/ martes 18 de enero de 2022

La BBC pierde fondos por castigo de Boris Johnson

El primer ministro británico intenta limpiar sus escándalos congelando financiamiento a la agencia

En Reino Unido para las próximas elecciones faltan dos años, pero lo que sucede alrededor de la histórica casa en Downing Street 10 amenaza con convertirse en una serie televisiva propia de cualquier plataforma; menos para la pública BBC que dentro de cinco años dejará de existir como tal.

En mayo habrá comicios municipales, lo que se considera una prueba para la popularidad del primer ministro, Boris Johnson, en medio del escándalo por sus apariciones en fiestas de más de cien invitados y el aumento de la propagación del virus Covid-19 y variantes en el país.

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Situaciones que consideran los analistas políticos del reino, como Robin Pettitt, entrevistado por AFP, como críticas y que pueden acabar con el primer ministro “aunque éste no es un político normal”. Y por las que vieron venir una decisión que le generará empatía con el electorado (casi 50 millones de votantes, de los cuales la elección rural y de los ancianos definió el Brexit) y por otro darán un severo golpe a las producciones públicas de la BBC.

El Gobierno concretó la congelación durante los próximos dos años el costo de la licencia audiovisual que todos los ciudadanos deben pagar para poder ver televisión y escuchar radio públicos a través de los contenidos de la BBC, blanco habitual de Johnson, que la acusa de parcial.

La ministra de Cultura, Nadine Dorris, hizo el anuncio a través de Twitter, informó que la licencia tendrá el mismo precio que el año pasado de 159 libras (unos 245 dólares) y así permanecerá hasta 2024. Luego subirá conforme a la inflación hasta 2027 cuando desparezca para dar paso a otro sistema de pago por el servicio.

Dorris tuiteó que la próxima revisión del modelo de financiamiento para la BBC “será la última”, y se espera para 2027.

Óscar Álvarez, residente mexicano en Londres desde hace 20 años, relata a El Sol de México, que cuando llegó a Reino Unido como estudiante de posgrado una de las primeras cosas que tuvo que hacer fue pagar la licencia de audiovisuales, y desde entonces pagarla e imprimirla cada año para tenerla lista en la puerta de su departamento en caso de que fuera un inspector. En los últimos años la licencia ya es electrónica con un código que se introduce para poder obtener contenidos.

“La multa por no tenerla son casi mil libras, es muy fuerte. Cuando llegué en el 2001 me tocó saber de gente multada cuando en ese momento costaba la licencia 100 libras. En las últimas dos décadas aumentó conforme la inflación hasta llegar a 156 este año, y se suponía que para 2022 tendría que costar 162 libras.

“Pero ya tiene tiempo que el debate se centra en lo necesaria que es la BBC porque es importante en el aspecto educativo, es un participante principal en todo el Reino, además de la parte de impuestos respecto a su contribución al presupuesto general del país, porque la licencia no solo es para ver la televisión es también para todo lo que tiene que ver con aparatos que reproducen imagen y música o audios”, relata el doctor en derecho internacional.

En Reino Unido la inflación aunque se mantiene en 2.5 por ciento, ha venido en aumento en los últimos dos años tras la entrada del Brexit y la pandemia.

Por lo que corresponde a la BBC, productora de contenidos que carece de pausa publicitaria y es sostenida con el dinero que generan las licencias de la ciudadanía, en los últimos años ha planteado la necesidad de concretar alianzas con el sector privado para generar recursos.

Cada año, el primero de abril, el costo de la licencia es actualizado, y antes del presente cambio se hizo una modificación para que a partir de 2016 el aumento fuera conforme a la inflación del país, lo que equivale a una recaudación anual de un promedio de tres mil 200 millones de libras (más de cuatro mil millones de dólares) para destinarse a la BBC.

La secretaria general del sindicato de periodistas en Reino Unido, Michelle Stanistreet, luego del anuncio señaló que “los mejores guionistas de la BBC tendrían trabajo inventando esto, más allá de la parodia, es un acto de distracción vengativo y desesperado cuando aumentan las evidencias de parranda, hipocresía, mentiras y disimulos, ¿qué hace este gobierno en respuesta? Culpa a los periodistas y a los medios de comunicación sometiéndolos a escrutinio y trama actos de venganza”.

En la página oficial de otorgamiento de licencias se puede leer que los ingresos de la tarifa de la licencia de televisión significan que todos los que pagan la licencia pueden disfrutar de una selección cada vez más amplia de programas y servicios de la BBC en televisión, radio y en línea, que incluyen: nueve canales de televisión nacionales y regionales, estaciones de radio, sitio web, BBC iPlayer, BBC Sounds, BBC World service y otras aplicaciones en línea como deportes y el tiempo.



