El supuesto autor de los ataques en dos mezquitas en Nueva Zelanda, en los que murieron 49 personas, identificado como Brenton Tarrant, un australiano de 28 años, compareció el sábado ante un tribunal de la ciudad que lo inculpó de asesinato.
Esposado y vestido con una camiseta blanca de detenido, el exentrenador físico y militante de extrema derecha, escuchó impasible los cargos leídos en su contra. No solicitó fianza y permanecerá en prisión hasta su próxima comparecencia ante el tribunal fijada para el 5 de abril.
Racista, antimigrante, seguidor de Trump
Racista, antimigrante, seguidor de Trump y nacionalista, así se define Tarrant, un hombre australiano blanco, de 28 años de edad que realizó el ataque a mezquitas en Nueva Zelanda que dejó al menos 49 muertos.
Antes de cometer el tiroteo, el hombre, que se presenta como un blanco de clase obrera con pocos recursos, publicó en Twitter un manifiesto racista de 73 páginas titulado "El gran reemplazo", en alusión a una teoría originada en Francia y que va ganando terreno entre los círculos de la ultraderecha según la cual los "pueblos europeos" son "reemplazados" por poblaciones no europeas inmigrantes.
El documento detalla dos años de radicalización y preparativos. Afirma que los momentos claves de su radicalización fueron el fracaso de la dirigente ultraderechista Marine Le Pen en las elecciones francesas de 2017 y la muerte de la pequeña Ebba Åkerlund de 11 años en un atentado con camión en abril de 2017 en Estocolmo.
En el manifiesto señala que que se considera un hombre racista, nacionalista, seguidor de Trump, y que el ataque fue planeado para sobrevivir de amenaza para reducir los indices de migración en Europa.
“¿Quien eres? Soy un tipo blanco ordinario, de 28 años. Tuve una niñez regular, sin grandes problemas y no cursé la universidad”, escribe Brenton Tarrant.
"¿Por qué llevas a cabo el ataque?, para mostrar a los invasores que nuestras tierras nunca serán sus tierras, nuestros países son nuestros y eso, mientras el hombre blanco viva, ellos NUNCA podrían conquistar nuestra tierras y nunca reemplazarán a nuestra gente".
Tarrent también se declara seguidor de Trump, “¿Lo veo como símbolo del renacimiento blanco y propósito con? Claro".
"¿Qué es lo que quieres?, queremos asegurar la existencia de nuestra gente, y un futuro para niños blancos".
Además de publicar en línea su manifiesto en el que argumentaba los motivos racistas y xenófobos del ataque, Tarrant también transmitió por Facebook Live, durante 17 minutos, la matanza.
Las cuentas en Twitter, Instagram y Facebook donde fue publicado el video, las fotos y el manifiesto fueron desactivadas.
Lo que hay detrás del ataque
La forma en que se produjo el atentado de Nueva Zelanda y sus motivos aparentes parecen llevar la marca del ultraderechista noruego Anders Behring Breivik, encarcelado en su país por el asesinato de 77 personas en 2011.
Una matanza cometida con un arma de fuego, víctimas que simbolizan el multiculturalismo, un "manifiesto" que pretende justificar la masacre en nombre de una ideología, inscripciones en las armas... La matanza de Christchurch, en la que al menos 49 personas murieron en el ataque contra dos mezquitas, comporta grandes similitudes con los atentados perpetrados ocho años antes por Breivik.
En el documento de 73 páginas publicado en Twitter, el autor del atentado de Christchurch -un "violento terrorista de extrema derecha" australiano, según el primer ministro australiano Scott Morrison- afirma que "se inspiró realmente en el Caballero Justiciero Breivik".
"Tuve solo un breve contacto con el Caballero Justiciero Breivik, y recibí una bendición para mi misión después de haber contactado a sus hermanos caballeros", escribe en una fraseología parecida a la del noruego.
Breivik mató a 77 personas el 22 de julio de 2011 haciendo explotar una bomba cerca de la sede del gobierno en Oslo, y disparando después contra la multitud en un campamento de las Juventudes del Partido Laborista en la isla de Utøya.
El extremista, de 40 años, también propagó un "manifiesto" de más de 1.500 páginas y llamó a seguir su ejemplo.
Como Breivik, el autor del atentado de Christchurch se atreve a comprarse con Nelson Mandela, diciendo incluso que también espera recibir un día el Premio Nobel de la Paz.
Una rasgo característico de ambos es "ese narcisismo, esa idea grandiosa de sí mismo", indica Magnus Ranstrop, investigador sueco sobre terrorismo.
Filmar el video, una estrategia
Breivik, que se hace llamar ahora Fjotolf Hansen y que cumple una pena de 21 años susceptibles de prolongarse indefinidamente, se encuentra recluido en aislamiento. Privado de conexión a internet, sus contactos con el exterior están sumamente controlados y si es necesario bloqueados.
"Si hay correspondencia que puede inspirar actos de violencia, tenemos permiso para pararla", declaró a la AFP Espen Jambak, director adjunto de la prisión de alta seguridad de Skien (sur de Noruega), donde Breivik está encarcelado.
Citado por el diario Verdens Gang, el abogado de Breivik, Øystein Storrvik, considera que debido a estas estrictas condiciones, "parece poco probable que haya tenido contacto" con el asesino australiano.
Haya habido contacto o no, los ataques del noruego ya motivaron a otros extremistas en el pasado.
El 22 de julio de 2016, cinco años después de Utøya, un joven inestable psicológicamente, del que se dijo estaba obsesionado con Breivik, mató a nueve personas en un centro comercial de Múnich, antes de suicidarse.
Que este ataque "haya sido filmado en directo evidencia una estrategia deliberada para convertilo en un elemento narrativo susceptible de ser utilizado por extremistas de todos los campos", opinó un superviviente de Utøya, Bjørn Ihler, el viernes a la AFP.
Con información de EFE y AFP