/ sábado 13 de enero de 2024

AMLO: adiós a las afores

El Presidente López Obrador acaba de anunciar una reforma al sistema de pensiones de los trabajadores retirados. Y si bien todavía no se han divulgado los detalles del asunto, se puede afirmar que el anuncio implica dos temas clave.

Uno, el fin del sistema de las afores, y dos, la vuelta al anterior sistema de pensiones vigente hasta el arribo del neoliberalismo al gobierno mexicano.

La razón del cambio estriba en que las pensiones del sistema afores representan sólo la mitad del salario que devengaba el trabajador cuando estaba activo, en tanto que las pensiones del sistema anterior (llamado solidario) eran equivalentes al ciento por ciento del último salario devengado por el trabajador antes de pasar a retiro, es decir, antes de convertirse en jubilado.

Como es lógico, la propuesta de López Obrador ha concitado el entusiasmo y el apoyo de los millones de ciudadanos jubilados, así como el respaldo de los millones de trabajadores en activo que en un plazo determinado habrán de convertirse en pensionados.

Indudablemente, la propuesta presidencial es un acto de justicia histórico pues devolverá a los jubilados presentes y futuros el cincuenta por ciento de los ingresos que les fueron arrebatados, con engaños y a la fuerza, por los gobiernos neoliberales.

Pero la propuesta obradorista significa también una derrota en toda la línea para la doctrina neoliberal, neoconservadora o neoporfirista. Es equivalente al fin de las privatizaciones de los bienes públicos. Implica devolver a los trabajadores y al Estado el manejo de las pensiones. Y, al mismo tiempo, quitar al capital privado el dominio de una enorme fuente de recursos destinados al enriquecimiento desmesurado de un puñado de magnates y al correlativo empobrecimiento, continuo y creciente de millones de personas (los propios jubilados y sus familias).

Se trata, finalmente, de una transferencia de riqueza de unas manos a otras. Exactamente igual, pero en sentido contrario, a la realizada por los neoliberales hace ya más de cuatro décadas.

¿Habrá alguien que pueda censurar esta justiciera propuesta pensionaria de López Obrador? Sí, claro. Los beneficiados durante muchos años del régimen de las afores que ahora verán extinguirse su fuente de recursos inmorales e ilegítimos.

No tardarán en aparecer los ataques y descalificaciones del conservadurismo contra esta reforma pensionaria. Pero en contrapartida se verá, sobre todo en las próximas elecciones generales de 2024, el enorme apoyo popular a la propuesta obradorista.


mentorferrer@gmail.com


El Presidente López Obrador acaba de anunciar una reforma al sistema de pensiones de los trabajadores retirados. Y si bien todavía no se han divulgado los detalles del asunto, se puede afirmar que el anuncio implica dos temas clave.

Uno, el fin del sistema de las afores, y dos, la vuelta al anterior sistema de pensiones vigente hasta el arribo del neoliberalismo al gobierno mexicano.

La razón del cambio estriba en que las pensiones del sistema afores representan sólo la mitad del salario que devengaba el trabajador cuando estaba activo, en tanto que las pensiones del sistema anterior (llamado solidario) eran equivalentes al ciento por ciento del último salario devengado por el trabajador antes de pasar a retiro, es decir, antes de convertirse en jubilado.

Como es lógico, la propuesta de López Obrador ha concitado el entusiasmo y el apoyo de los millones de ciudadanos jubilados, así como el respaldo de los millones de trabajadores en activo que en un plazo determinado habrán de convertirse en pensionados.

Indudablemente, la propuesta presidencial es un acto de justicia histórico pues devolverá a los jubilados presentes y futuros el cincuenta por ciento de los ingresos que les fueron arrebatados, con engaños y a la fuerza, por los gobiernos neoliberales.

Pero la propuesta obradorista significa también una derrota en toda la línea para la doctrina neoliberal, neoconservadora o neoporfirista. Es equivalente al fin de las privatizaciones de los bienes públicos. Implica devolver a los trabajadores y al Estado el manejo de las pensiones. Y, al mismo tiempo, quitar al capital privado el dominio de una enorme fuente de recursos destinados al enriquecimiento desmesurado de un puñado de magnates y al correlativo empobrecimiento, continuo y creciente de millones de personas (los propios jubilados y sus familias).

Se trata, finalmente, de una transferencia de riqueza de unas manos a otras. Exactamente igual, pero en sentido contrario, a la realizada por los neoliberales hace ya más de cuatro décadas.

¿Habrá alguien que pueda censurar esta justiciera propuesta pensionaria de López Obrador? Sí, claro. Los beneficiados durante muchos años del régimen de las afores que ahora verán extinguirse su fuente de recursos inmorales e ilegítimos.

No tardarán en aparecer los ataques y descalificaciones del conservadurismo contra esta reforma pensionaria. Pero en contrapartida se verá, sobre todo en las próximas elecciones generales de 2024, el enorme apoyo popular a la propuesta obradorista.


mentorferrer@gmail.com