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En Reino Unido para las próximas elecciones faltan dos años, pero lo que sucede alrededor de la histórica casa en Downing Street 10 amenaza con convertirse en una serie televisiva propia de cualquier plataforma; menos para la pública BBC que dentro de cinco años dejará de existir como tal.

En mayo habrá comicios municipales, lo que se considera una prueba para la popularidad del primer ministro, Boris Johnson, en medio del escándalo por sus apariciones en fiestas de más de cien invitados y el aumento de la propagación del virus Covid-19 y variantes en el país.

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Situaciones que consideran los analistas políticos del reino, como Robin Pettitt, entrevistado por AFP, como críticas y que pueden acabar con el primer ministro “aunque éste no es un político normal”. Y por las que vieron venir una decisión que le generará empatía con el electorado (casi 50 millones de votantes, de los cuales la elección rural y de los ancianos definió el Brexit) y por otro darán un severo golpe a las producciones públicas de la BBC.

El Gobierno concretó la congelación durante los próximos dos años el costo de la licencia audiovisual que todos los ciudadanos deben pagar para poder ver televisión y escuchar radio públicos a través de los contenidos de la BBC, blanco habitual de Johnson, que la acusa de parcial.

La ministra de Cultura, Nadine Dorris, hizo el anuncio a través de Twitter, informó que la licencia tendrá el mismo precio que el año pasado de 159 libras (unos 245 dólares) y así permanecerá hasta 2024. Luego subirá conforme a la inflación hasta 2027 cuando desparezca para dar paso a otro sistema de pago por el servicio.

Dorris tuiteó que la próxima revisión del modelo de financiamiento para la BBC “será la última”, y se espera para 2027.

Óscar Álvarez, residente mexicano en Londres desde hace 20 años, relata a El Sol de México, que cuando llegó a Reino Unido como estudiante de posgrado una de las primeras cosas que tuvo que hacer fue pagar la licencia de audiovisuales, y desde entonces pagarla e imprimirla cada año para tenerla lista en la puerta de su departamento en caso de que fuera un inspector. En los últimos años la licencia ya es electrónica con un código que se introduce para poder obtener contenidos.

“La multa por no tenerla son casi mil libras, es muy fuerte. Cuando llegué en el 2001 me tocó saber de gente multada cuando en ese momento costaba la licencia 100 libras. En las últimas dos décadas aumentó conforme la inflación hasta llegar a 156 este año, y se suponía que para 2022 tendría que costar 162 libras.

“Pero ya tiene tiempo que el debate se centra en lo necesaria que es la BBC porque es importante en el aspecto educativo, es un participante principal en todo el Reino, además de la parte de impuestos respecto a su contribución al presupuesto general del país, porque la licencia no solo es para ver la televisión es también para todo lo que tiene que ver con aparatos que reproducen imagen y música o audios”, relata el doctor en derecho internacional.

En Reino Unido la inflación aunque se mantiene en 2.5 por ciento, ha venido en aumento en los últimos dos años tras la entrada del Brexit y la pandemia.

Por lo que corresponde a la BBC, productora de contenidos que carece de pausa publicitaria y es sostenida con el dinero que generan las licencias de la ciudadanía, en los últimos años ha planteado la necesidad de concretar alianzas con el sector privado para generar recursos.

Cada año, el primero de abril, el costo de la licencia es actualizado, y antes del presente cambio se hizo una modificación para que a partir de 2016 el aumento fuera conforme a la inflación del país, lo que equivale a una recaudación anual de un promedio de tres mil 200 millones de libras (más de cuatro mil millones de dólares) para destinarse a la BBC.

La secretaria general del sindicato de periodistas en Reino Unido, Michelle Stanistreet, luego del anuncio señaló que “los mejores guionistas de la BBC tendrían trabajo inventando esto, más allá de la parodia, es un acto de distracción vengativo y desesperado cuando aumentan las evidencias de parranda, hipocresía, mentiras y disimulos, ¿qué hace este gobierno en respuesta? Culpa a los periodistas y a los medios de comunicación sometiéndolos a escrutinio y trama actos de venganza”.

En la página oficial de otorgamiento de licencias se puede leer que los ingresos de la tarifa de la licencia de televisión significan que todos los que pagan la licencia pueden disfrutar de una selección cada vez más amplia de programas y servicios de la BBC en televisión, radio y en línea, que incluyen: nueve canales de televisión nacionales y regionales, estaciones de radio, sitio web, BBC iPlayer, BBC Sounds, BBC World service y otras aplicaciones en línea como deportes y el tiempo.



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