Por Antonio De Marcelo /La Prensa
México.- Como lo había adelantado, el Santo Padre se encontrócon la Virgen de Guadalupe al oficiar misa en al Santuario Mariano,donde hizo un llamado a las familias a construir el santuario de lafe.
Y sin embargo no se olvidó de los sufrientes cuando dijo:“Dios está en el corazón sufriente pero resistente de quienesles han arrebatado criminalmente a sus hijos”.
El Santo padre ofició esta misa ante miles de mexicanos quellegaron desde temprana hora para tener el mejor lugar.
En esta misa pidió reconocer a María como la mujer que seentrega para dar lo mejor de ella.
Añadió que escuchar este mensaje en este lugar tiene unsignificado especial por la petición que María hizo al indio JuanDiego.
María, añadió, acompaña la gestación de esta bendita tierramexicana desde que se hizo presente y de la misma manera se hacepresente desde que escogió este lugar a favor de todos
En una analogía de la grey católica y el hoy Santo Juan Diego,el Papa Francisco rememoró el encuentro de Juan Diego y la Virgenla mañana de diciembre de 1521, en que se produjo su primermilagro al despertar la fe en Juan Diego y la esperanza de unpueblo, un amanecer en que Dios despertó y despierta la esperanzade los sufrientes, de los desplazados, de quienes no tienen lugardigno en esta tierra.
Afirma el Papa que en este amanecer Dios se acerca al corazónsufriente de tantas madres y padres que han visto perder, o inclusoarrebatarles criminalmente a sus hijos.
“Ene se amanecer Juancito experimenta en su propia vida lo quees la esperanza, lo que es la misericordia” al haber sido elegidopara supervisar la construcción del santuario, sin que estequisiera pero con lo cual ella despierta en él “una bandera deamor y justicia”.
Es dijo el Santo Padre la construcción de un santuario de vidadonde nadie puede quedar fuera, “donde todos somos necesarios,especialmente aquellos que normalmente no cuentan por no estar a laaltura de las circunstancia” pero añadió: “el santuario dedios es la vida de sus hijos de todos.
Y en todos las condiciones, especialmente los jóvenes sinfuturo son expuestos a un sinfín de situaciones dolorosas,riesgosas y los ancianos sin reconocimiento, pero el santuario deDios es el rostro de tantos que salen a nuestro camino.
Ante esto pidió que igual a Juan Diego: “mirar a la madredesde nuestros dolores,
Miedos, desesperaciones, tristezas y decirle madre “qué puedoaportar yo si no soy u n letrado”
Llamo a mirar calmadamente a y decirle como lo hizo aquel otrohijo que la quería mucho mirarle simplemente porque ella nos da lacerteza que las lagrimas de los que sufren no son estériles.
@Antoniodemarcelo