Vecinos de la alcaldía Benito Juárez interpondrán un amparo colectivo en contra del proyecto “La Comer Del Valle”, debido a que para la construcción se han talado más de 10 árboles y están en riesgo otros 60 plantados alrededor del predio que se localiza en la avenida Gabriel Mancera número 1311, colonia Del Valle.
De acuerdo con información publicada por la empresa comercial, el proyecto contempla la construcción de una tienda de autoservicio con divisiones de departamentos como abarrotes, perecederos, alimentos preparados, mercancías generales y artículos para el hogar; y en su planta baja, considera la ubicación de locales comerciales. La misma empresa informó que, sobre un inventario de 97 árboles, 17 serían derribados, entre ellos jacarandas, ficus, hules, cipreses italianos, un capulín y truenos.
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Afuera del predio hay 60 árboles numerados en donde se indica que son ejemplares protegidos por resolución administrativa de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México y, por lo tanto, no se permite realizar sobre ellos poda, desmoche, mutilación o derribo. Tampoco se permite agregar tierra al tronco ni químicos.
A pesar de la clasificación de protegidos, condición que se advierte con un letrero que incluye el nombre científico del árbol y el folio de la resolución administrativa que impide su tala, hay algunos árboles que fueron podados y de los que se ve sólo una parte del tronco, es el caso de una palmera que se ubicaba en Miguel Laurent.
María de Lourdes Vega Orozco, responsable de la parte legal, señaló a El Sol de México que el documento cuenta con 564 firmas hasta el momento. El objetivo del recurso legal es suspender la tala de la o las jacarandas que pretenden derribar, revisar qué autoridades autorizaron el derribo y bajo qué argumentos lo hicieron ya que los vecinos no están interesados en tener más centros comerciales.
También urgen a las autoridades mostrar los resultados del estudio de impacto ambiental, así como la revisión y modificación del proyecto para que se conserven todas las jacarandas de la calle de Amores, entre otras peticiones.
Como medida de compensación por la tala, la empresa pagó 851 mil pesos, acto que calificó como indignante. “Es más que indignante para todos nosotros, pero nos vivimos como en un estado de ‘indefensión programada’, es decir incapacidad física, psicológica y emocional para hacer algo”, apuntó.
Actualmente, en redes sociales, con el trabajo de Denisse Irazu Silva De la Torre, otra de las impulsoras de la defensa de los árboles, y el apoyo de vecinos, decenas de ellos se unieron para vigilar que ningún otro árbol sea talado. Al respecto, Camila Martínez, vecina de la Del Valle, expuso que el reclamo comenzó porque La Comer se comprometió a replantar varios ejemplares, pero hasta el momento ha ocurrido lo contrario, pues se percataron del retiro de algunos árboles.
Quienes viven alrededor de la zona están pendientes de que no se realicen más talas, dijo; sin embargo, existe el temor de que los agarren desprevenidos, como ha ocurrido en otras obras, por ejemplo la de Mítikah, en la misma demarcación, donde las talas se hicieron durante la noche.