KABUL. Las 250 juezas de Afganistán temen por sus vidas, ahora que los hombres a los que una vez encarcelaron fueron liberados por los victoriosos talibanes y buscan darles captura.
Si bien algunas juezas pudieron huir en las últimas semanas, la mayoría fueron dejadas atrás y aún intentan salir del país, dijeron jueces y activistas que trabajan para ayudarlas a escapar.
Los milicianos, que llegaron al poder el mes pasado, prohibieron que las mujeres ejercieran la mayoría de los empleos cuando gobernaron el país por última vez hace 20 años. Ahora aseguran que protegerán los derechos de mujeres, pero no han proporcionado detalles.
Las mujeres que trabajan en la justicia ya han sido objetivos de alto perfil.
Dos magistradas de la Corte Suprema fueron asesinadas en enero. Ahora, los talibanes han liberado a prisioneros en todo el país, lo que realmente puso en peligro la vida de las juezas, dijo una de las magistradas que huyó a Europa.
En Kabul, "cuatro o cinco miembros del Talibán vinieron y preguntaron a la gente en mi casa: '¿Dónde está esta jueza?' Estas eran personas a las que había encarcelado", dijo en una entrevista, pidiendo no ser identificada.
Mujeres afganas protestaron por segundo día consecutivo para reclamar a los talibanes sus derechos y la participación en un futuro Gobierno, después de que hasta ahora apenas hayan contado para el régimen islamista.
La protesta, de cerca de una veintena de mujeres, tuvo lugar en la capital Kabul sólo un día después de una nueva manifestación inédita similar en la ciudad de Herat, donde también solicitaron "educación, trabajo, libertad" en el nuevo gobierno de Afganistán.