El narcotraficante Rafael Caro Quintero, quien fue capturado la tarde de este viernes en el municipio de Choix, Sinaloa, podría ser extraditado en cualquier momento a Estados Unidos por el homicidio, en 1985, del agente de la DEA, Enrique Kiki Camarena Salazar, ya que el fundador del Cártel de Guadalajara perdió, apenas en mayo pasado, el juicio para evitarlo.
El Gobierno de México confirmó que este 15 de julio se realizó una operación conjunta entre la Semar y la Fiscalía General de la República (FGR) en las inmediaciones de la comunidad de San Simón del municipio de Choix, Sinaloa, con el fin de cumplimentar la orden de aprehensión con fines de extradición de Caro Quintero, obteniendo resultados positivos.
Caro Quintero pierde juicio
Por mayoría de votos, los magistrados del Primer Tribunal Colegiado en materia Penal resolvieron el recurso de revisión que había solicitado Caro Quintero y confirmaron la negativa de un juez para conceder el amparo al narcotraficante contra la orden de detención provisional con fines de extradición de 2013.
El capo argumentó que no es procedente su extradición porque no puede ser juzgado dos veces por el mismo delito; expuso que él cumplió una sentencia en México por la muerte de “Kiki” Camarena, que es el crimen por el cual esa reclamado por la justicia de Estados Unidos.
Pero en su resolución definitiva, entregada en mayo pasado, el primer tribunal indicó que el hecho de haber sido enjuiciado por ciertos delitos “no impide que eventualmente se acceda a su extradición por aquellos que están fuera de ese enjuiciamiento, y ello sería razón suficiente para que la orden de detención provisional no transgreda sus derechos fundamentales”.
Los magistrados señalaron que Caro Quintero es requerido en extradición por una Corte estadunidense para ser enjuiciado dentro del séptimo proceso superveniente presentado el 31 de julio de 1992 por delitos violentos para asistir a la delincuencia organizada; asociación delictuosa para cometer delitos violentos a fin de asistir a la delincuencia organizada, así como asociación delictuosa para secuestrar a un agente federal y homicidio grave de un agente federal.
Con ello, el tribunal cerró el proceso de siete años durante los cuales los abogados del narcotraficante intentaron evitar su extradición.
La entrega del narcotraficante a las autoridades estadounidenses, quienes ofrecían una recompensa de 20 millones de dólares por su captura, espera se lleve a cabo en las próximas horas, dependiendo las facilidades que otorguen las autoridades mexicanas.
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