por Isabel Mariano
Parches y remiendos por todos lados es lo que hicieron todo elfin de semana en torno al socavón del Paso Express, para evitarque la estructura de cemento que está sobre la barranca colapsepor completo. Protección Civil estatal y municipal evacuaron aseis familias que viven cerca del lugar, y fueron hospedados en elhotel One, que está sobre la misma vialidad.
Los ciudadanos confirmaron que escucharon un tronido en la basey se asustaron. No obstante que las personas cercanas a la zonaalertaron de vibraciones constantes, los funcionarios responsablesdecidieron abrir otro carril en el área del socavón. Esto resultacontrario al aviso de PC estatal y municipal, que el domingodecidió evacuar aproximadamente a diez personas para alojarlastemporalmente en un hotel.
José Salazar Sánchez comentó que desde la tragedia ya noestaban tranquilos en su vivienda, pero la maquinaria no podíallegar hasta abajo, porque otras personas no permitían que usaransus viviendas; ni siquiera la gente del Conalep aceptó, hasta quefinalmente una de las personas, a quien sólo se conoce como Mateo,accedió a que se usara su predio como acceso hasta abajo de lazona, para demoler los tres bloques identificados comopeligrosos.
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Confían que sólo será momentáneo, porque no aceptarán serreubicados de forma definitiva. “Cuando terminen la obra, que nosdigan en qué fecha podemos volver, no queremos que nos mandenlejos, yo no aceptó que me reubiquen”.
Gloria Cruz Cervantes dijo que las maquinas tendrán acceso porla privada Camelinas; ella prácticamente vive en el acceso, peroconfía que se asustó, porque el socavón casi llegó a la esquinade su domicilio. “Nos asustamos y hablamos a PC. Llegaron a las11 de la noche, levantaron un acta y pasaron al domicilio; tomaronnota de las grietas, el cristal de una ventana se rompió y sesiente la vibración”.
Desde ayer no hay acceso para quien no vive en la zona; los quecuidan y trabajan confirman que el riesgo es latente. “Nisiquiera a nosotros nos dejaban pasar, pero cuando nosidentificamos, nos permitían el acceso”. Doña Gloria casi nopodía tener acceso a su casa. Las escaleras improvisadasdesaparecieron; es difícil bajar y subir, porque sólo habíancolocado una tabla.
El temor de los vecinos está fundamentado, explicó el titularde la delegación Lázaro Cárdenas del Río, Sergio Marín Brito,porque hay riesgo de que la barda perimetral se colapse y provoquemás daños, pues hay casas abajo.
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Con pruebas, demostraron que la barda tiene una separación deaproximadamente 10 centímetros con los carriles laterales que sedirigen al norte. Por esa razón, dijo que es necesario que lostrabajos comiencen desde los cimientos, o incluso construir unpuente, para que el cauce de la barranca no provoque ablandamientode la tierra y suceda un nuevo hundimiento.
A pesar de haber realizado la evacuación de tres familias,Sergio Marín, mencionó que los vecinos de Chipitlán aún sesienten inseguros con la obra del Paso Express que está a unosmetros de sus casas, por lo que exhortaron a la Secretaría deComunicaciones y Transportes (SCT) y a la empresa responsable de laobra realicen los trabajos con materiales resistentes yduraderos.
/dec
