- Le exigen rapidez en el proceso de salida y advierten que nohabrá trato especial
Carlos Siula / El Sol de México
Corresponsal
PARÍS, Francia. (OEM-Informex).- Los 28 líderes de la UniónEuropea (UE) se reunieron ayer en Bruselas, acaso por última vez,para examinar las consecuencias del referéndum del jueves pasadoque obliga al Reino Unido a abandonar la Unión Europea (UE).
Poco antes, la canciller británica Angela Merkel había impresoun giro inesperado a la crisis del Brexit (salida británica de laUE) al proponer en el Bundestag (Parlamento alemán) una soluciónintermedia.
Esa salida, inspirada del modelo noruego, permitiría que elReino Unido siga en el mercado común, aunque salga de la UE, “acondición de que respete la libre circulación de personas,mercancías, servicios y capitales.
“Tiene entrada al mercado común quien reconoce y aceptacuatro libertades de movimiento: de personas, de bienes, deservicios y de capital. Noruega, por ejemplo, no es miembro de laUE, pero forma parte del mercado común porque acepta esos cuatroprincipios”, indicó.
Después de lanzar esa iniciativa viajó a la capital belga paraasistir a la conferencia extraordinaria, convocada para tratar deencontrar un acuerdo sobre el procedimiento y el calendario delretiro británico.
En momentos en que los jefes de Estado y de Gobierno comenzabana llegar al edificio Carlomagno de Bruselas para asistir a lacumbre, miles de personas se congregaron bajo una lluvia pertinazen Trafalgar Square, en pleno centro de Londres, para protestarcontra el resultado del referéndum del jueves 23 de junio.
A esa misma hora, los manifestantes reunidos en Londres -enmedio de un mar de banderas británicas y europeas- coreabanconsignas contra el Gobierno conservador de David Cameron yfórmulas hostiles contra exalcalde de Londres, Boris Johnson, unode los líderes de la campaña a favor del Brexit.
Vista desde los edificios circundantes, esa plaza emblemáticade la capital británica presentaba el aspecto de un mar deparaguas.
Protegidos de la lluvia, los manifestantes seguían lasinformaciones de la cumbre de Bruselas a través de sus teléfonosportátiles.
Se calcula que entre 3 mil y 5 mil personas acudieron a esaconvocatoria, lanzada inicialmente a través de las redes sociales,que fue luego cancelada por razones de seguridad, según informópoco después de mediodía Jessica Rodgers, portavoz de losorganizadores, a través de Facebook.
Los manifestantes desafiaron la interdicción y, luego deconcentrarse en torno de la columna del almirante Nelson, sedirigieron hacia el palacio de Westminster -sede del Parlamento-,donde gritaron consignas como “Nos mintieron”, “No podemosquedar afuera de la UE”, y “Destruyeron nuestro futuro”.
La desconcentración de la protesta de Londres coincidió con lallegada de los jefes de Estado y de Gobierno al edificio Carlomagnode Bruselas para asistir a la primera cumbre de la UE después delreferéndum del jueves pasado.
A pesar de la prudencia de todos los participantes, esa reuniónmarcó -en teoría- el primer paso del largo camino que concluirádentro de dos años con el divorcio definitivo de Gran Bretaña yla UE.
El primer ministro británico David Cameron participó en lacena que abre tradicionalmente las cumbres de Bruselas, pero noestará presente hoy (miércoles) cuando los otros 27 de la UEcomiencen a posicionarse sobre la actitud que adoptarán frente aGran Bretaña.
"Explicaré que el Reino Unido se va de la UE, pero deseo que elproceso sea tan constructivo como sea posible. Aunque no vayamos dela UE no debemos dar la espalda a Europa. Estos países sonnuestros vecinos, nuestros amigos, nuestros aliados y nuestrossocios. De verdad espero que busquemos la mejor relación posibleen términos de comercio, cooperación y seguridad porque va ennuestro beneficio y el de la UE”, aseguró al llegar a laconferencia.
La principal exigencia de la UE consiste en obtener precisionespor parte de Londres sobre la fecha en que Londres activará elartículo 50 del Tratado de Lisboa para pedir la salida. Bélgica,Italia y Francia, así como la Comisión Europea -órgano ejecutivode la UE- y el Parlamento piden acelerar las gestiones. Alemania yHolanda, en cambio, son partidarios de no presionar excesivamenteal Reino Unido, que se halla en plena crisis política, parapermitir que encuentre la solución adecuada y le advirtieron queno tendrá un trato especial.
