Con la finalidad de construir sociedades más justas, equitativas y resilientes, se llevó a cabo el onceavo Encuentro de la Red Parlamentaria para la Igualdad de Género de ParlAmericas, en el que se destacó la necesidad de reducir la brecha de género.
Con la participación de 22 países de las Américas y el Caribe, se consideró que de acuerdo con el decisivo rol de los parlamentos y sus miembros en el avance de soluciones, se reafirmó el compromiso de estas naciones de transformar las prácticas y estereotipos discriminatorios que crean obstáculos para alcanzar este objetivo común, al promover la igualdad de derechos y oportunidades.
Reunidos en la Ciudad de México, se analizó la condición del empoderamiento de la mujer en el ámbito laboral e intercambiamos estrategias legislativas para construir un futuro más equilibrado en materia de género para nuestra región.
En este sentido, se identificó como prioridad el reconocimiento, la reducción y la redistribución del trabajo de cuidado no remunerado y el trabajo domestico de las mujeres; cerrar las brechas en los marcos legales para promover igualdad sustantiva; erradicar el acoso sexual en el trabajo y otras formas de discriminación que limitan las oportunidades.
Así mismo; abogar por la recolección y el uso de datos desagregados para la formulación de políticas públicas que respondan mejor a las necesidades de todas las mujeres durante su vida laboral, así como fomentar transformaciones culturales positivas que fortalezcan condiciones de trabajo equitativas y sostenibles para las economías del futuro
Por ello, los representantes parlamentarios de las 22 naciones del continente americano se comprometieron a revisar la situación de los convenios internacionales sobre igualdad de género en el ámbito laboral, incluyendo los convenios de la OIT pendientes de ratificación; y a tomar medidas para armonizar la legislación de estos países de conformidad con los acuerdos suscritos por los mismos.
Igualmente se comprometieron a visibilizar el trabajo de las mujeres para desafiar los estereotipos de género nocivos; identificar disposiciones en las leyes nacionales que son directa o indirectamente discriminatorias hacia las mujeres en el mundo laboral, y consultar con organizaciones de mujeres sobre cómo cerrar esta brecha.
También plantearon forjar nuevas expectativas en torno al balance laboral-personal en todos los sectores, incluida la política, y modelarlas en la medida de lo posible; adoptar medidas para fortalecer los sistemas de protección social, asegurándose que estos se guíen por los principios de universalidad, corresponsabilidad e igualdad de género.
Así mismo, postularon invertir en infraestructuras y formación sensible al género, que contribuyan a preparar a las y los jóvenes para la rápida transformación de los mercados laborales del futuro.
Dentro de los nueve compromisos que asumieron estas naciones, incluida la mexicana, también se inscriben iniciar o apoyar acciones para institucionalizar una política contra el acoso sexual que sea apropiada para nuestros parlamentos; así como implementar buenas prácticas en nuestras oficinas que fomenten una cultura de respeto e inclusión para todas y todos los empleados.
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