El 19 de septiembre pasado, la comunidad internacional dirigió su mirada a México, la causa, un terremoto de magnitud 7.1 con epicentro en los límites de Morelos y Puebla, que afectó a los estados de México, Oaxaca, Morelos, Puebla, Guerrero y la Ciudad de México, dejando como saldo 369 personas fallecidas. De inmediato, 24 países reaccionaron enviando a la capital del país personal especializado en búsqueda y rescate de víctimas, médicos, arquitectos, especialistas en estructuras colapsadas y reconstrucción.
A casi tres semanas del sismo, se contabilizan más de 430 especialistas extranjeros que acudieron al llamado de auxilio de México, y que estuvieron en los edificios rescatando víctimas, revisando inmuebles, dando consultas médicas y apoyando al pueblo mexicano.
En los edificios colapsados, ingenieros civiles, especialistas en audio, médicos, arquitectos, perros entrenados y los tan mencionados topos, echaron mano de la tecnología para detectar vida debajo de toneladas de concreto.
En Villa Coapa, los multifamiliares de Tlalpan, el edificio derrumbado en Álvaro Obregón, en la fábrica textilera de Bolívar, en la colonia Obrera, y en el Colegio Rébsamen, los especialistas extranjeros y mexicanos, usaron cámaras térmicas para, a través del calor, detectar a sobrevivientes enterrados entre las montañas de escombros.
En estos difíciles días, los llamados Millennials fueron claves, por ejemplo, en la Colonia Roma un grupo de universitarios puso en práctica un robot equipado con tecnología de punta y creada para apoyar en catástrofes naturales.
Ixnamiqui Olinki, fue creado por alumnos y profesores de la Universidad Panamericana Campus Aguascalientes, quienes han trabajado durante los últimos tres años en el desarrollo y mejora del robot cuyo nombre viene del náhuatl y significa Robot buscador de personas.
Está dotado de un tanque pequeño con cuatro extremidades mecánicas, las cuales le permiten darle elevación al robot, así como movilidad en zonas difíciles, con un brazo con una extensión de un metro 60 centímetros para llevar agua o medicamento a una persona atrapada, señala la facultad de ingeniería de la UP Aguascalientes.
Una vez pasado el sismo, una de las primeras delegaciones extranjeras en llegar a nuestro país fue Israel, con 72 soldados; Colombia, con 31 especialistas; Estados Unidos, con 76 rescatistas, y Japón con 70.
Pero también llegaron expertos rescatistas de España (54) Honduras (36) Ecuador (35), El Salvador, (25) Guatemala (47) Costa Rica (cinco) Venezuela (seis), Suiza y Alemania (dos expertos) Perú y Panamá (36) Chile (18) la ONU, Unión Europea (cuatro ingenieros) Cuba (40 médicos) Italia y Venezuela (40 especialistas) y Turquía.
Para ellos, el lenguaje no fue problema, en algunos casos, trajeron a sus propios traductores, y en otros estudiantes de la UNAM se ofrecieron como traductores de las delegaciones extranjeras con el objetivo de formar una comunidad que permitió llevar a cabo las labores de búsqueda y rescate.
Una de los grupos más numerosos fue el de Israel conformado por 72 soldados para auxiliar en las labores de rescate. De ellos, 25 eran ingenieros que valoraron la seguridad de los edificios afectados y el resto rescatistas, personal médico y técnico
Por su parte, Panamá envió 36 rescatistas, dos perros y equipo de trabajo; Estados Unidos envió un grupo de élite basado en Los Ángeles dotado con equipo de última generación; y de España llegaron a nuestro país, siete rescatistas dotados con equipo militar.
Chile, otro país que al igual que México se encuentra en una altamente sísmica, envío 18 rescatistas, y Ecuador a 35 bomberos.
Entre la comunidad mexicana, el equipo japonés llamó mucho la atención por su disciplina y capacidad de respuesta y compromiso; el equipo español llegó con cuatro perros entrenados para búsqueda y rescate, cámaras especiales y geófonos para rastreo de grandes zonas de terreno, cojines neumáticos y cuñas hidráulicas para mover cargas.
Mientras que la ONU envió especialistas y estructuristas de diversas nacionalidades- qué durante 10 días, colaboraron con nuestro país en revisión de inmuebles,
Alemania envió ingenieros que participaron en la revisión de edificios y zonas dañadas en la Colonia Narvarte y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; así como en diversos pueblos de Morelos.
Mientras que Perú envió brigadistas que participaron en labores de rescate durante la tragedia del sismo; mientras que los ingenieros andinos realizaron revisiones en el Hospital 20 de Noviembre, el Hospital López Mateos, así como diversos multifamiliares.
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