinto con la población vulnerable, en su caso que tiene VIH, para prevenir que se contagien de Covid-19. “ Aquí a todas nos tratan de la misma manera, de hecho si aquí te enfermas o algo, no hay como una seguridad de que te puedan pasar al médico o algo, nada, nada”.
AsiLegal coincidió pues han recibido distintas llamadas de internos en donde les platican que han tenido que improvisar medidas para poder sanitizar sus espacios, por lo que están comprando cloro, vinagre y hacen fórmulas con agua para que puedan desinfectarse.
Judith indicó que a través de la televisión ha escuchado que los funcionarios anuncian preliberaciones, pero en el Tepepan no ha habido ninguna por lo que pidió se reabran los juzgados para que cada quien haga los trámites porque, dice, el coronavirus ya es un foco rojo.
“Tenemos varias compañeras que acuden a los centros varoniles a sus (visitas) íntimas y a sus convivencias, yo no sé si sus esposos tengan contacto con gente que esté contagiada y después vengan y pues ellas estén en contacto con nosotros y obviamente pues finalmente quedamos todo mundo contagiado”.
Ante la falta de información del Sistema Penitenciario en el país, la Asociación Civil Documenta realizó 700 encuestas con familiares y acompañantes de personas privadas de libertad. Sofía González Talamantes, de esta asociación, reveló que 53 por ciento dijo que no recibió información sobre las medidas preventivas contra el Covid-19.
Flor expuso que sólo colocaron carteles con información de la sana distancia, pero seguridad y custodia así como personal médico ingresa a población general después de entrar a la Torre Médica por lo que son ellos los que mayor contagio les pueden provocar.
Ante la crisis de salud que está provocando el coronavirus, Judith sentenció: “No sé si vamos a tener algún otro tipo de medicamento o que sí vamos a tener en dado caso en que el paciente llegue agravarse pues yo no creo que contemos con ventiladores o todo lo que requieren que nosotras hemos escuchado en las noticias”.
Ángela Guerrero, del Centro de Estudios y Acción para la Justicia, A.C exhortó a las autoridades a garantizar los insumos básicos para la sanitización de los espacios y aplicar el derecho a la información clara para entiendan y conozcan las internas cuál es la situación de la pandemia.