Cameron puede obtener cierta extensión de los plazos, perotendrá que responder a las exigencias concretas de algunos paísesimpacientes que reclaman precisiones.
“Yo no quiero pagar la factura del Brexit”, clamó el primerministro belga Charles Michel, quien se negó a aceptar que los mil600 funcionarios del Reino Unido que trabajan en la UE sigan en suspuestos. “A partir de ahora, para mí solo cuentan los interesesbelgas y europeos, y no los intereses de los británicos. No hayvuelta para atrás, insistió".
A su vez, el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel,también fue extremadamente concluyente al decir: "Uno puede estarcasado o divorciado, pero no una cosa a medias", sentenció.
El pedido de clarificación de la posición británica habíacomenzado por la mañana en el Parlamento Europeo. El presidente dela Comisión, Jean-Claude Juncker, excluyó toda negociación antesde que el país precise su actitud sobre la salida de la UE. “Nopodemos aceptar una incertidumbre prolongada”, insistió.
En un duro enfrentamiento con el dirigente xenófobo yeuroescéptico Nigel Farage -uno de los principales voceros delBrexit-, Juncker fingió sorprenderse de verlo en el recinto delParlamento después de haber criticado durante meses y años a lasinstituciones europeas. “¿Qué está haciendo aquí?”, ledijo. Algunos diputados le gritaron a Farage que, si era tan hostila Europa, debía renunciar a su banca y dejar de cobrar el salariode 12 mil 340 euros (13 mil 800 dólares) que recibe todos losmeses, sin contar otros mil 500 dólares de reembolso de viajes ygastos de representación.
El héroe de la sesión fue el representante escocés AlynSmith, quien -al borde de las lágrimas- apeló a los eurodiputadosa “no abandonar a Escocia” después del voto favorable a lasalida británica de la UE.
“Quiero que mi país sea internacionalista, cooperativo,ecológico, justo y europeo”, concluyó en medio de numerososdiputados que se pusieron de pie para ovacionarlo. La primeraministra escocesa Nicola Sturgeon viajará hoy a Bruselas paraoficializar la voluntad de su país de seguir vinculada a la UE, apesar del retiro británico.
El temido efecto dominó que podía producirse luego delpronunciamiento de los electores británicos sufrió ayer un primerfrenazo, cuando el Parlamento holandés descartó la celebraciónde un referéndum sobre la ruptura con la UE.
Los sondeos pronostican que 43 por ciento de los holandesesvotaría en contra de la salida de la UE. En Gran Bretaña, ellíder laborista Jeremy Corbyn sufrió una severa derrota políticacuando 172 diputados del partido votaron una moción de censura porsu tibia actitud durante el referéndum. Solo 40 miembros delParlamento le dieron su respaldo. Corbyn anunció de inmediato queno pensaba renunciar y, en una clara provocación a susdetractores, declaró que volverá a presentarse como candidato alas próximas elecciones internas del laborismo.
Numerosos analistas estiman que Corbyn no podrá seguirresistiendo durante mucho más tiempo a la presión de losdiputados del Labour y de una parte de los militantes. Los expertosestán convencidos de la ofensiva que provocó la renuncia de 46miembros de las instancias dirigentes del partido. El grupo rebeldeprovocó un verdadero motín en protesta por la destitución deHilary Benn, el responsable de Relaciones Exteriores del gabinetefantasma laborista, que buscaba apoyos para exigir la renuncia deCorbyn.
El Partido Conservador, sumergido en una crisis análoga,comenzó a buscar una solución para encontrar un sucesor al primerministro David Cameron, que el jueves pasado anunció su renunciatras la derrota sufrida en el referéndum. El canciller del Tesoro,George Osborne, También anunció ayer que no se postulará a lasucesión. “No soy el hombre mejor ubicado para restablecer launidad que necesita mi partido”, argumentó en una columnafirmada en el diario The Times.
El nuevo jefe tory debe quedar elegido el 9 de septiembre,después de aplazar una semana la fecha inicialmente fijada ellunes.
