La alcaldía Benito Juárez ha sido caldo de cultivo para abusar de cambios en el uso de suelo. La torre Enquentro Insurgentes Mixcoac de 25 niveles, situada en Avenida Patriotismo 883, es uno de esos ejemplos. A pesar de que en los planos de divulgación de desarrollo urbano a nivel delegacional y en los planes parciales se permite la construcción de un inmueble de seis niveles, la realidad supera en 19 niveles lo establecido.
Cuando los espacios para construir en la alcaldía empezaron a escasear, algunas constructoras vieron en la herramienta de Polígonos de Actuación el remedio para expandirse por lo que actualmente hay 34 de estos permisos con irregularidades.
Uno de ellos es esta torre que presume como reclamo de venta encontrarse en una “típica colonia pequeña, con calles empedradas”, se erige como un tótem de 25 niveles frente al resto de edificios que difícilmente superan los siete niveles. Su oferta abarca desde departamentos de 75 metros cuadrados con un precio inicial de 5 millones 523 mil 587 pesos hasta los más grandes con una extensión de 195 metros cuadrados, todos con balcón o terraza y toda una suerte de amenidades de lujo como alberca, gimnasio, ludoteca, spa, business center, coffe bar y salones fitness.
La obra realizada por el despacho de Arquitectura Hansi cuenta con 164 solicitudes para dicho predio y en el último Certificado Único de Zonificación de Uso de Suelo, con fecha de 14 de febrero de este año, se sigue hablando de una zonificación de 6 niveles. Por su parte, la información en el portal interactivo Ciudad MX -una herramienta digital creada por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México para la verificación de predios- tampoco no coincide con lo construido.
En los últimos tres años se registraron 152 solicitudes de constitución de esta herramienta para construir en Benito Juárez. Sólo 76 fueron aprobadas y de éstas, el equipo de El Sol de México en alianza con la Maestría de Periodismo de la Universidad de Guadalajara (UdeG) encontró 34 con irregularidades.
“Los polígonos de actuación se diseñaron con el propósito de redensificar la ciudad y poder ocupar espacios que tenían oportunidad de ocuparse. El problema es la forma en la que se ha utilizado. Creo que es una buena herramienta siempre y cuando tenga una buena interpretación y que se use de manera correcta”, sentenció en entrevista Mariana Boy, Procuradora Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México.
Para entender el fenómeno es necesario remontarse a la historia reciente de densificación de la Ciudad de México. Fue después del terremoto de 1985 que gran parte de la población decidió retirarse de las zonas céntricas de la ciudad por miedo a otra tragedia. Fue así como la ciudad empezó a crecer en las orillas y vaciarse en el centro, el llamado efecto dona. Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se diseñó el Bando 2, una herramienta que permitía redensificar los centros de la ciudad y volvía más que atractivas esas zonas para las desarrolladoras porque así podían aumentar el número de viviendas en un predio en el que solían existir viviendas unifamiliares.
El reflejo de estos cambios en la ciudad se encuentra desde hace casi dos décadas en los Planes Delegacionales de Ordenamiento Urbano y en los Planes Parciales. “La lógica del negocio para las desarrolladoras era encontrar predios vacíos o con construcciones de baja densidad, pero con un potencial más alto al utilizado. A grosso modo, la utilidad del negocio era la diferencia entre las ventas de un producto más denso y el costo del terreno y construcción”, explica Luis Beltrán del Río, maestro en ciencias de la gestión urbana.
De esta manera, una vivienda podía convertirse en un edificio de ocho departamentos. “Con la herramienta del Polígono de Actuación se puede redensificar aún más y en donde tenías tres terrenos con tres edificios de ocho departamentos, ahora podrías tener un megadesarrollo de 100 o más viviendas, sobrecargando el terreno en muchos aspectos de infraestructura”, aclara Del Río. De esta forma, considera, las constructoras encontraron a su gallina de los huevos de oro.
Claudia Sheinbaum usó su derecho de veto y congeló este instrumento en marzo de este año. Aún no hay claridad de por qué se otorgaron tantos permisos, dónde está el dinero de estos y cuál será su impacto para los habitantes de la Ciudad de México.
Esta investigación forma parte de del proyecto académico realizado bajo el marco de la maestría en Periodismo Digital de la Universidad de Guadalajara.