Fiel a su costumbre, Donald Trump logróconvertir su primer encuentro con Angela Merkel enun momento polémico e incómodo para la cancilleralemana.

La relación ha sido fría hasta ahora: elnuevo mandatario de EU acusó a la líder alemana de hacer cometido"un error catastrófico" con su política de refugiados, mientrasque ella criticó el veto migratorio impuesto por el mandatario ysuspendido por un juez federal.

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Hoy se veían cara a cara en la CasaBlanca… Trump la recibió en la puerta del ala oeste de laCasa Blanca y ambos se dieron la mano y sonrieron para las cámarasantes de entrar en la mansión presidencial.

Sin embargo, durante la sesión de fotos previa a la reunión enel Despacho Oval, Trump no miró en ningún momento aMerkel y cuando los fotógrafos pidieron que estrecharansus manos, simplemente los ignoró y permanecióimpávido, a pesar que ella le preguntó siquería que se saludaran… No hubo respuesta.La mirada incrédula de Merkel resume estemomento...

Aunque en la posterior conferencia de prensa, el presidenteestadounidense y la canciller alemana finalmenteestrecharon las manos.

No es la primera vez que las maneras deTrump para saludar a sus invitados llaman laatención. De hecho, el primer ministro de Japón,Shinzo Abe, tuvo que resistir 17 largos segundos el fuerteapretón de manos que le dio el magnate durante su visita a la CasaBlanca.

An honor to host Prime Minister @AbeShinzo in the UnitedStates. pic.twitter.com/f6TvfZ6sMj

— President Trump (@POTUS) 10 de febrerode 2017

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Pero con Justin Trudeau, el momento bochornosofue para Trump, pues al extender su mano para intercambiar elsaludo con el primer ministro canadiense, éste se quedópor unos segundos viendo la mano del presidente de EU, nomuy convencido de hacerlo, aunque al final aceptó sin perder lasonrisa.

/parg