El principal candidato es el exalcalde de Londres, BorisJohnson, que es uno de los principales defensores del voto afavor del Brexit. Pero su figura tropieza con una fuerteresistencia interna. Numerosos diputados empezaron a alinearsedetrás de la secretaria de Interior, Theresa May, que empieza aperfilarse como la figura más consensual. Su candidatura -todavíano anunciada oficialmente- eclipsó en parte las posibilidades delsecretario de Justicia, Michael Gove, juzgado demasiado“radical”. Otros 6 o 7 dirigentes también anunciaron queestán estudiando las posibilidades de presentarse.
Por el momento, solo el ministro de Trabajo, Stephen Crabb,anunció oficialmente su postulación.
Asusta la falta de preparación de los partidarios delBrexit
PARÍS, Francia. (OEM-Informex).- A medida que transcurren lashoras, empieza a hacerse cada vez más evidente la falta depreparación de los dirigentes que llamaron a votar a favor enBrexit (Retiro Británico de la Unión Europea).
Cinco días después del referéndum del jueves pasado, laopinión pública británica empieza a comprender que la campañaestuvo basada en eslóganes efectivos, pero huecos decontenido.
El exministro Iain Duncan-Smith, que fue uno de los más activosportavoces del voto contra la permanencia británica en Europa,afirmó -sin ruborizarse- que los partidarios del Brexit nuncahabían formulado propuestas: “No nos comprometimos. Soloefectuamos una serie de promesas que eran posibilidades”,dijo.
La campaña a favor del Brexit convenció a 17 millones deelectores, que votaron por la ruptura de los vínculos quemantenía Gran Bretaña con la UE desde hace 43 años. Esehistórico pronunciamiento provocó la caída del primer ministro yprecipitó un terremoto político que dinamitó a los dos grandespartidos del país -conservadores y laboristas-, hundió a lalibra, estremeció a los mercados y le hizo perder al país lavaliosa nota soberana de AAA.
“No tenemos Gobierno, no tenemos oposición. La gente que nosmetió en este lío desapareció”, resumió Alistair Darling, quefue canciller del Tesoro durante crisis financiera de 2008.
El primero en desaparecer fue el exalcalde de Londres, BorisJohnson, que se refugió durante el fin de semana en su cottage deOxfordshire.
Lo más sorprendente del comportamiento de Johnson fue elcontenido de su crónica semanal para el Daily Telegraph, en lacual afirma que “no hay ninguna prisa”, se felicita de la“resistencia de la moneda británica”, que en realidad perdió11 por ciento en dos días. También comenta que Reino Unidoseguirá “teniendo acceso al mercado común” y que “noperderá ninguno de los beneficios”, pero dejará de pagarfortunas insensatas para mantener a la burocracia de Bruselas.
El diputado conservador Daniel Hannan puso en evidencia lacontradicción de Johnson. “Mantener el acceso de Gran Bretañaal mercado único, supone la libre circulación de la mano deobra”, le recordó.
Ningún dirigente del voto “leave” (salir) quiere asumirahora la responsabilidad de los afiches y panfletos difundidosdurante la campaña, asegurando que Gran Bretaña debía enviarcada semana a Bruselas 350 millones de libras (467 millones dedólares). Esa suma, afirmaban, podrá servir para mejor el sistemanacional de salud (NHS). El monto que realmente se transfería aBruselas era de 136 millones de libras (181 millones dedólares).
También se demostró que eran falsas las cifras de 333 milmigrantes ingresados al país en 2015. “La situación escapó atodo control”, llegó a decir Boris Johnson.
Nigel Farage, líder del partido xenófobo y eurófobo UKIP, unasemana antes de la elección posó incluso delante de una foto quemostraba una larga columna de refugiados con un cartel queproclamaba “breaking point” (punto de ruptura).
Incluso numerosos partidarios del Brexit criticaron esedocumento de extremo mal gusto que se inspiró en fotos depropaganda del régimen nazi.
En su comentario del Telegraph, Johnson afirmó sorpresivamenteque la inmigración no era la principal motivación de loselectores que votaron por el Brexit.
El aspecto más inquietante, sin embargo, es que los dirigentespartidarios del “leave” se niegan obstinadamente a precisar dequé manera piensan negociar la salida británica de la UE. “Nolo hacen porque no tienen la menor idea”, los acusó MichaelHeseltine, gran figura del Partido Conservador, que fuevicecanciller de Margaret Thatcher. “Son verdaderamente unapandilla de improvisados que han conducido el país al precipicio,como el flautista de Hamelín”, sentenció.
