/ martes 7 de noviembre de 2017

A la sombra | Carstens abandona Banxico

 

Hablando de presidenciables, hoy se reúnen con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, todos esos secretarios a los que les están midiendo sus índices de popularidad (Meade, Osorio Chong, Nuño y Narro). Se acerca el día. Pero no es para ello. Hoy poco después de mediodía tendrán reunión los secretarios, empresarios mexicanos y los directores del ISSSTE, José Reyes Baeza, y del IMSS, Mikel Arriola, para conocer avances de la participación del sector privado en la reconstrucción, tras los sismos de septiembre. Pero ni lo dude, todo mundo estará atento de las señales, los saludos, las caras y las sonrisas...

A la sombra del texto de The Economist sobre Andrés Manuel López Obrador, salta en las charlas de café lo publicado también por The Atlantic hace unos días. J. Weston Phippen escribe en la revista que el líder de Morena ha aprendido algunas lecciones en sus últimos intentos por llegar a la presidencia de México. Ahora trata de aparecer como el candidato con respuestas, en lugar del agitador revolucionario al que nos tenía acostumbrados.

Pero acabar con la corrupción parece una propuesta imposible, dice The Atlantic. Los críticos, agrega, ven las recetas del candidato de Morena simples y llenas de idealismo, eso creen que puede desestabilizar la economía y debilitar la democracia. Pero es tan grande la decepción en México que el mayor atributo de este partido político es que no han tenido la oportunidad de fracasar, completa Phippen.

El analista Edgardo Buscaglia, consultado por la revista, dice que todos los problemas le han abierto el país a cualquier charlatán que llegue con un discurso populista y prometa el Sol y la Luna. The Atlantic dice que es poco probable que López Obrador cumpla lo que promete. Recuerda que este político sufre el Complejo de Mesías y lo que promete parece ser demasiado bueno para ser verdad.

A dos años de haber asumido el cargo, el alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, no ha podido sacar adelante los compromisos económicos y de seguridad del puerto. Si bien es cierto que heredó un municipio endeudado, después de tanto tiempo no puede seguir justificándose con el pasado. El munícipe ya debió asumir su responsabilidad en los pagos pendientes que tiene, pues sus propios trabajadores, los del ayuntamiento, no han podido acceder a las prestaciones laborales que marca la ley y ya pasó más de medio año que se comprometió a hacer los pagos de adeudos que dejó su antecesor en organismos como el IMSS e Infonavit. Sin embargo, no son las únicas carencias, ya que hay colonias donde un día sí y otro también reciben la promesa de Evodio de restablecer los servicios básicos, que al final no atiende porque dice, carece de dinero. Lo más extraño de todo es que, como buen político, debería estar consciente de que si no empieza a cumplir, sus aspiraciones personales también podrían quedar sin recursos. Cuestión de tiempo.

 

Hablando de presidenciables, hoy se reúnen con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, todos esos secretarios a los que les están midiendo sus índices de popularidad (Meade, Osorio Chong, Nuño y Narro). Se acerca el día. Pero no es para ello. Hoy poco después de mediodía tendrán reunión los secretarios, empresarios mexicanos y los directores del ISSSTE, José Reyes Baeza, y del IMSS, Mikel Arriola, para conocer avances de la participación del sector privado en la reconstrucción, tras los sismos de septiembre. Pero ni lo dude, todo mundo estará atento de las señales, los saludos, las caras y las sonrisas...

A la sombra del texto de The Economist sobre Andrés Manuel López Obrador, salta en las charlas de café lo publicado también por The Atlantic hace unos días. J. Weston Phippen escribe en la revista que el líder de Morena ha aprendido algunas lecciones en sus últimos intentos por llegar a la presidencia de México. Ahora trata de aparecer como el candidato con respuestas, en lugar del agitador revolucionario al que nos tenía acostumbrados.

Pero acabar con la corrupción parece una propuesta imposible, dice The Atlantic. Los críticos, agrega, ven las recetas del candidato de Morena simples y llenas de idealismo, eso creen que puede desestabilizar la economía y debilitar la democracia. Pero es tan grande la decepción en México que el mayor atributo de este partido político es que no han tenido la oportunidad de fracasar, completa Phippen.

El analista Edgardo Buscaglia, consultado por la revista, dice que todos los problemas le han abierto el país a cualquier charlatán que llegue con un discurso populista y prometa el Sol y la Luna. The Atlantic dice que es poco probable que López Obrador cumpla lo que promete. Recuerda que este político sufre el Complejo de Mesías y lo que promete parece ser demasiado bueno para ser verdad.

A dos años de haber asumido el cargo, el alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, no ha podido sacar adelante los compromisos económicos y de seguridad del puerto. Si bien es cierto que heredó un municipio endeudado, después de tanto tiempo no puede seguir justificándose con el pasado. El munícipe ya debió asumir su responsabilidad en los pagos pendientes que tiene, pues sus propios trabajadores, los del ayuntamiento, no han podido acceder a las prestaciones laborales que marca la ley y ya pasó más de medio año que se comprometió a hacer los pagos de adeudos que dejó su antecesor en organismos como el IMSS e Infonavit. Sin embargo, no son las únicas carencias, ya que hay colonias donde un día sí y otro también reciben la promesa de Evodio de restablecer los servicios básicos, que al final no atiende porque dice, carece de dinero. Lo más extraño de todo es que, como buen político, debería estar consciente de que si no empieza a cumplir, sus aspiraciones personales también podrían quedar sin recursos. Cuestión de tiempo.