Su cinismo para no renunciar a la SCT por los fallos, omisiones y negligencias en el Paso Exprees, en Cuernavaca, es de, ¡no mano, no!:
“No voy a dejar el barco a media agua”…, dijo en su comparecencia ante legisladores.
¡Argghhh!, se estremecen. Podemos otorgarte el beneficio de la duda de que no seas culpable, Gerardo Ruiz Esparza, alias “el Mal Rato” ¡pero sí eres responsable moral, física y éticamente, no manches!
Otro irresponsable insolente
El presidente de EU, Donald Trump, ignoró todas las recomendaciones y por unos segundos, observó sin protección el eclipse total de Sol del 21 de agosto.
Salió al balcón del segundo piso de la Casa Blanca junto con su esposa Melania e hijos para observar el fenómeno astronómico.
Al salir al pórtico, Trump entrecerró los ojos y miró al cielo. “¡No mire!”, gritó uno de sus principales colaboradores.
Entonces Donald se puso las gafas protectoras, alzó los pulgares en señal aprobatoria y continuó apreciando el eclipse solar.
Esto lo pinta de cuerpo entero: ¡si ni siquiera cree en el cambio climático, menos en las afectaciones a su propia vista...! No cabe duda que “lo que natura non da, Salamanca non presta”
Ventajas de la reforma educativa (ajá)
Otra barrabasada del secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño.
Durante un acto oficial con el funcionario y con el presidente Enrique Peña Nieto, Nuño le cambió a la doctora Julieta Fierro la profesión.
En su mensaje por el inicio del ciclo escolar 2017-2018, nivel básico, Nuño Mayer aseguró que se trataba de un día muy importante.
“Vamos a tener además un eclipse y aquí tenemos a la astróloga Julieta Fierro” --¡astrónoma!, corregiría
luego.
Uta, tanto quemarse las pestañas la doctora Fierro estudiando astronomía, ¡para que ahora se dedique a “ler” horóscopos, emulando a Walter Mercado!
Eso le pasó por no “aprender a aprender”
¡Hubiera venido acá!
Los porteros de un bar de la ciudad australiana de Brisbane negaron la entrada al príncipe heredero Federico de Dinamarca por no presentar un documento de identidad como obliga la ley.
Las leyes de control de venta de alcohol del estado de Queensland, capital Brisbane, obligan a los bares que, después de las 22hrs, se “escaneen” los documentos de identidad de los clientes.
El Príncipe heredero se presentó y estaba acompañado de la unidad de protección de dignatarios, vestidos de civiles», y no permitieron que se revisara la identificación del Príncipe ni revelaron su identidad, relató el copropietario del bar Jade Buddha, PhillipHogan.
Entonces el bar hizo una búsqueda en internet del príncipe, una llamada para consultar con las autoridades a cargo de licencias de venta de bebidas alcohólicas para hacer una excepción y la confirmación de la
identidad de los acompañantes.
El heredero de la corona danesa regresó minutos después y finalmente pudo acceder al local con sus guardias.
¡Uhhh, mi Fede! Aquí en México, con una lana y “acercándole” la mano al cadenero, ¡hubieras entrado “en fa”!
¡Véngase a este terruño libre y soberano!, para que vea de qué color pinta el verde (y más si es billete)
¿Así o más superfluo?
El Consejo Mundial de Boxeo (WBC, por sus siglas en inglés) creó un cinturón especial como muestra de apoyo a Floyd Mayweather, quien enfrentará mañana a Conor McGregor en una de las peleas más esperadas de los últimos años.
El organismo califica al cinturón especial como “la pieza más increíble jamás hecha en la historia de todos los
deportes”.
Es que está hecho de 1,5 kilogramos de oro de 24 quilates, tres mil 360 diamantes, 600 zafiros, 160 esmeraldas y cuero de cocodrilo.
No es el primer “cinturón especial” que la CMB al “Money”: ya ostenta en sus vitrinas, el “Cinturón de diamantes” contra Miguel Cotto; el “Cinturón de Oro” frente al Canelo y el “Cinturón de Esmeraldas” contra Manny Pacquiao.
¡Bah!, desdeñan, y nomás los tiene de adorno, ni se los puede poner (imaginen el ridículo)
La CMB debería hacer un cinturón más discreto, y mejor dediquen ese dinero para fomentar labores humanitarias y de asistencia, ¡ah, pero eso sí!, que por ningún motivo vaya a ser dinero que se les entregue a los partidos políticos,
¿verdad, Lencho
