El gobierno mexicano negó acercamientos entre Irán y México, como lo señaló una publicación estadounidense que afirma que el general iraní Qassim Suleimani, asesinado por un dron estadounidense en Bagdad, mantenía una red de contactos y operaciones encubiertas en varios países de América Latina.
Iraníes habrían buscado acercarse al nuevo gobierno de México, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, una vez que asumió el cargo en diciembre de 2018, según Mary Anastasia O’Grady, columnista del Wall Street Journal.
Desde Argentina y Venezuela, pasando por Bolivia y Nicaragua, el gobierno iraní mantenía relaciones estrechas políticas y económicas con sus gobiernos, ampliando su capacidad operativa para acciones terroristas, afirma la columnista.
En el caso mexicano, “una fuente de inteligencia confiable me dice que Irán se ha estado acercando a México desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador asumió el cargo. Eso se ajusta al patrón Suleimani y es algo de qué preocuparse”, afirma O’Grady.
“Es falsa esa publicación”, se limitó a responder el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, cuando fue cuestionado por reporteros sobre la veracidad de esa información durante la presentación del día de China en México, en la Secretaria de Economía.
TRUMP DEFIENDE ASESINATO
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió ayer su decisión de asesinar a Qassim Suleimani, argumentando que representaba una amenaza inminente para su país, pero también dijo que eso no era lo importante dada la historia del líder militar.
"Los medios que propagan noticias falsas y sus socios los demócratas están trabajando arduamente para determinar si el futuro ataque del terrorista Suleimani era 'eminente' o no, y si mi equipo estuvo de acuerdo", escribió ayer em presidente de EU, presumiblemente escribiendo mal la palabra "inminente".
"La respuesta a ambas es un SÍ rotundo. ¡Pero realmente no importa dado su horrible pasado!", agregó.
Más tarde, el fiscal general William Barr sostuvo que Trump tenía autoridad para matar a Soleimani y agregó que la Casa Blanca consultó con su departamento antes del ataque.
Barr dijo a periodistas que Soleimani era un "objetivo militar legítimo" y que el ataque era un acto "de defensa".
Desde el ataque del 3 de enero, críticos de Trump han cuestionado la afirmación del gobierno de que Suleimani estaba planeando un ataque inminente contra Estados Unidos, el momento del ataque y la decisión del mandatario de no notificar al Congreso de sus planes. El domingo el jefe del Pentágono reconoció que no habnía ninguna prueba de que Suleimani planeara inminentes ataques a cuatro embajadas de EU, primera justificación de Trump para decidir su muerte.